martes, 26 de febrero de 2008

LAS ALIMAÑAS DESCARNADAS DE LA NOCHE

Cuando tenía seis o siete años, solía sentirme constantemente atormentado por un extraño tipo de pesadilla intermitente en la que una especie de entidades ( a las que llamaba Alimañas Descarnadas ) solían agarrarme con los dientes por el estómago y llevarme a través de infinitas leguas de negrura por encima de torres de ciudades horribles y de muertos. Finalmente, me llevaban a un vacío gris donde podía ver los pináculos afilados de enormes montañas, millas más abajo.
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Howard Phillis Lovecraft

1 comentario:

Gustavo Camacho dijo...

Eso es más o menos lo que suele sucederme cada día, camino a mi trabajo, con resaca pero bien despierto.