jueves, 27 de marzo de 2008

1 poema de Vicente Luis Mora


Ella yacía. Y todo generaba
un resplandor de sal hacia su rostro.
Yacía y yo miraba caminando
mis ojos por la calle de su cuello.
Yacía y los objetos se giraban
torciendo su madera hasta su cara
crujiendo innumerables en la sombra
para mirarla y encontrar sentido.
Antes de amanecer, en Barcelona,
las olas que llegaban desde el puerto
entraban por su oído y no volvían.
Ella yacía y todo el universo
confabulaba para no velarla,
pedíamos silencio al corazón
pero el mío salía por la boca.
Ella yacía pero se movió
y sus pulmones se combaron lentos
y su garganta preparaba un tenue
suspiro que tender hacia la lengua.

Y el cosmos se paró para escucharlo.
.
[Extraído de Espacioluke]

1 comentario:

pablo g bao dijo...

..la irrelevante circunstancia de que yo sea un antirromántico visceral, no me desautoriza a reconocer y admirar la belleza y el logro de un poema tan visceralmente romántico como éste.. enhorabuena a su autor!!