Unos sucios compañeros cuchichean justo al lado y emiten dos risitas falsas de intención evidentemente "política". Yo aquí voy ganando, siempre gano yo ―escucho una risita, me siento bien; escucho un cuchicheo, me siento bien―. No hablan de mí, sino de proyectos y chorradas que intentan hacer pasar por importantes. Mejor que no los oiga yo, un ligero mobbing o apartheid siempre me irá bien hasta que no me baje la muda y chupe y acoja en mi seno las pollas de los barones. Pobres de espíritu. Risitas de autodefensa para los pobres de espíritu.
Pero a mí me sienta bien todo esto. Escucho la risita y aprieto un poco los dientes; sólo siento desprecio, algo de ira también, muy poca (porque estoy acostumbrado); lo cierto es que me sienta bien, muy bien, ser superior (¿eh?), me hago tolerante, resbaladizo, frío en el desprecio hacia las almas inferiores (¿eh?), un par de soplamocos con guante no estarían mal para divertirme un poco y ejercitar por sorpresa mi fuerza en estos tiempos de "paz" (¿eh?) dejándolo todo en suspenso, no visto: un par de palmadas que encienden y apagan algo ―rápido―, qué susto…, qué puto susto.
Me sienta muy bien todo esto, rejuvenezco. Debo decir que mi respeto por esta gentuza es absolutamente nulo. ¿Eh? ¿Te parece poco humano? ¿poco cristiano?, ¿poco solidario?, ¿poco cabal? ¿Te parece mal? ¿Eh?
No ves, porque no estás en mi caso, que no es en absoluto para tanto. Que podría destruir a ese hijoputa porque no siento nada por él y porque creo que se lo merece. No ves que no siento respeto humano por este hijoputa de al lado. No ves que me ha demostrado una y otra vez, con repulsiva e impúdica gracia, a la cara ―tolerancia bastarda: todas las opciones valen, todos los actos valen, ya no existe una moral― que no es un auténtico humano sino una alimaña cobarde y ladina, el traidor, un esbirro de libro, de manual, de película vista en la tele mil veces: alguien moralmente débil y capaz de todo, esa pésima combinación.
Por eso podría, quizá debería, ir yo justo ahora y pisarle la cabeza sin amor.
Pero no hago eso. Hago esto:
Saco mi automática y la descargo sobre la imagen que resplandece ante mí en la oficina.
Y digo: "Shoot! Shoot! Shoot in the workplace!"
David Murders. Inédito.
Pero a mí me sienta bien todo esto. Escucho la risita y aprieto un poco los dientes; sólo siento desprecio, algo de ira también, muy poca (porque estoy acostumbrado); lo cierto es que me sienta bien, muy bien, ser superior (¿eh?), me hago tolerante, resbaladizo, frío en el desprecio hacia las almas inferiores (¿eh?), un par de soplamocos con guante no estarían mal para divertirme un poco y ejercitar por sorpresa mi fuerza en estos tiempos de "paz" (¿eh?) dejándolo todo en suspenso, no visto: un par de palmadas que encienden y apagan algo ―rápido―, qué susto…, qué puto susto.
Me sienta muy bien todo esto, rejuvenezco. Debo decir que mi respeto por esta gentuza es absolutamente nulo. ¿Eh? ¿Te parece poco humano? ¿poco cristiano?, ¿poco solidario?, ¿poco cabal? ¿Te parece mal? ¿Eh?
No ves, porque no estás en mi caso, que no es en absoluto para tanto. Que podría destruir a ese hijoputa porque no siento nada por él y porque creo que se lo merece. No ves que no siento respeto humano por este hijoputa de al lado. No ves que me ha demostrado una y otra vez, con repulsiva e impúdica gracia, a la cara ―tolerancia bastarda: todas las opciones valen, todos los actos valen, ya no existe una moral― que no es un auténtico humano sino una alimaña cobarde y ladina, el traidor, un esbirro de libro, de manual, de película vista en la tele mil veces: alguien moralmente débil y capaz de todo, esa pésima combinación.
Por eso podría, quizá debería, ir yo justo ahora y pisarle la cabeza sin amor.
Pero no hago eso. Hago esto:
Saco mi automática y la descargo sobre la imagen que resplandece ante mí en la oficina.
Y digo: "Shoot! Shoot! Shoot in the workplace!"
David Murders. Inédito.
Traducciones:
Workplace shooting: Tiroteo en el (lugar de) trabajo
"Shoot! Shoot! Shoot in the workplace!": "¡Dispara! ¡Dispara! ¡Dispara en el trabajo!
"Shoot! Shoot! Shoot in the workplace!": "¡Dispara! ¡Dispara! ¡Dispara en el trabajo!
1 comentario:
Unos amigos uruguayos dicen:
"Ya lancé piedras y escupitajos
al lugar donde ahora trabajo!." Cuarteto de Nos. Tema: Ya no sé qué hacer conmigo. Album: Raro
Creo que en este relato, he hallado una opción a tener en cuenta.
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