No merece la pena vivir
si a cada paso que das
no sientes un latigazo.
Si no te dejas devorar cada noche,
si no prendes fuego a un piano
mientras bailas en sus teclas.
Merece la pena perder la cabeza
por la canción que tarareas,
merecla la pena ponerte el sombrero
y encender las farolas de la ciudad.
Con el frío en el bolsillo
de tu chaqueta,
con la hora cambiada
para trasnochar cien veces.
Porque saltar es algo
en lo que hay que mantener
los ojos abiertos.
Porque en cada dormitorio,
esta noche, robaremos los zapatos.
Porque en la calle,
esta noche, los colgaremos
del tendido eléctrico.
Javier Das, del poemario en estas 4 paredes ( 2007 ).
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