Te espero con la cabeza disuelta en el ánima viva de los cables de la luz. Con el hierro de los trenes clavado en el paladar.
Te espero dormido en la escalera despoblada mientras descienden grillos sobre mi sueño de papeleras y ráfagas de aire caliente donde juegan pájaros de neón que despistan a los gatos.
Aquí no necesitamos colinas a las que subir para admirar el paisaje. La luz eléctrica se filtra en todas las entrañas, en todas las células, en todos los tumores. No hay objeto por pequeño y oculto que esté cuya presencia no pueda delatar. La luz eléctrica sabe quién, cuándo, cómo y por qué.
Tropieza con el reloj, el anillo y la botella que nadie vio vaciarse. Tropieza incluso contigo que has roto tantos espejos.
Te espero flanqueado por el hombre de ojos cosidos a la espalda y la mujer sin brazos que exhibe un collar de perlas falsas.
Te espero con los pies húmedos del agua de los jardines. Con el cerebro y sus vapores envueltos en papel de periódico.
Te espero jugando a las cartas con los niños y los muertos.
Salamandras de humo y acero beben el aire que evapora sábanas hacia las calles. Ventanas que bostezan visillos de aire caliente, proclaman su agonía de lámparas amarillas a los cuatro atardeceres.
El perro ciego ladra a los últimos abrigos que huyen acobardados hacia la parada del autobús. El perro ciego ladra a todo lo que no ve y yo te espero una vez más sentado en el parque oscuro a la salida de los túneles, amenazado de casas, enfermo de gatos, muerto de luna muerta. Como si todo llegase para quien sabe esperar.
Texto e ilustración: Toño Benavides, del libro inédito Paraíso.
Mi queridísimo hermano Toño Benavides, uno de los grandes de la ilustración española, habitual de Vinalia, tripulante y compañero de viaje en El merodeador, entre otras muchas cosas, acaba de finalizar su primer libro ilustrado de relatos, titulado Paraíso. He tenido el placer de ser uno de sus primeros lectores y os puedo asegurar que su criatura es una verdadera joya, surrealista, futurista, ominosa y onírica, poética y turbadora, poderosa y bullente... Ilustración, diseño, tipografía ( que aquí, debido a las limitaciones del blog, no podéis apreciar ) y texto conforman un híbrido fascinante y extraño, una perla negra para engarzar... Pronto estará editado y podréis comprobar lo que afirmo... De momento, para abrir boca, ahí va este suculento entremés. v.
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