jueves, 17 de junio de 2021

BIENVENIDOS A LA ERA PULP por JOSÉ G. CORDONIÉ




No habrá nunca en la literatura nada que supere la dificultad de condensación y desarrollo de una historia como un breve escrito que reúna la intensidad, el ritmo y la concreción adecuadas del relato o el cuento.

La brevedad del relato exige un trabajo minucioso de economía comunicativa donde aunar, en pocas palabras, aquello que se quiere contar al lector sin permitir que su atención descienda durante todo el trayecto al que nos invita la lectura. Este es el Arte de contar en su estado más puro, cuyos hilos Vicente Muñoz Álvarez conoce y maneja con diestra maestría desde hace muchos años -digamos que ya son treinta-, desde esos inicios en los años 90 en los que comenzó a desarrollar su necesidad de escribir en fanzines y en revistas que empezaban a irrumpir con fuerza y talento en el mercado literario en su batida más subterránea.

En esta colección de relatos, reunidos bajo el sugerente título de Las setas y otros relatos de la Era Pulp, Vicente Muñoz Álvarez nos invita a un viaje narrativo a través de 30 cuentos que nos trasladan desde aquellos convulsos y encendidos años 90 hasta nuestros días. Relatos envueltos en literatura y en cine a partes iguales, como un largo travelling literario que atravesara las páginas para llenarnos de aromas underground de venganza y tenebrosidad, de piel trémula y jadeo, de vino y opiáceos, de amor y sexo, de búsqueda y encuentro.

Vicente Muñoz Álvarez es partícipe de esa literatura de autor hecha con artesana autenticidad y honestidad inmensa, que nos hace llegar en cada uno de estos cuentos, con percepciones o visiones que van más allá del realismo cotidiano que aparentan de inicio, porque se entremezclan y derivan en ocasiones en un realismo fantástico o, incluso, en la más genuina ciencia-ficción.

Diversos tipos de realidad dentro de una realidad.

Una realidad donde Vicente Muñoz nos muestra esa literatura breve y de alta calidad de la que antes hablaba, en la que despliega su escritura vertical, permitiendo diferentes lecturas del relato; una primera más superficial, que te llega de inmediato y te golpea; y una segunda más profunda y sentida, que te asalta más tarde, casi de improviso, una vez que has finalizado el relato y éste se mantiene divagando en espiral por el inconsciente encontrando otros significados que ni siquiera buscaba. Narrativa de propio estilo con divinos aromas de la mejor literatura, sin atender a un único género, como podrían ser el realismo subterráneo y reflexivo de Bukowski, el entorno descriptivo y expresivo de Fante, el lenguaje jergal y sin tapujos de Céline, la creatividad espacial de Philip K. Dick, la oscuridad profunda de Poe, la mitología propia de Lovecraft, la magistral y concisa brevedad de Machen, o la vivencia descarnada de Lowry, además de la reformulación del ritmo y cadencia del sonido vibrante del proyector emitiendo en su luz una buena película de clase B filmada en 35 milímetros.

Este viaje que nos propone el autor es también un recorrido a lo largo de su trayectoria, a través de su piel escrita con rutas de palabra y tinta, de talismanes y regresiones, desde aquellos inicios de fanzine hasta su inconmensurable (y poco reconocida aún) labor en la literatura actual, en la que participa como poeta, narrador, ensayista y editor, siempre mostrando un alma generosa e íntegra de la que nos hace partícipes a los lectores habituales de sus libros, o incluso de sus blogs y de sus post en redes sociales, que complementan y completan su escritura, permitiéndonos una visión mayor del individuo, de su experiencia y de la transmisión de ésta como una actitud ante la vida.

Un escritor de culto, todoterreno, de corazón y alma, comprometido con la Literatura desde su núcleo, desde el lirismo del desarrollo de una idea, un poema o un relato, a la edición de una antología o de su mítica revista Vinalia Trippers.

Como ya dije, las narraciones de Las setas y otros relatos de la Era Pulp se desarrollan en una línea de literatura de autor, de urbanidad y fantasía, de tradición pulp, de mezcla sabia de escenarios y circunstancias, de una realidad que Muñoz abate para seguidamente reconstruir con su propio estilo, con tramas o argumentos que tal vez hayas podido encontrar en otros libros o películas, pero no de esta manera, porque en estas páginas se presentan dados la vuelta, sin clichés, con distintos lenguajes y puntos de vista.

Un libro que, seguro, no dejará indiferente a nadie. Y cuyos relatos seguirán deambulando mucho tiempo en vuestra cabeza por las noches tras su lectura.

¡Bienvenidos a la Era Pulp!

José G. Cordonié, 
prólogo a Las setas y otros relatos de la Era Pulp
(Versátiles Editorial, 2021)

Ya en preventa en:


Booktrailer:


miércoles, 16 de junio de 2021

HAIKU VOODOO por JOAQUÍN PIQUERAS




HAIKU KANE

es el insomnio
de las horas, el frágil
pulso del tiempo


EL HAIKU DE JOKER

fe de payaso
en la forzada mueca
de la existencia


THE HAIKU OF THE RAIN

gotas de lluvia
expiran en la tierra,
como tus sueños


HAIKUTANASIA

cerrar los ojos
y morir suavemente
entre tus labios


HAIKU POST MORTEM

tal vez la muerte
nos haga más humanos
para otra vida


HAIKU VOODOO

en el embrujo
del instante adoptamos
sueños eternos


Joaquín Piqueras


martes, 15 de junio de 2021

ARÁBICA: Pablo Cerezal.



Lentos, suaves, fragantes, el aroma del café y la temperatura de los amantes recomponen la atmósfera del cuarto proporcionándole, por un instante, calidad de hogar. La fantasía fosforescente del atardecer inventa volúmenes insospechados a las cortinas de la estancia magnificando el efecto del sol en retirada. A veces, la luz, los aromas, los sonidos, son capaces de obrar milagros.

Pablo Cerezal,
de Arábica (Chaman Ediciones, 2021)


lunes, 14 de junio de 2021

HERE'S LOOKING AT YOU por HARVEY TOWNSHEND




cuando te conocí

cuando te conocí

el puesto de helados de la curva
repartía raciones en un verano de tantos
el viejo río bajaba teñido
y las garitas resguardaban
a los chicos de reemplazo

cuando te conocí

las muchachas sonreían
al bajar por la avenida
las quimeras disfrazaban su rostro
y los tiempos cambiaban de dueño
siempre en cualquier otra parte

cuando te conocí

los niños conseguían cigarrillos
en la tienda de ultramarinos
los viejos saludaban al cruzar el puente
y la ciudad se mecía despacio
tratando de conservar su nombre

cuando te conocí

vagones de hierro
cambiaban de vía en mitad de trayecto
los domingos reposaban en una sesión continua
y la playa se esfumaba en silencio
bajo estos mismos adoquines

cuando te conocí

nos sentamos a la mesa
y compartimos con alivio mi retraso
revolví la sal con el azúcar
y enfilé el camino
hacia el centro de todos tus planes
cuando te conocí

retomamos la partida
donde nunca la habíamos dejado
me salté todas las reglas
y prendí fuego a la casa
justo al comenzar la tarde

cuando te conocí

te reconocí sin dudarlo

te mentí sin quererlo

te elegí sin pensarlo

te maté sin saberlo

*

tiempos de vuelta


no tuvimos más opciones
que salir en estampida
llevar puesto el equipaje
y guardar en el tintero
los versos de doble filo

los bares fueron cerrando
el dorado sucumbió al bronce
y con las primeras luces
nuestros viejos remiendos
confirmaron su regreso
hasta el punto de partida

sin llegar a proponerlo
tomamos como parte del juego
esculpir huellas de barro
en ausencias movedizas
responder con evasivas
sobre aquellos restos de sangre
en el traje de los domingos

esto fue así
chico
esto fue así

ahora todo nos llega etéreo
los cuchillos afilados
ya no están bajo las mantas
el tiempo patina
sobre tierra engrasada
y los sueños se evaporan
justo al alcanzar la esquina

fluimos en un tránsito de vuelta
de nubes áridas
de vivir encarados
            hacia los atardeceres
de tratar de sujetar las riendas
            y sentir cómo arrecian las despedidas

de evitar volvernos cuerdos
de cambiar nuestra locura de sitio


Harvey Townshend, de Here´s looking at you (Boria ediciones, 2021)


sábado, 12 de junio de 2021

EL DILEMA DEL AIRE: Luis Ramos de la Torre.




"LA materia entregada cunde siempre.
Iza más que la púrpura y los brillos,
se asencilla y ofrece sosegada
su vocación de límite.

Así el vértigo fruto de la luz,
así el instante dándose en ciertos pensamientos.

                                                    (cosecha)"


"DE la hoja el temblor.
                         Sueña la rama.
Su respiración
se tensa abierta a la sombra del tronco,
y se resuelve en la primicia
            del carbono nuevo adensándose.

¡Nada que no dé la gravedad, hoy,
nos suena ajeno!

                                                 (carbónico)"


"DIJE hueco cerrado, noria,
hura a la que no accede ni su propia trampa.
Pensamiento, perfume, dije, duda, huerto.

Dije humildad,
lavanda, diente de león,
emersión penetrante del cantueso.

Dije nada es sin los árboles,
y sin querer después caí en la cuenta.

                                                 (nombres)"


Luis Ramos, de El dilema del aire (Reino de Cordelia, 2020)


miércoles, 9 de junio de 2021

YA EN PREVENTA en VERSÁTILES EDITORIAL




En esta colección de relatos, reunidos bajo el sugerente título de Las setas y otros relatos de la Era Pulp, Vicente Muñoz Álvarez nos invita a un viaje narrativo a través de 30 cuentos que nos trasladan desde aquellos convulsos y encendidos años 90 hasta nuestros días.

Relatos envueltos en literatura y en cine a partes iguales, como un largo travelling literario que atravesara las páginas para llenarnos de aromas underground de venganza y tenebrosidad, de piel trémula y jadeo, de vino y opiáceos, de amor y sexo, de búsqueda y encuentro.


José G. Cordonié

Ya en preventa en la web de la Editorial:


Booktrailer:


LAS SETAS Y OTROS RELATOS DE LA ERA PULP: Booktrailer.

martes, 8 de junio de 2021

MINIATURAS por JOSÉ ÁNGEL BARRUECO



 

17.

La madre viste, lava, peina y acicala al niño antes de enviarlo de excursión de aprendizaje al colegio, o sea, a la vida. Cuando él ha partido y la puerta se cierra, ella tiembla. Reza para que no le suceda algo malo, para que no lo molesten ni le insulten. Lo mismo que hago yo, cada mañana y desde hace ya varios años, con las palabras que envío ahí fuera, a esa exposición pública que siempre corre el riesgo del escarnio y la tragedia.

32.

Imaginemos que la literatura es un lago. Debemos atravesarlo a diario. Casi todos los escritores de este país nadan juntos, se protegen si uno corre peligro de ahogarse, se animan a llegar a la otra orilla. Yo, en cambio, nado solo. Despacio, a mi ritmo, sin salpicar. Lucho para esquivar la soledad, el fracaso y los tiburones. Pero sé que aún quedan cuatro o cinco literatos, generalmente poetas, que se zambullirían en el agua si me hundiese. Llegarían sin resuello a mi lado, con la única intención de tenderme una mano. Ellos también suelen nadar solos.

37.

En la actualidad, el problema con los aprendices de escritor es el siguiente: creen que escribir significa estar en las ferias del libro, firmar ejemplares a miles de lectores, colaborar en los grandes medios, conceder entrevistas, participar en debates televisivos, darse atracones en cenas gratuitas, recibir palmadas en la espalda, ganar una pila de dinero y encaramarse a la cima de la fama. Y no es eso, hombre. Eso es la excepción, y escribir es lo contrario: es la soledad, el sacrificio, el anonimato, la pobreza, el fracaso, tu editor diciéndote que no has vendido nada, que nadie te reconozca en la cola de la pescadería, y el sufrimiento y la lucha diaria y desquiciarse con el folio, con los fantasmas y con tu propia sombra.

83.

Me encanta ese pasaje de La rubia del bar, de Raúl Núñez, en el que un personaje le suelta al narrador: Ahora te ha llegado el momento de demostrar que tienes cojones, tío. Siéntate a la máquina y escribe la historia.

124.

De los comentarios del blog de Hank Over recato una frase estupenda del limeño Miguel, "el dueño de los cajones": Veo que acá se reúnen los malditos, los genios y los locos.

146.

Rabia. Me gusta la rabia que encuentro en muchos blogs. La rabia contra la sociedad y lo establecido está prohibida en las revistas del régimen, en los periódicos, en los magazines al uso. Está encarcelada y proscrita y por eso necesitamos las vomitonas de los blogs. Gente provocadora, sin pelos en la lengua, con el hacha en la pluma (o sea, en el teclado). Gente libre, en definitiva. Gente que ha optado por dar zarpazos de escritura en vez de mamársela a los poderosos para que les garanticen un premio amañado. Necesitamos esos blogs, esa libertad. Necesitamos esos aullidos.

169.

En estos meses el trabajo más duro que he afrontado es conseguir que no me atrape la depresión.


José Ángel Barrueco, de Miniaturas 
(Los papeles de Brighton, 2021)

https://lospapelesdebrighton.com/2021/02/17/jose-angel-barrueco-miniaturas/?

En Miniaturas, José Ángel Barrueco recoge a modo de dietario las anotaciones de su blog Escrito en el viento entre 2007 y 2011. Se trata de 194 textos breves que hacen referencia a la vida del autor, a sus lecturas y a sus reflexiones.

sábado, 5 de junio de 2021

CIELO DE HOJALATA: Gema Albornoz.



Gema Albornoz construye su particular aportación al género elegíaco: desde la magia infantil de las palabras (orientavelas, rascanubes) que, a su vez, nos recuerda la doble filiación de la poeta (niña y adulta, hija y mujer a la vez) respecto al centro materno de gravedad en torno al cual todo lo demás sucede. Los juegos de palabras, la casa, los enseres, los recuerdos, lo concreto y lo irreal van componiendo así el equipaje de una despedida, reconocida en su inevitabilidad. Hasta el frío lenguaje burocrático se contagia de ese tono a la vez material y onírico (ave extraviada que se escapa por la ventana) que le presta la poesía, en una imagen que nos remite a una nueva Perséfone a la inversa, al rescate imposible de Deméter.



miércoles, 2 de junio de 2021

TEATRO FANTASMA: Ismael Orcero Marín.



Prólogo a Teatro Fantasma,

por Javier Tortosa


Hay determinadas cosas que nos definen. Gestos, querencias, manías. Costumbres que arraigamos, patrones que repetimos, amuletos que veneramos. No están en nuestra vida por casualidad. Ni por capricho. Forman parte de ella. Son reflejo de nuestra forma de comprenderla.

Conocí a Ismael en la presentación de su Fin del Mundo. Sentado (¿recostado?) en una butaca, saboreando el momento, poniendo mimo en cada una de las dedicatorias. Con una pluma estilográfica. Sí, con una pluma estilográfica. En esta época de mensajes instantáneos, de pictografías codificadas, Ismael continúa rascando el papel, confiando en la tinta, tratando de no emborronar renglones. ¿Entienden lo que les digo?

A Ismael le gustan los detalles, percibe que encierran la esencia de lo importante. Los cuida. Se fija en ellos. Lee entre sus líneas. Ve más allá que todos nosotros. Y deja constancia.

Ismael Orcero es un cuentista. Con todas las letras. Sin quitar un ápice. En el buen sentido. Capaz de aparcarnos cualquier urgencia, de hacer olvidar que el mundo afuera estalla en mil pedazos. Ismael es un gran contador de historias. Fantásticas, inventadas, imposibles. Y también reales. Ismael es un niño grande. Un tipo sin complejos que transmite lo que irrumpe por sus ojos, coincida o no con la versión de los mortales. Un coche, un gnomo, un silencio que desgarra, una pócima envenenada, un robot de tres cabezas, una vida que se ahoga. Sin artificios, sin giros rebuscados, de manera sencilla. Palabras justas, precisas, certeras, en su lugar exacto. Y, ante esto, los demás callamos. Y leemos. Y no hacemos preguntas estúpidas. Y nos trae al pairo si es verídico o sólo un producto de su imaginación.

Teatro Fantasma se nos presenta como un libro basado en hechos reales. Un diario a mitad de camino entre el barro y la entelequia. Nunca sabremos en qué proporción. Ni falta que nos hace. En literatura, como en cualquier tipo de arte, lo sustancial no debería ser el argumento, sino los efectos provocados. La capacidad del escritor para ofrecer sus textos de tal manera que seamos nosotros quienes cerremos la historia. Hacernos jugar el papel de narradores. Un acto de renuncia, de generosidad. Algo que Ismael consigue con maestría. Por eso, Teatro Fantasma no es una simple colección de relatos. Es bastante más. Es un alto en el camino. Un remiendo en las costuras. Una bocanada de aire. Nostalgia y ternura, miedo y desesperanza, tristeza y desconcierto, ingenio e ironía, pérdida y liberación…

Teatro Fantasma somos nosotros. Es una vida adulta. Es un texto que se lee a la vez que se escribe. Es lo que hay. Nada más. Y nada menos.

Acabemos con esto, no hay tiempo ya para más cuestiones. Estimado lector, hágame caso. Siga la flecha, pase adentro. Deje atrás estas líneas intrascendentes. A un golpe de página le espera Tom Waits. Le espera Chet Baker.

¡Ah! Y Diana, claro. Siempre Diana.

*


En la década de los 80, en un pequeño piso en Cartagena se apagaban las luces del salón y, como en un teatro de sombras, se encendía un proyector de diapositivas. Sobre la pared desfilaban entonces imágenes de celebraciones, tardes de playa, cumpleaños y escenas del día a día de una familia de clase obrera. Sin embargo aquel proyector, años después, se guardó en un trastero y ahora sólo queda de ese montón de fotografías el recuerdo de una época que se desvanece con el tiempo, como una aparición espectral.

Personas que desaparecen para siempre junto al lugar en el que vivieron, la magia de la cocina, una boda sin apenas invitados, mirar las estrellas desde la azotea, miedos que se manifiestan en los sueños, una carta de amor, la muerte de un ser querido o la pérdida de un hijo. A través del recuerdo de escenas familiares, Ismael Orcero Marín invoca aquellos días para leer su propio presente.

Todo sucede en ese teatro de sombras. Todo tiene sitio en el Teatro Fantasma.


martes, 1 de junio de 2021

LUCES BUSCAN SOMBRAS: Benito Pascual.





La luz elige el lugar exacto en el bosque
donde descansar de un largo viaje.
Se detiene unos segundos, toma aire.
Alguien la observa desde la espesura:
un pájaro solitario certifica el atardecer
con su silencio.

Más allá,
la noche es un vagabundo desacostumbrado
a las despedidas y a los abrazos,
un extranjero ha olvidado su idioma,
un huésped esperado reclama
una cama de sábanas limpias.

*

Noviembre se mueve en mi interior
mientras observo desde la ventana
las hojas amarillas y oscilantes
en las ramas del viejo peral.
Pienso si esa palabra está en ellas,
o si el viento habrá desnudado del todo el árbol.
Puede que noviembre se haya ido con ellas,
se habrá podrido y ya forma parte de la tierra,
cada vez más fértil,
libre de lo que un día fue.

*

La luz se posa con delicadeza sobre el agua
y la convierte en una sola palabra;
su forma posee la memoria de esa luz.
El agua hace posible el lenguaje del mundo.

*

Las piedras, los árboles, el camino,
esperan su luz,
define sus contornos, los invoca.
Espera paciente, armónica y serena.
Saben que les llegará su turno, tarde o temprano,
aceptarán su derrota,
el final irreversible,
instante en que esa misma luz los abandone,
y se esfume lentamente.

*

Sé escribir como nadie poemas
desde el fondo de los armarios,
donde permanecen días de naftalina y
olor de velas encendidas,
tiempos de puzles incompletos
donde no cabían los finales
y todo estaba por construir;
en los descampados se encontraba un oasis.
Cuando se guardaban bombillas de repuesto
en los bolsillos de los pantalones
para las noches de invierno, por si se iba la luz.
Y las fiestas se olvidaban de anunciarse
en cada esquina,
se convocaban en silencio, al oído,
pájaros en rebeldía,
en contra de las despedidas y los duelos.


Benito Pascual, de Luces buscan sombras (Ed. Gravitaciones, 2021)