viernes, 28 de marzo de 2008

1 poema de David González



ESTO ES LO QUE HAY
Se lo confesé hacia la mitad de la película.
Era una película cuya historia se desarrollaba
íntegramente detrás de los muros
de una prisión de máxima seguridad. Se lo confesé
cuando en la pantalla salía una escena en la que
otro preso
apuñala por la espalda al protagonista principal.
Le dije que no hiciera demasiado caso,
que las películas lo exageran todo mucho,
que una cárcel de verdad no es así,
que yo mismo me había tirado tres años
dentro de una y no era así ni de coña.
Era peor,
pero esto no se lo dije a ella.
Al salir de cine la acerqué con mi coche hasta
la puerta de su casa, pero antes de bajarse
le dije que, más o menos, me hacía una ligera idea
de cómo se sentía, por lo de que yo hubiera
estado en el talego y todo eso, pero que, bueno,
ahora las cosas eran distintas, yo había cambiado,
ya no andaba metido en rollos raros, tenía
un trabajo fijo y mi intención era seguir saliendo
con ella, pero que a lo mejor ella conmigo no,
y por eso, lo mejor para los dos era que ella
lo consultara con la almohada, lo pensara bien.
Yo estaría en mi casa, pegado al teléfono,
esperando su llamada con lo que hubiera.
Bien, han pasado tres o cuatro años desde entonces
y todavía sigo esperando.
.
[Extraído de su poemario El demonio te coma las orejas]

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