martes, 31 de enero de 2023

ANNA (Capital Semilla): Prólogo por JORGE M. MOLINERO.




“Anna es tu mejor poema”. Estoy convencido que mi amigo Gsús habrá escuchado esta frase cientos de veces. Pero no es cierto, porque no casan culo con témporas, velocidad con tocino o seres humanos con literatura, por muy poética que esta sea.

Y poemas extraordinarios, el extremeño tiene, a raudales. Hay en su poética, a pesar de ser muy variada en formas y fondos, un rasgo que es el que más aprecio: la honestidad. Bonilla escribe sin miedo a mostrar lo más oscuro y desagradable de lo que nos propone en cada libro. Poeta, pero primero hombre, con todas la vetas y raíces que eso implica. Una de ellas, que cobra tremenda importancia en su poesía es el oficio de jardinero, figura que se atisba por vez primera en Anna.

Podría mostrarnos la flor en su mejor momento, con una gota de rocío cayendo de sus labios para la foto de Instagram, el seto recién adecentado para la inauguración de otra rotonda por parte del político de turno o el árbol escondiendo la termita, pero él nunca ha disimulado el proceso: se mancha las manos con el abono para crear belleza. Y el abono no es otra cosa que mierda. Y la mierda huele, y esa mierda en las manos va a la boca cuando se seca el sudor o se prende un cigarro. Y es ese aliento del trabajador lo que el poeta deja impregnado en sus versos. Ahí reside el poema, lejos de la niña, ajena como debe a los poemas de su padre, envuelta en los colores de sus lápices y la música festiva con su danza coreografiada.

Anna va en realidad del miedo y la incertidumbre, de la brújula imantada que chafa el plan del viaje, de la lágrima que se hace bola con la ceniza, de la suerte huraña que parece estar siempre en manos de otros, de la frialdad del impreso por triplicado y el vinagre que adereza el trabajo del funcionario.

Mi padre siempre decía que hay hijos que nacen del coño e hijos que nacen del corazón. Anna es de esta última opción, que no deja de ser una víscera más, pero que endulza la bilis de los otros órganos a los que se suele encomendar Gsús a la hora de contar.

Y ya para finalizar, me desdigo de todo lo anterior, este libro es una deliciosa historia de amor: amor incondicional a la mujer que acuna en sueños una piedra que sigue pesando al despertar y a quien, en un día de nieve, desconoce que acaba de nacer.

La sopa de estrellas comienza a hervir, ya empieza a tomar forma la pregunta hecha cada amanecer. Trenza aquí su poesía más amable el jardinero de Don Benito, como no podía ser de otra forma al estar dedicado a Anna, su hija, sin duda, su mejor poema.

Jorge M.Molinero,
prólogo a Anna (Capital Semilla),
de Gsús Bonilla
(Editorial Mankell, 2023)


lunes, 30 de enero de 2023

LA BÚSQUEDA IMPLACABLE DE BUDA por JAVIER VAYÁ ALBERT



Lo había buscado
en la mirada vidriosa de mi padre
la primera vez que le defraudé.
Y en el final purulento de los poemas.
Y en la hora abrupta del día
en que adquieres conciencia de ti.

Había atravesado
callejones infectos de Bangkok
interrogando a las mujeres/hombre
en su demencial sabiduría.
Bajo la mirada impávida
de perros tan famélicos
como los abrazos de la razón.

Había cruzado
Saigón como un desgarro pálido
por una carretera púrpura y hosca.
A lomos de ciclomotores demiurgos
pilotados por niños letales
drogados por la gasolina
y la sal del mar púrpura de Vung Tau.
Horadando la noche púrpura
como crece un deseo púrpura
en el alma de un criminal.
 
Había desistido
cuando lo vi tras la barra
despachando hamburguesas y Cola Light.
Aquel cabrón rechoncho y dorado
como el premio al empleado del año.
Sin dejar ni un segundo de sonreír
con aquellos dientes que cualquier día
morderían aburridamente al mundo
como a una hamburguesa de quince pavos.
Me miró distraído y dijo
en tu próxima vida serás lo mismo
antes de continuar eficiente con mi pedido.

Javier Vayá Albert


viernes, 27 de enero de 2023

HOMENAJE A RODRIGO CÓRDOBA



Es importante que sepáis que este espacio abierto, generado en memoria de Rodrigo Córdoba está a vuestra disposición y para todas aquellas y aquellos que de un modo u otro queramos rendirle homenaje, de la manera que estimemos oportuna, por ello esa noche habrá un micro abierto, para también dedicarle nuestra amistad.

Además, se montará una mesa editorial con el fondo de libros editados y publicaciones de Zoográfico, que Rodrigo dejó en vida, que es amplío y magnífico. No está de más apuntar, que las ventas generadas por este motivo están destinadas a satisfacer la situación de la pequeña Violeta, hija de Rodrigo. De igual modo, también existe la posibilidad de donaciones económicas, por Bizum 646 62 00 20 o bien, a través de este núm.ctta ES33 2103 7269 3 5 0040000891 que ejercen como caja de resistencia, para quienes así lo deseen o no puedan acudir esa noche.

Os recordamos: 

“ESPACIO ABIERTO” Homenaje a Rodrigo Córdoba
LUGAR: Aleatorio Bar
Calle de Ruiz, 7, Madrid.
DÍA: 4 de febrero
HORA: 21:00

miércoles, 25 de enero de 2023

SERVIDUMBRES: Eduardo Magoo Nico.




CARPA QUEBRADA

Las aristas de mi cuerpo
Yacen
Para siempre sin contorno
Puente
Tu lluvia y tu miedo y tu granizo

Gotas color el humo
Sobre ventanas de herrumbre
Rumores de laurel
El viento duerme
El olvido teje telas en la araña

Punta
Y zona de torrentes
Los pies desnudos de la bruja
En incrustaciones de reflejo real


SABER QUIÉN ES 

Saber quién es
Ha sido siempre el privilegio
De la víctima
Conocer cuánto se puede soportar
Es el arma
(Que no se desenfunda) 
No habiendo otros a la vista
Se escribe entonces por motivos inferiores
Pagando caro (a cuenta) el uso de cada palabra

El himen himeneo
Llama desde la podredumbre
Bajo el fragor de la hojarasca
Aunque ya no suene la siringa
Y el oboe melodioso
Haya tragado tanta tierra
Los muertos (ya lo ves)
No se cansan de parir y construir
Su propia muerte
Mientras los que están hechos como nosotros
Se empeñan siempre más y más en devorarse

Como espantado de mí mismo
Y de mi historia
Surco el aire a veces:
Así la huella del murciélago
Abrió esta grieta en la tarde


EL OLVIDO

Me preparé largamente para la lluvia
(Nosotros los pobres, los invictos)
Para licuarme el alma

Hace cuatro cinco estaciones llueve
Luego siguió lloviendo
Así vino el nombre de lo llovido
(Como del maullido de un gato)
No escrito
No pensado
Cantidad de veces no entendido
(Mojado)

Maúllo
Nado
Hace cuatro cinco estaciones
Veo llover lo llovido
(No escrito)
Gafas

Ella fue una visita al pasado
Una sesión de espiritismo
Una sonrisa
Una niebla que cualquier otro
Podría haber atravesado en mi lugar

Encogido
Inmóvil en la parte más alta del mundo
Tenía ahora su conciencia
En el centro de la perfecta soledad
Que había supuesto

Me preparé largamente para la lluvia
(Nosotros los pobres, los invictos)
Para licuarme el alma


Eduardo Magoo Nico, de Servidumbres (La Cartonera Edizioni, 2022)

lacartonera.edizioni@gmail.com

sábado, 21 de enero de 2023

NO SE PUEDE SER TIERNO CONTIGO por MAYA MUKTI




Quién soy yo
tan faltada de amor
pero tan distante.
Quién soy yo
tan tierna por dentro
y pinchando todo lo que roza.
Qué misterio es el mío
que apenas me riega la lluvia
estando moribunda
me yergo cual lanza
dispuesta a atacar.
Cuánto mal cobijo en mi adentro,
destila veneno y seca todo lo que toca.
Flor en el desierto
sedienta de besos
que quema y asfixia
a quien la quiera oler.
Estrella perdida caída del cielo,
negrura profunda que absorbe
y eclipsa la luz.
Y aún más
tesoro bendito de Dios
que arruina al que llega y lo toma.
Quién soy yo. Qué importa.
Como tú un alma pura y eterna
presa en el delirio
de un cuerpo egoísta y mortal.

Maya Mukti


viernes, 20 de enero de 2023

NAVEGÁNDONOS por RAMÓN GUERRERO




De la vida recuerdo sobre todo los momentos que se detuvieron
tibios, navegando en el mar de los hielos donde
las chimeneas de aquellos barcos de papel
respiraban en los extremos de la ternura.
Miles de millas recorridas entre lo confuso y lo feliz
en los distintos puertos, muy cerca del tiempo
de los sabores, de las presencias que siempre invaden
los abrazos del deseo, de las llaves que unen mi vida
a los puntos y aparte.
Cómo olvidar los cielos abiertos, los alaridos del corazón,
las estaciones, los ojos de la noche
el amor alado que nos acompaña y nos tapona todas las heridas.
Mi memoria trabaja en silencio, sin palabras crispadas
como los buenos compañeros de armas que siempre cubren los sueños.
Así atravesé la edad de los metales, algún que otro agujero negro,
la alergia a los huesos sin destino y con miedo
los misterios que desconocen hasta cuándo las llamas y la ceniza.
No descubras tus fuentes. Envejece a través del viento
con esa sed que siempre poseen los espacios abiertos.

Ramón Guerrero


Foto: Ibbur

martes, 17 de enero de 2023

VIDA DE LOS ARTISTAS, LOS PROBLEMÁTICOS, LOS DEGENERADOS, LOS DÉBILES por SERGIO MAYOR



Verlaine vacila entre la criminalidad y el misticismo. Rimbaud proclama a Baudelaire el Verdadero Dios, pero ¿quién querría ser Baudelaire?
Duffy escribe sobre una imagen de Ernst: La Virgen da una somanta al niño. ¿Quién querría un dios en la casa? Jerusalén murmura. María no quiere un Dios. María no quiere un maldito.
Dios brevemente, Baudelaire en el siglo catorce, prendido por la inquisición, digo que la hoguera fue un alivio.
Artaud lamenta el efecto de la masturbación en el comportamiento de los padres jesuitas. Astuto, aconseja a la familia: ¡Acciones de la Compañía Tokio! ¡Acciones de la Shell Transport!
Huybrechts, trágico, pierde su fortuna en la Bolsa de Valores. Enfermo, toca villanías en locales de striptease. Se enamora de Sonia, la prostituta, la desarraigada, la proscrita, la sabia, mi Baudelaire malhablada.
Panero, descendiente de helenistas y cirujanos, orina los coches de la calle Murga. Acosado por el fuego de la inteligencia, busca la salvación por la idiocia. ¿Quién querría ser Panero? ¿Quién Baudelaire?
La estatura de Bukowski, un metro noventa, explica su afición a las peleas. Mi estatura hace inexplicable mi afición a las peleas.
Strindberg detesta todas las patrias, especialmente la sueca. Bernhard detesta Viena. Escapé de mi ciudad, fumo demasiado, ya sabe, el cáncer, el poema de Auden, Mrs Gee, la pobre Mrs Gee se pone la blusa, el doctor se lava las manos, el doctor le dice: ¿Cómo no vino a verme antes, Mrs Gee?
Blake, denunciado por un tal John Scofield, un incidente vecinal, se obsesiona. John Scofield, en la mitología satánica de Blake, alcanza el evemerismo de un demonio. He sido John Scofield en la mitología satánica de algunos. He sido la repugnancia privada de trescientos camareros.
Dickinson se recluye quince años en la casa de Amherst. Hay suficiente nomadismo en una habitación. Hay mapas, hay territorios con dragones en la cabeza de Dickinson.

Por no decir el incesto. Trakl se enamora de Grtel, su hermana. Hardy embaraza a su amor, Triphena, prima hermana. Tennyson escribe un réquiem homosexual a la muerte de Hallam, su cuñado. Darwin, eugenésico, casa con prima hermana, lo mismo que Poe, Rachmaninoff, Stravinsky, Milhaud, Grieg, Wells, Gide, etcéteras incestuosos, execrables, sangre narcisista, sangre que quiere repetirse. Me casé con Ana en el juzgado de Vegueta.
Gesualdo compone madrigales y mata a su mujer. Alonso de Cano talla inmaculadas y mata a su mujer. Burroughs busca la Experiencia Cumbre y mata a su mujer. El uxoricidio como una de las bellas artes.
Housman, poeta delicioso y menor, une la muerte y el críquet. ¿Quién querría ser Baudelaire? Yo querría ser Betjeman, jugar al tenis con Miss J. Hunter Dunn, tomar un cocktail de lima y de ginebra, escribir la Canción de amor de un subalterno.
¿La mujer más bella del mundo? Carson McCullers, borracha, contrahecha. ¿La mujer más bella del mundo? Flannery O´Connor, lupus cutáneo, alopecia. ¿La mujer más bella del mundo? Las tísicas, las tristes, las hermanas Bronte. ¿La mujer más bella del mundo? La mujer de la calle Tablas.
La santidad del azul y el azul corrompido.

Sergio Mayor


viernes, 13 de enero de 2023

TRANSFORMACIÓN por DAVID GONZÁLEZ





Durante estos últimos
casi cincuenta y tres años
viví en un sueño recurrente:

yo era
peter pan:

yo era
peter pan:

era:

porque esta mañana
cuando me desperté
ya tenía

un garfio por mano

y otro

por corazón:


David González, de Los equilibristas (Raro Ediciones, 2021)


jueves, 12 de enero de 2023

CEREMONIA: Harold Alba.



MADRE

Mi madre tiene en los ojos
el vacío de otro cielo.

Yo la observo como quien busca una palabra,
un gesto de redención en medio de la noche,
un parque en sus manos,
en esas nubes que dejaron de moverse.

Intento encontrar su voz en el abismo,
alguna actitud que la recupere para el día,
alguna forma que le quiebre los labios.

Mi madre tiene la estática de los acentos,
la consonante que no sabe
cómo pronunciarse,
el miedo a morir en una casa
que nada tiene que ver con el malecón,
con su calle alerta al temporal del trópico,
a sus tentáculos de arena moviéndose
con la velocidad de un espectro.

Mi madre ha perdido la voz,
pero es como si todavía la tuviera,
por eso le acerco el corazón,
el ruido de sus pálpitos,
la oscuridad que borra
su dolor en la neblina.


DISPARO

Papá sabe que lo pienso,
por eso un geranio me sorprende
a esta hora cuando en Barranco
la distancia es una mancha
con la que me atrevo a despintar el cielo:
sus árboles de cemento en las ventanas,
los pájaros que todavía me asombran
con el aleteo de sus palabras,
el estribillo que anuncia
la derrota del sol,
su rabia oculta en mi nostalgia,
la ira de Dios quebrándose en el agua
con la precisión de un disparo
perdiéndose
al otro lado de la galaxia.
 
Papá sabe cómo me siento,
conoce las réplicas,
el punto cardinal que mueve el día;
en su hombro
mi corazón es un gato
escribiéndole sus siete vidas.


Harold Alva, de Ceremonia (Editorial Summa, 2023).


miércoles, 11 de enero de 2023

ASESINADA AYER



Amanzio Berzaghi (Raf Vallone) es un padre que busca desde hace días a su hija Donatella (Gill Bray) una chica de 25 años discapacitada psíquica y con una mentalidad de niña pequeña, pero con un marcado elemento ninfomaníaco. Desesperado, acude pidiendo la ayuda del comisario Duca Lamberti (Frank Wolf) el cual iniciará una intensa búsqueda por los burdeles de Milán, ya que sospecha que la chica ha sido secuestrada para su posterior prostitución. Basado en un relato titulado I Milanesi Ammazzano Al Sabato de Giorgio Scerbanenco, este film forma parte de una trilogía basada en otras obras de Scerbanenco y con Lamberti como protagonista (los otros son Privado De Amar y Violación En Las Aulas). Como muchos de los films italianos de esa época y, sobre todo, los centrados en Milán, este film también muestra de manera cruda y desesperanzada tanto la odisea del padre como la del policía honrado que, a pesar de su buena voluntad, ve como la fetidez y la podredumbre moral le rodea de manera bestial. Personalmente me ha dejado el cuerpo un tanto tocado, la verdad. Por cierto, banda sonora de Gianni Ferro con Mina cantando la canción principal.

Joan Parera


martes, 10 de enero de 2023

ÁRBOL MENTAL por JOSÉ G. CORDONIÉ


 


Abro el grifo de agua caliente y preparo la navaja y la espuma de afeitar. Observo en detalle la imagen invertida de mi rostro en el espejo y me cuesta reconocerme: una prosopagnosia imperfecta que me hace dudar de mi reflejo.

Siento la pérdida de proporción de mis rasgos y llego a la conclusión de que estoy en un lugar que no me corresponde, en un espacio donde he perdido la orientación, donde al mirarme no encuentro aquello que busco sin saber qué es y desconozco lo que debo hallar. Me he perdido en mi propio reflejo, en la cosmografía de mi rostro, como si estuviera desubicado ante un mapa en una escala irreconocible donde no sé determinar el punto donde me encuentro.

(Sin referencias, cualquier posible camino es absoluta oscuridad o es laberinto).

Esa sensación de que mi cara en el espejo se transforma en una cara diferente a la mía viene dada porque apenas hay luz en la habitación. (Estás dormida y no quiero encender la luz para no despertarte). El cerebro no recibe toda la información de mi rostro por la escasa luz que lo ilumina y se inventa aquella parte que no ve, y lo hace añadiendo elementos de la memoria o de la imaginación.

Sé que esto es lo que me ocurre, pero a pesar de todo me afeito dispuesto a volver a salir al día por un camino que intuyo que no me concierne, absorto ante mi desubicación, como un dios borracho ante la frasca de vino de una taberna.

Entonces te despiertas y me preguntas desde la cama que qué me ocurre.

Te lo cuento.

Me dices que parezco IDIOTA (en mayúsculas).

Sigo afeitándome mientras tú te vas a la ducha. Te veo enjabonar tu cuerpo y la espuma me hace imaginar escamas en tu piel, y me figuro que eres una sirena tumbada en la arena de una playa desierta. Una sirena varada a la espera de que mis brazos te lleven otra vez al mar.

Bajamos a desayunar.

Lo hacemos en una pastelería enfrente del pequeño hotel, desde donde observamos los árboles plantados a lo largo de la acera. Nos gustan esos árboles en hilera, comentamos, a pesar de que ignoramos de qué especie de árbol se trata.

Es el típico árbol -te digo-. El arquetipo que lleva al árbol que imaginamos.

Y luego hablamos sobre la imagen mental que cada uno proyecta de un árbol. Un ideal de árbol que en realidad no existe. Un árbol imaginario, aunque vislumbremos una especie concreta. Pensé en árboles de hoja caduca y árboles de hoja perenne esperando la primavera que, como la muerte, los igualará a todos.

Y más tarde, pensamos en la imagen de Amor, y la metáfora nos llevó al proceso cognitivo central de la corporeización del significado para deshacer la abstracción del pensamiento.

La metáfora -te dije- ata el sentimiento a la palabra.

Reparo en la libreta de apuntes que tengo sobre la mesa, junto a la taza de café aún medio llena, y observo una de las hojas donde he dibujado parte de mi pensamiento, que se compone de memoria y de ficción. Ese papel, me digo, en otro momento fue parte de un árbol. Vuelvo a la imagen mental del árbol. Divago sobre el papel como pieza interior del árbol e imagino su corteza escrita con la punta de una navaja. Nombres y dibujos simples. Iniciales y corazones. La piel del árbol tatuada. Y su alma, representada en papel en blanco, dibujada por mi mano conectada a mi pensamiento, que no es otra cosa que mi alma. Mi alma vinculada al alma del árbol por un hilo umbilical de tinta.

Retroalimentación.

Retrosubsistencia.

Concluyo que el árbol mental y yo ya somos sólo uno.


José G. Cordonié, de 78 rpm (FAKE)
(Versátiles Editorial, 2021)


lunes, 9 de enero de 2023

FLASH por EUSEBIO PRIEGO



Me gustaría escribir esto desde un spectrum de 48 k,
sentir el tacto suave de sus teclas
en mis manos de nueve años.

Presionar la A
y dirigir mis palabras al mundo
de entonces,
que vengan los ochenta a rescatarme
de esta lluvia sin sentido.
 
Tengo el techo agujereado de ciudad,
se me cuelan las calles
que nunca seré.
 
Hay un poema a medias en la mesa
5 metáforas abiertas en canal.
Hay un rumor de lluvia en el rellano
de la puerta,
un espíritu que traza círculos alrededor
de la imagen que un día fue.
 
Hay también una necesidad olvidada
de ser en el mundo algo más que un hombre,
algo más profundo que una tonelada de huesos.
¿Qué hago con este dolor, dime?
¿qué hago?
Si me ves sonreír pensarás que estoy cuerdo, una cometa de persona y sin embargo
llevo a cuestas trece potros de tortura que intercambio a diario por gramos de equilibrio,
electrones que mantengan los servicios mínimos en esta nave que reposa en el planeta equivocado.
 
Perdí la fuerza
un martes,
apenas grito

Hay una ciudad para enfermos mentales
a dieciséis carteles de aquí,
ofrecen una lobotomía.
 
La nada es la moneda de cambio
una piscina de algo.
El entorno que te salva de la vida
 
Al llegar allí sientes un cosquilleo en las manos
una despedida del lenguaje,
esa leve melancolía
que precede al pantallazo en blanco.
 
Nunca me atrevo a dar el paso final,
simplemente me arrodillo.
 
Hay quien dice que somos los nuevos devotos
del sistema,
la gran mayoría,
un grupo de náufragos
espectadores privilegiados de la muerte
que nos mantiene erectos,
como soldaditos de plástico a las puertas
del patio de ese colegio que quizás fue
la parte sombreada de un intento de sonrisa
un segundo antes de la foto.
.
..
…….
Flash.

Eusebio Priego


sábado, 7 de enero de 2023

MIENTRAS PUEDA DECIR: Luis Ramos de la Torre.



CAMINO

Somos lugar y en ese punto estamos
como una mimbre al viento que va y viene,
como el tallo en la planta que sostiene
la vida en flor, y en tanto caminamos.

Somos un aire en cinta porque vamos
buscando contra lo que nos retiene,
y en ese ir y venir que nos mantiene
seguramente nos equivocamos.

Complicamos sin más nuestro camino
creyéndonos la voz del universo,
modificando el sesgo del destino.

Y sin querer errar merodeamos
entre la prosa inquietos o en el verso,
y en el camino a veces acertamos.


ORGÁNICA

Por amor pierdo el norte y me condeno,
mi sístole y diástole quebranto,
y torna al punto la tristeza en llanto
si va tu pulso hacia mi desenfreno.

Amando aprendo y al amar me entreno,
huyo cual fiera herida de mi espanto,
lucho a contracorriente y me levanto,
y me enajeno en ti, sí, me enajeno.

Dislates y aturullos me domeñan,
el corazón no es dueño de su rumbo,
y con tanto desorden me entra pánico.

Ventrículos y aurículas se empeñan
en desbordar mi sangre y me derrumbo.
¡Me vuelve loco este barullo orgánico!


TRAS EL LLANTO

Vivir será a la postre la primera
suerte que llega con la voz del llanto.
Se abre a la vida tras nacer el canto,
la luz y la palabra, su quimera.

Si el invierno se torna primavera
después de tanto frío y hielo tanto.
Si verano y otoño, seña y santo
de la alegría fueron lanzadera.

¡Conténtese, sonría, salte el hombre!
¡Álcese la mujer en esta suerte!
¡Que el mundo se divierta y que se asombre,

alegre contra el rostro de la muerte!
Y si el vivir transcurre de esta guisa:
¡A reír y a partirse de la risa!


ARGUMENTOS

Escucha, piensa, anhela. Sé prudente.
No dejes que te engañen y protesta.
Callarse no es lo más inteligente.
Niégate, no los sigas y contesta.

Dudar es lo mejor, así la gente
aprenderá a pensar; es una apuesta
al menos en principio diferente,
lo importante es buscar una respuesta.

Cualquiera cree que sus argumentos
tienen sentido, fuerza y los defiende,
y es de razón hacerlo con respeto.

No obstante, muchas veces hay intentos
por parte de algún torpe que no entiende
que en esto lo mejor es ser discreto.

¡Cuidado con el tuno que se inquina,
suele arrimar el ascua a su sardina!


UNA SOLA VERDAD

Mientras pueda decir sin confundirme
una sola verdad y que esta sea
una norma, una ley, una marea
de luz con que guiarme y donde asirme.

Mientras pueda escribir y lo que afirme
ayude en algo al otro que me lea,
entregaré sin miedo a quien me crea
parte de lo que busco al exigirme

claridad y sentido en lo que escribo
o en todo lo que admiro y lo que leo
en los grandes autores esenciales.

Quiero sentir con esto que percibo,
algo del fuego aquel que Prometeo
robó a los dioses para los mortales.


MACHADIANA

“Y ayuna, y labra, y siembra, y canta, y llora”:
versos de don Antonio en cuerpo y alma.
Ayunar y vivir desde la calma
y labrar la emoción de la demora.

De aquel que siembra dicen que atesora
vida, y cosecha tras cosecha empalma,
por eso canta y de esa forma encalma
el tiempo, savia que a su cielo implora.

Que algunas veces llora, ¿quién lo duda?
Nadie se libra de sufrir la herida,
ni de abrir a su llanto la garganta.

Quien sabe de la tierra es quien la suda.
Y solamente da vida a la vida
quien labra, ayuna, siembra, llora y canta.

Luis Ramos de la Torre, de Mientras pueda decir (Baile del Sol, 2022)


lunes, 2 de enero de 2023

QUIÉN SABE QUÉ por CRISTINA FLANTAINS



Saber lo que uno quiere decir y decirlo
saber lo que uno quiere decir pero callarlo
saber lo que uno puede decir pero no decir nada
saber lo que uno puede decir y decirlo
saber que tienes que decir algo, pero no saber qué
saber que tienes que decir algo, saber qué pero no decirlo,
pero sí decirlo a pesar de las consecuencias o precisamente por ellas.
Saber que lo que vas a decir te va a llevar al infierno.
Saber que lo que vas a decir no le va a importar a nadie,
saber que lo que vas a decir no lo va a escuchar nadie 
y descubrir que estás más solo de lo que creías, 
en una compañía inesperada, quién sabe qué
Y anticiparte al futuro después, bajo los auspicios de una formulación inconmensurable, de un decir encriptado en un crisol de geometría perfecta pensando que eres la mariposa del sueño de Edward Lorenz, que lo podrías ser, que deberías ser, que jamás serás.
Presentir lo que tienes que decir y no encontrar las palabras. Intuir lo que tienes que decir y que el pavor o la emoción te hagan enmudecer.

Cristina Flantains