sábado, 29 de marzo de 2008

LA NOCHE DEL CAZADOR


Otra de las perlas más negras e inquietantes de la historia del cine, La noche del cazador, de Charles Laughton, sigue sorprendiendo y arrebatándonos con su malsana belleza medio siglo después de ser filmada. Basada en la magnífica novela de David Grubb del mismo título (que, asimismo, os recomiendo encarecidamente), mezcla de diversos estilos y géneros, cargada de guiños y símbolos, esta fascinante película no podía faltar en nuestra lista de cult movies imprescindibles para llevarse al infierno. Robert Mitchum interpreta el papel de su vida, un predicador demonizado persiguiendo por la América más profunda y arquetípica a dos niños perdidos, portadores inocentes del botín de un robo, que encuentran finalmente refugio en el hogar de una maternal dama sureña... Un alucinante cuento de hadas para adultos, gótico y sombrío, perfecto en el ritmo, en la fotografía, en la caracterización de los personajes y en el desarrollo y desenlace de la acción, que mejora con los años como los vinos de las cepas más viejas. Secuencias como la de Shelley Winters ahogada en el fondo del río con sus cabellos meciéndose en la corriente como algas vivas, o la del forcejeo entre las manos enfrentadas de Mitchum, con los dedos tatuados de love & hate, hipnotizan y se graban para siempre en el subconsciente. Bellísima, ominosa y maldita ( fue la única película de dirigió Laugthon, ninguneada y menosprecida en su día por la crítica ), y nuestra recomendación estrella para el fin de semana entrante. Para disfrutar solo junto a la chimenea en las noches sin luna. v.

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