París en agosto está lleno de turistas y de poetas muertos, sobre cuyas tumbas los primeros pasan/pasamos haciendo chorrear las hamburguesas del Macdonalds o el pan de pita de los restaurantes griegos.
Hace 12 años me pegué toda una tarde buscando la tumba de Guy de Maupassant en un cementerio de Montparnasse, otra mirando como un gato se movía por las mesas de antigüedades del mercado de las pulgas… Luego escribí varias estampas que hablaban sobre ello, sobre los vagabundos parisinos, etc. Ahora tengo una cámara digital y un blog, soy un poeta muerto, asesinado por la era de la imagen e Internet. Y estos son los despojos de mi cadáver. Si a alguien le puede interesar, ahí va un pequeño recorrido literario-fotográfico (y totalmente amateur y narciso) de unos días en París.
Patxi Irurzun
En el Hotel Lauzun Charles Baudelaire escribió algunas de sus flores del mal. Nadie saca fotos aquí, pero a mí me pone los pelos de punta pisar el mismo lugar hacia el que en tantas ocasiones debió dirigir sus pasos tambaleantes a causa del láudano y la absenta un monstruo de las letras como Baudelaire. Por si eso fuera poco, en este mismo hotel, antes llamado Pimodan, Teophile Gautier fundó El Club del Hachís (Le club des hachischins) en el que junto a otros artistas como Delacroix, Balzac, Nerval, Dumas o el propio Baudalaire experimentaron con diversos tipos de drogas.Hace 12 años me pegué toda una tarde buscando la tumba de Guy de Maupassant en un cementerio de Montparnasse, otra mirando como un gato se movía por las mesas de antigüedades del mercado de las pulgas… Luego escribí varias estampas que hablaban sobre ello, sobre los vagabundos parisinos, etc. Ahora tengo una cámara digital y un blog, soy un poeta muerto, asesinado por la era de la imagen e Internet. Y estos son los despojos de mi cadáver. Si a alguien le puede interesar, ahí va un pequeño recorrido literario-fotográfico (y totalmente amateur y narciso) de unos días en París.
Patxi Irurzun
Un cartel de “On the road”, de Jack Kerouac, en Shakespeare&Company, mítica librería de viejo a la entrada del barrio latino.
El gato negro del mercado de las pulgas sigue en París, ahora recostado al calor de libros de Hemingway, Henry Miller, Withman…
Una birra para el que traduzca o descifre la parte borrosa de esta cita de Henry Miller en el suelo de la Shakespeare&Company
Wall Whitman presidiendo la librería.
En esta casa de las Plaçe des Vosges, Victor Hugo vivió durante años. Muchas de sus páginas, en las que abría en canal el vientre del París que no aparece en las postales turísiticas (el de las prostitutas, mendigos, hambrientos y delincuentes), son un referente también para los hijos de Satanás.
2 comentarios:
ahí estás tú, manitú... de vuelta a casa !!!
por alguna diabólica razón...
Bueno, lo que está claro es que me debo un viaje a Paris.
Y ahora más!
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