viernes, 29 de febrero de 2008
The Lost Weekend (Días sin huella)
1 poema de Karmelo C. Iribarren
Virginie Despentes
[De Teoría King Kong]
1 poema de Marta Zafrilla
Guijarros y carmín
la paliza me la debías
-no preparé a tiempo la cena
merecía el latigazo con el cinturón de cuero
-era cierto que me habían visto con otro
era tu deber saltarme un diente
-no me acosté con él pero deseé hacerlo
era justo que me jodieras dos costillas
-encontraste la cama sin preparar
y la comida deshecha
tenías derecho a abrirme el labio
-a pesar de tus gritos no pedí perdón
ni grité hijoputa mientras me molías a palos
no lloré al ver de nuevo sangre en mi camisa
no pedí perdón
ni grité
ni lloré tampoco
cuando alejándote de
espaldas te rompí la cabeza con
el horrible jarrón que
nos regaló tu madre por navidad.
Puto jarrón.
Me corté en un dedo con
su horrible cerámica pintada con
flores azules.
.
De Toma sostenida, 2005.
.
[Texto y fotografía del blog Las afinidades electivas]
jueves, 28 de febrero de 2008
El bungaló del escritor Charles Bukowski
LOS ÁNGELES.- Los Ángeles ha declarado lugar histórico el bungaló en ruinas donde el escritor Charles Bukowski escribió su primera novela, 'Post office'. El exponente 'Beat' del realismo sucio vivió allí de 1963 a 1972.
La deteriorada vivienda ha sido rescatada de la demolición tras ser calificada así por las autoridades de la ciudad.
"Hollywood no es famoso por sus santos y monjas", declaró el portavoz del Consejo de Los Ángeles. "Siempre atrajo a gente complicada y relevante, y Charles Bukowski encaja a la perfección en el molde", apunta.
Con el estatus de lugar histórico, la propiedad permanecerá bajo propiedad privada, pero no deberá ser derribada o alterada.
Este templo de la literatura independiente y el llamado realismo sucio podrá ser incluida en un 'tour' turístico de Hollywood.
Un poema de Eusebio Ruvalcaba
Pienso en mi padre. Tuvo
un error: yo.
Lo estoy viendo: penetrando
a mi madre, depositando
su leche tibia, viniéndose como
un perro, eyaculando como un borbotón.
De esa noche nací yo. Seguramente
tenía cervezas y tequila bulléndole
en la sangre, su verga enhiesta
y la energía de un león. Seguramente
sus músculos estaban tensos
y exhumaba palabras de amor, provenientes
desde las cavernas más profundas,
y palabras tiernas y le diría a mi madre:
eres una puta, Carmela, eso eres.
Pienso en mi padre.
Eusebio Ruvalcaba, de El frágil latido del corazón de un hombre.
[Extraído de aquí]
37. VICENTE MUÑOZ ALVAREZ
- Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966)
- Es autor de los poemarios Canciones de la gran deriva (1999), 38 Poemash (2000), Privado (2005), Estación del frío (2006) y Parnaso en llamas (2006), de los libros de relatos Monstruos y Prodigios (1995. Reedición 2007), El pueblo oscuro (1996), Perro de la lluvia (1997), Los que vienen detrás (2002) y Marginales (2008), del ensayo El tiempo de los asesinos (1998) y de la novela breve El merodeador (2007)
- Ha editado, con Eloy Fernández Porta, la antología de relatos Golpes, ficciones de la crueldad social (2004); y, con David González, Tripulantes. Nuevas aventuras de Vinalia Trippers (2007). Ha sido incluido, entre otras, en las antologías: Poemas para cruzar el desierto (2004), Voces del Extremo ( 1999, 2000, 2002, 2005 ), Cuentistas (2004), La Venganza del Inca. Antología de poemas con cocaína (2007) o Poesía para bacterias (2008). Editor del fanzine Vinalia Trippers. Es uno de los seleccionadores de Resaca / Hank Over
miércoles, 27 de febrero de 2008
Cubierta de EN LAS TIERRAS DE GOLIAT, de David González
UVE merodeando en ZETA.
Allí estaré, queridos drugos, junto a Carmen Ruíz Fleta ( que nos hablará de su nuevo poemario ), presentando El merodeador ( Baile del sol, 2007 ), leyendo algunos capítulos de la novela y disfrutando de la Ciudad del Viento Atroz con algunos de mis más queridos hermanos del gremio.
WORKPLACE SHOOTING by David Murders.
Pero a mí me sienta bien todo esto. Escucho la risita y aprieto un poco los dientes; sólo siento desprecio, algo de ira también, muy poca (porque estoy acostumbrado); lo cierto es que me sienta bien, muy bien, ser superior (¿eh?), me hago tolerante, resbaladizo, frío en el desprecio hacia las almas inferiores (¿eh?), un par de soplamocos con guante no estarían mal para divertirme un poco y ejercitar por sorpresa mi fuerza en estos tiempos de "paz" (¿eh?) dejándolo todo en suspenso, no visto: un par de palmadas que encienden y apagan algo ―rápido―, qué susto…, qué puto susto.
Me sienta muy bien todo esto, rejuvenezco. Debo decir que mi respeto por esta gentuza es absolutamente nulo. ¿Eh? ¿Te parece poco humano? ¿poco cristiano?, ¿poco solidario?, ¿poco cabal? ¿Te parece mal? ¿Eh?
No ves, porque no estás en mi caso, que no es en absoluto para tanto. Que podría destruir a ese hijoputa porque no siento nada por él y porque creo que se lo merece. No ves que no siento respeto humano por este hijoputa de al lado. No ves que me ha demostrado una y otra vez, con repulsiva e impúdica gracia, a la cara ―tolerancia bastarda: todas las opciones valen, todos los actos valen, ya no existe una moral― que no es un auténtico humano sino una alimaña cobarde y ladina, el traidor, un esbirro de libro, de manual, de película vista en la tele mil veces: alguien moralmente débil y capaz de todo, esa pésima combinación.
Por eso podría, quizá debería, ir yo justo ahora y pisarle la cabeza sin amor.
Pero no hago eso. Hago esto:
Saco mi automática y la descargo sobre la imagen que resplandece ante mí en la oficina.
Y digo: "Shoot! Shoot! Shoot in the workplace!"
David Murders. Inédito.
"Shoot! Shoot! Shoot in the workplace!": "¡Dispara! ¡Dispara! ¡Dispara en el trabajo!
EL W.C. DE LA CONCIENCIA, por Lucía Bosca.
BITCHES BREW by Silvia D.Chica.
martes, 26 de febrero de 2008
LAS ALIMAÑAS DESCARNADAS DE LA NOCHE
RETRATO GENERACIONAL, por Ignacio Escuín Borao.
1 POEMA de Ana Pérez Cañamares.
lunes, 25 de febrero de 2008
La polla más grande del mundo en GARA
Patxi Irurzun recopila en «La polla más grande del mundo» cuentos de los últimos diez años
El escritor navarro recupera en el libro publicado por Ediciones Baile del Sol 70 mini-relatos que aparecieron en fanzines y medios de prensa, entre ellos GARA. El humor y la originalidad son su sello.
K. ALMAGIA BILBO
«La polla más grande del mundo» es una recopilación de cuentos breves, que fueron publicados por Patxi Irurzun (Iruñea, 1969) en diferentes fanzines y medios de comunicación -entre los que se encuentra este periódico- en los últimos diez años. Son cuentos muy cortos, de folio y medio, que han «sobrevivido al paso del tiempo», pese a estar planteados como colaboraciones semanales de prensa. El resultado es un libro de ágil lectura que puedes acometer de principio a fin, o bien «abrirlo por cualquier página y leerlo entre parada y parada en el autobús», según el propio autor.
Aunque ha realizado incursiones en la literatura de viajes -«Atrapados en el paraíso», sobre su viaje al basurero de Payatas, en Manila- y en la novela -«Ciudad retrete», «Cuestión de supervivencia», «Odio enamorado»- son los cuentos el género preferido de Irurzun. «Es lo que más me gusta para escribir y también para leer. Aunque a los editores no les hace gracia porque es el que menos tirón tiene y el público también es reacio, yo me quedo con el cuento, que a la hora de escribir me exige un esfuerzo de concentración menor que el de una novela», explica. En «La polla más grande del mundo» hay humor, trozos de realidad, imaginación y originalidad. «Mi obsesión era no repetirme, de ahí la variedad en el tema, en el tono y en la forma». En estos relatos, Irurzun se atreve con todo: lo mismo pone a Hitler en una situación íntima que rescata una leyenda urbana para adaptarla a su estilo. Hay mucho alcohol, drogas, sexo y rock and roll, determinado seguramente por el medio en el que se publicaron (fanzines y suplementos juveniles). «Son temas que marcaron una época de mi vida. No soy de los que voy por ahí con la libreta, pero aprovecho cualquier anécdota para volcarla luego en el ordenador. Mis amigos dicen que tengo capacidad para atraer a los tipos más raros que andan por ahí. Yo los convierto rápidamente en literatura».
En muchos cuentos está presente la televisión e incluso se atreve a fabular con la vida de los Simpson. «Si te digo la verdad, lo que me a mí me gustaría es ser crítico de televisión. Es una caja tonta, pero ahí sale de todo y para escribir te inspira muchas cosas». Precisamente, el título del libro está tomado de un cuento que habla de un «ojeador de monstruos» que busca freakies para televisión. «Como pongo en la portada, no es un título autobiográfico -ríe-. Lo elegí como reclamo, pero creo que me está causando más problemas que otra cosa, y no sólo porque a mi madre no le haya hecho mucha gracia. Muchos se creen que es un libro pornográfico y en las librerías lo tienen medio escondido».
Proyectos
Aunque el trabajo y la paternidad le ocupan todas las horas del día, Patxi Irurzun se las arregla para arrancar tiempo a la noche para la escritura. Actualmente coordina un libro colectivo en homenaje a Bukowski que publicará Caballo de Troya, a la espera de que, después del verano, salga a la luz «Ajuste de cuentos», otra recopilación de relatos. «Con ellos quiero cerrar una etapa y dejar ya el tema callejero o juvenil. Me tengo que parar a pensar qué es lo que quiero escribir». Mientras, publica en una revista de bebés cuentos de humor sobre padres, hijos y anécdotas que generan.
NIEBLA CUÁNTICA. Alfonso Xen Rabanal.
MANKIND IS DIFFERENT by Sergi Puertas
36. PATXI IRURZUN
- Patxi Irurzun (Pamplona, 1969)
- Es autor de Cuentos de color gris (1989), Cuestión de supervivencia (1998), Ciudad Retrete (2002), El cangrejo valiente (2004), Cuentos sanfermineros (2005), Atrapados en el paraíso (2005), Odio enamorado (2007) y La polla más grande del mundo y otros 69 cuentos (2007)
- Aparece en las antologías Golpes. Ficciones de la crueldad social (2005), Tripulantes. Nuevas aventuras de Vinalia Trippers (2006) y Cuentos de fútbol 2 (2006, en italiano), entre otras. Es uno de los seleccionadores de Resaca / Hank Over
domingo, 24 de febrero de 2008
ALMUERZO DOMINICAL EN LA SANTA MISIÓN, por Charles Bukowski.
BONHAY HOUSE by Miguel Espigado.
Al Adri
Bonhay house. Una residencia que antes fue un viejo hotel. Aún conserva en cada habitación los interfonos de grandes botones cuadrados. Aún conserva una barra de bar y un aire fantasmal de días olvidados. Aún conserva la gran mesa metálica y una abundancia de fogones, y las salas mohínas donde los viajantes de otro tiempo pusieron a secar sus chaquetas mojadas. Aún conserva el amarillo ahumado de los cigarrillos en las paredes, la mismas cortinas y los finos cristales que retumban cuando los trenes atraviesan sin pausa la estación de St Davids. Aún conserva los silencios mortales de las noches inglesas, y el lento deambular de los habitantes por los pasillos desiertos. Allí pasamos los días.
Bonhay house y su noche de fiesta. Los estudiantes que pasean por la sala semivacía y bien iluminada. Nada en una fiesta sucede nunca demasiado temprano; a lo más, sucede a su debido tiempo o demasiado tarde. Por eso la música suena pero nadie baila, pero calla las conversaciones y el volumen nos pierde y nos aisla. Javier prepara comida en cocina. Valery y Martina preparan sus primeras copas de vodka. Miguel también bebe. También bebe Carlos. También bebe María. También bebe Javier. Miguel fuma un cigarrillo en la escalera de incendios. Piensa en la azotea; desde el tejado se ve un mar de tejados y las vías del tren como una cicatriz que parte la ciudad en dos. Carlos canta las canciones de nuestra infancia. Resucita a Jesucristo García, Gilet, Zappa, Mercuri y Camarón. Canta a la cultura de barrio, y a la memoria de la agujas impregnadas de heroína. Valery quiere saber que son las agujas impregnadas de heroína. Llegan los primeros invitados, feos y desconocidos. Begoña y Laura abren bolsas de patatas fritas. Pican golosinas. Preparan los pasteles. Los hombres por un lado, las mujeres por otro. Quietud y cierta decepción, cierta perspectiva de aburrimiento. La chica lesbiana bebe su cerveza en la calle. Miguel fuma con ella. Carlos abre su Brugal, ron añejo codiciosamente preservado para este momento, y todos beben de su ron. También bebe Michael. También bebe el resto, posando sus vasos en la superficie metálica de la gran mesa de la cocina. Llegan más invitados. Llegan los canarios. Llegan los de Lafrowda. Llegan los austriacos y con ellos los alemanes. Llegan los de Cáceres. Llegan los franceses. Llegan las chicas de Jellewyn Mews. Llega la profesora italiana de intercambio. Llegan los ingleses de la School of Modern Languages. Llegan los camareros del Hotel Barcelona. Llegan los de Kingdom Mews. Llegan los estudiantes del School of Drama. Llegan los japoneses. Llega Carmen y su novio de matemáticas. Caen las sombras sobre la sala abarrotada. Sube la música y trepa por las vigas y las paredes, haciendo temblar todo el edificio. Afuera fuma una pareja de gays franceses y un señorito de Santander. Miguel fuma con ellos, toma algo de su marihuana. Miguel busca a Javier. Carlos busca a Javier. Llega Clare. Javier bebe ron en la cocina con los treintañeros de Lafrowda. María busca a Carlos. Miguel le dice a Javier que ya es el momento. Javier está de acuerdo. Salen de Bonhay House. La noche es una tumba. Solo el grito histrónico de la canariona rompiendo el silencio residencial. Javier está borracho y lo quiere todo. Miguel quiere buscar las galletas y el queso. Quiere volver a Bonhay House ir a la habitación de Javier. En la habitación espera Martina. Martina en la cama. Martina en el retrete. Martina incosciente en el suelo del cuarto de baño. Valery desparramada en la pequeña cama del pequeño cuarto de Javier, y Javier desparramado con ella. Clare desparramada entre los dos. La profesora italiana de intercambio se fuma el último cigarro de Miguel. Miguel va vaciando las bolsas de hongos. Hace montoncitos. Separa cada montoncito. Divide cada hongo con un cuchillo. Unta un poco de queso en cada galleta. Pega cada hongo en cada galleta con el queso. Coloca todas las galletas en un plato. Carlos dice que es un profesional. Miguel y Valery salen a recoger a Martina. Cogen a Martina y la arrastran hasta la cama. Javi repite que lo quiere todo. Miguel vacía otra bolsa y divide en dos. La mitad para Javier. La mitad para Miguel. Miguel y Javier se comen las setas. Valery, Clare, Martina, Javier y Miguel desparramados en la diminuta cama del diminuto cuarto de Javier. Miguel baja con el plato de setas. El salón es un hervidero atestado de cuerpos sudorosos y música a volumen brutal que acalla el sonido de las botellas chocando contra el cristal de los vasos. Cogen las canarionas. Coge la alemana que antes era un hombre. Cogen varios desconocidos. Cogen los estudiantes de matemáticas. Coge ese chico tan simpático de Cross Currents. Coge Lizzie. Coge la pareja de Guada. Cogen.
El volumen rompe las puertas. Escala por los pasillos. Traspasa el suelo y las paredes. Traspasa el tejado y huye al cielo abierto. Cada puerta cerrada. Cada pasillo del laberinto. Los pasos de Miguel. El silencio tras la puerta del baño. La consciencia de mirarse en el espejo, y mirar a otro. Entablar un diálogo. Mirarse por primera vez en la vida, y no reconocerse. Mirar y reir y volver a mirar y volver a reir. Los dibujos de las baldosas bailan en las paredes. Rompen la quietud, todas las paredes bailan. El dorado de las finas líneas que bailan contra las baldosas blancas del cubo frío. Miguel respira ese momento y lo guarda para siempre. Lo atesora en su pecho para siempre. Se lo quedará para siempre. Vivirá en él para siempre. Nunca le abandonará, nunca. Lo tiene desde entonces para siempre. Clare y Javi se hunden en la masa. Martina duerme su borrachera. Valery comienza a sentir algo que jamás había sentido. Carlos comienza a sentir algo que jamás había sentido. Javier comienza a sentir algo que jamás había sentido. Entre el fervor de los cuerpos muchos sienten algo que jamás habían sentido. Se acelera el ritmo de la música. Se van los austriacos. Llegan otros. La puerta no se cierra. Salen unos, entran otros. La gente toma las escaleras. Toma la cocina. Miguel no puede hablar. Miguel solo puede confesarlo todo, y dejarse arrastrar. Tuerce las esquinas con enorme esfuerzo y tras cada esquina espera un nuevo desafío. Tuerce entre calles de frigoríficos y encuentra al grupo vasco. Los vasco roban la comida de los frigoríficos y se la comen cruda. Carmen besa a su novio de matemáticas. Los dos tienen ojos verdes. Laura busca una botella de whisky. Laura invita a Miguel a un trago de whisky. Cristina trata de acercarse a un hombre. Ángela decide que es el momento de declararse. Miguel sale de la cocina. Clare y Javier siguen desaparecidos. Carlos y María desparecen por la calle hacia el silencio. El señorito de Santander fuma porros en la puerta de la casa. Angela se encuentra con Miguel en el justo vano de la puerta. Ángela resume sus sentimientos a Miguel. Miguel le comunica su estado. Llega Valery. Miguel y Valery hablan. Ríen. Se tocan. Miguel se gira hacia el vano de la puerta. Ángela ha desaparecido. Miguel penetra en cada cosa. Le da la vuelta. Confunde unos secretos con otros. Inventa un nombre nuevo para cada cosa. Rompe las esquinas con paso salvaje. Miguel fuma. Miguel baila. Miguel quiere caerse. Miguel sale de la casa. Miguel entra en la casa. Miguel esquiva a las parejas que se besan. Miguel llega hasta la mesa del Dj. Laura quiere saber sobre Ángela. Miguel no quiere hablar de eso. Begoña quiere saber sobre Ángela. Miguel no quiere hablar de eso. Marisol quiere saber sobre Ángela. Miguel no quiere hablar de eso. Miguel sale a la calle. Begoña se fija en un chico que baila demasiado cerca. Mercedes encuentra su paquete de tabaco. Michael se va a la cama. Luca huye a Yevellyn Mews. Miguel transapasa la puerta. Llega al silencio. Cruza el silencio con paso furioso. Se fascina de la belleza de los objetos muertos. Siente la solidez de las casas. La simetría de las paredes muertas. Se maravilla de la magia de los objetos y los pequeños jardines y los corredores que se abren entre los jardines y los pequeños valles que cruzan la ciudad dejando un reguero de árboles milenarios. Miguel sube a su habitación. Javier besa a Clare. Carlos no puede dormirse. Jade mira un programa aburrido de la tele. Miguel revienta contra las paredes y escala por su propio delirio hasta tomar el objeto sagrado. Miguel acaricia el objeto sagrado. Miguel toma el objeto sagrado. Miguel cruza el universo de simetrías perfectas. Miguel busca el volumen. Miguel penetra en el volumen. Miguel lucha para llegar al centro del volumen. Miguel blande su objeto sagrado. Miguel toma el pulso de las canciones. Miguel convierte su pulso en canción. Miguel revienta su pulso contra la membrana del objeto sagrado. Javier y Clare aparecen. Aperecen los chicos de Lafrowda. Aparecen los currantes del País Vasco. Miguel aumenta el volumen de su objeto sagrado. Aparecen muchos desconocidos. Aparece la profesora italiana de intercambio. Aparece Johanes. Aparece Dave. Aparece Ana. Aparece Cristina. Aparecen unos ojos turcos. Todos bailan alrededor de Miguel. Todos tocan a Miguel. Miguel se siente tocado. Miguel sigue incansable sobre su objeto sagrado. Miguel cabalga el ritmo sobre su objeto sagrado. Las paredes devuelven las vibraciones y las multiplican. El sudor cae a ríos por las caras de los que miran. Aumenta el volumen. Aumenta Miguel. Miguel muere con cada golpe. Miguel se destruye a cada paso. Miguel revienta por las manos. Miguel se destruye a cada paso. Clare se sienta tras de él. Javier se quita la camisa. Valery se sienta junto a Miguel. Ana baila para Miguel. Clare abraza a Miguel. Clare pellizca el pecho de Miguel. Miguel siente algo que hacía mucho no había sentido. Miguel encuentra un hueco. Cae por el hueco. Revienta por el otro lado de las esquinas. Encuentra la salida. Clare acaricia a Miguel. Clare le habla. Miguel acaricia su objeto sagrado. Javier baila para Anna. La musica revienta y todos se destruyen a cada paso. Ana baila para Miguel. Miguel y Anna baila. Miguel con las manos. Anna con los pies. Miguel y Anna bailan la danza sagrada de la isla de Malta. La falda blanca de Anna vuela con luz extraña. La manos de Miguel contra el metacrilato transparete, disparando puntos y contrapuntos, llamadas, repiques y contrallamadas hasta que todo es luz y se cae el suelo y aparecemos por el techo, le damos la vuelta a las pieles de nuestros cuerpos, vomitamos las entrañas. La canariona mueve sus muslos de musa. Caen miradas de los ojos turcos. Miguel siente a Valery como una presencia erótica. Javier baila con Anna. Begoña baila con Laura. Clare acaricia a Miguel. Los vascos lo miran todo desde su esquina. Las botellas vacías lo llenan todo. Las latas vacías lo llenan todo. Los muebles están rotos. Las mesas por el suelo. Las sillas están rotas. La ropa por el suelo. Oscuridad y pequeños puntos rojos humeantes. Oscuridad y mujeres humeantes, la transparencia dorada del metacrilato elevando el volumen hasta destruirnos a todos por dentro y sacarnos las entrañas. Salen las canarionas. Anna baila para Miguel. Javier desaparece. Clare acaricia a Miguel. Bailan los chicos de Madrid. Baila el señorito de Santander. Se van los vascos. Toca Miguel. Baila Javier. Baila Anna. Salen los desconocidos. Salen los de Madrid. Suena el último suspiro. Cae el suspiro, que a todos ahonda. Clare y Miguel salen al pasillo. Javier, Martina y Valery suben a la habitación de Javier. Miguel y Clare por el suelo. Clare trata de besar a Miguel. Miguel siente una fuerza como hace mucho no había sentido. Miguel empuja el pecho de Clare y la aparta contra la pared. Clare le pide un beso en los labios. Miguel no puede hacerlo. Clare le pide un beso. Miguel no puede hacerlo. Clare agarra a Miguel e intenta besarlo. Miguel la aparta. Los dos ruedan por el suelo. Se oyen pasos de escaleras. Anna, Begoña y Laura limpian las mesas. Miguel, Valery, Javier, Martina y Clare salen a la calle. Está amaneciendo.
sábado, 23 de febrero de 2008
SINATRA. Novela urbana. Por Raúl Núñez.
- Natalia o Isabel - se dijo y cerró la llave de la ducha.
Sinatra comenzó a secarse con sumo cuidado. Sólo hacía un momento que acababa de descubrirlo. Sintió que el miedo iba aumentando en su interior. Nunca le había ocurrido nada igual. No tenía la menor idea sobre lo que podía esperarle.
Por un instante vio su cuerpo lleno de horribles úlceras, llagas en la boca, más tarde la locura y, por fin, la muerte...
Raúl Núñez, de Sinatra. Novela urbana ( Anagrama, 1984 ).
CANTO DEL AMIGO MUERTO, por Al Berto.
ON THE ROAD by Tiago Gomes.
No próximo sábado, 23 de Fevereiro, terá lugar no CABARET MAXIME (Praça da Alegria, 58, Lisboa) , um espectáculo baseado no livro "On The Road" de Jack Kerouac com Tó Trips na guitarra e Tiago Gomes na leitura . Com abertura das portas às 23H e com o espectáculo a começar um pouco depois, quem para lá se encaminhar terá a oportunidade de assistir ao espectáculo "On The Road".
A seguir ao espectáculo segue a noite com DJ Vaipes a passar música de Cabaret Decadente.
Apareçam em força e tragam foguetes!
Cumprimentos e abraços,
Tiago Gomes
viernes, 22 de febrero de 2008
Un poco de porno
La polla más grande del mundo tiene un antiblog, http://lapollamasgrandedelmundo.blogspot.com/, en el que alguien, todavía no sé muy bien quién se empeña en boicotear mi obra. Quiero pensar que es algún amigo bromista, porque si no, quien sea, como enemigo es bastante malo: el antiblog (me gusta pensar) ha conseguido un efecto boomerang. 11.600 visitas, 11.600 personas (algo degeneradas eso sí) que ya saben que escribí ese libro y tal vez se interesen por él. El caso es que, a pesar de todo, las entradas y las fotos (como la que encabeza esta entrada) a mí me hacen cierta gracia. Os dejo abajo una de sus historietas. Por lo demás, La polla..., o The Largest Bet in the World como aparece en Amazon.fr, sigue su recorrido a lo largo y ancho del mundo: Iñaki Echarte, ha escrito amablemente en Disemdi esta reseña sobre él. Y, en breve, 20 cuentos serán traducidos al italiano y vendidos en los kioskos del país transalpino en una edición bilingüe para aprendizaje de español de 15.000 ejemplares.
El caso es que, a pesar de ello, y de que era recordarlo y ponerme berraco, durante dos o tres días estuve evitando pasar por aquella terraza del Malecón de La Habana en la que ella me me abrió las piernas a una nueva vida. Igual era porque había estudiado en curas (en los escolapios, los mismos que tú, Patxi, ya estáis acojonándote un poco con tanta coincidencia ¿eh?) pero irme de putas me parecía una cosa algo cutre. ¿Por qué iba a pagar yo por acostarme con nadie, no te jode? La que quisiera pasar un buen rato bien y la que no... a otra cosa mariposa.
Después de todo, como cantaba en mi grupo jevi:
-Tengo los huevos rebosantes de amooooor- (aquí gorgorito a lo Bruce Dickinson).
Pura poesía. Bueno, en realidad había escrito aquel verso para que me rimara con horror, rencor, rocanrol o con algo parecido, y no creía que el sexo fuera necesariamente una cuestión de amor, pero algún tipo de conexión tiene que haber entre dos personas cuando se van a la cama juntas, ¿no?, y si esta se reducía simplemente a un trapicheo, a mí me parecía una puta estafa..
De todos modos, me picaba la curiosidad, aparte del nabo, cuando pensaba en ella y en aquello que había dicho, "tengo que hablarte de un bisnes", así que después de aquellos días de penitencia, una tarde me tomé media docena de cervezas "Cristal" y me dije "a tomar por culo, me voy al Malecón, a ver ponerse el sol, y si hay suerte y es con una negra que está como un tren, mejor que mejor".
Janis tardó en aparecérseme, pero al final, cuando ya estaba pensando en irme al hotel a hacerme un pajote (mientras esperaba había almacenado en la memoria el cimbreo de varias mulatas), la vi venir a lo lejos, dando aquellos caderazos asesinos, pin pán, pin pán... También me di cuenta entonces que era un poco miope, igual eso era lo que le permitía moverse con aquella indiferencia y aquella seguridad, como si nadie pudiera verla ni tocarla, y todos a su alrededor permaneciéramos tras una cortina de niebla. El caso es que solo me vio una vez que la tuve a tiro de lapo.
-Janis- le dije, y al pronunciar su nombre el escroto se me llenó de hormigas. Ella, por su parte, cuando me reconoció me metió la lengua tan adentro que me chuperreteó el corazón como si fuera un chupachús. Demasiada efusividad para levantarse 20 napos, me parecía a mí. Y aquello del chupachús y las hormigas, una mezcla de lo más pegajosa.
El caso es que nos tomamos juntos otra media docena de birras, y también fuimos a bailar a un garito de salsa, yo me sentía un poco ridículo, con Janis moviéndose como una culebra, mientras yo me rascaba la tripa en plan jevitón, marcándome un punteo imaginario, pero la recompensa mereció la pena, al final acabamos en el pretil del malecón, fumándonos a medias un canutito, Janis se tragaba el humo y después me lo escupía en la boca a mí, y cuando yo lo echaba al aire decía, "mira, es tu corazoncito" , total, que como quien quiere la cosa, una risita aquí un piquito allá, de repente tenía a Janis sentada en mi regazo, con la falda en los tobillos y la blakandeker endosada en la raja de aquel culo glorioso, y a ella apretando los músculos (por cierto, que para mí que las prietas tienen algún músculo de más, en el trasero, un músculo duro como una piedra y a la vez flexible como un junco) , "te gusta, eh, papi, uy, uy, pero que pinga más grande", decía, mientras hacía círculos con aquel trasero, y al final se levantó una nalga con una de sus manos y, zas, atrapó mi herramienta, se la metió dentro, yo ya no me pude contener, comencé a taladrarla, con cada empujón más fuerte, más profundo, como si estuviera abriendo algún agujero, a través del cual pudiera ver durante un solo momento el cielo, y justo antes de que viniera alguien a meterme el dedo al ojo, rellenarlo con un buen disparo de gotelé, dejarlo apañado para volver a asomarme al paraíso en otra ocasión.
-Ay, gallego, pero que tú tienes ahí entre las piernas, ¿un animal salvaje? Sí, sí, dame duro, muérdeme bien adentro- gritaba Janis, cada vez con más fuerza, y fue entonces cuando me di cuenta de que estábamos en mitad de la calle, y de que a apenas a un metro, se había apalancado había un tipo, un negro con una tranca descomunal, parecía una berenjena, larga, gorda, y él se la meneaba con furia, sin disimulo... Por un momento, puse el off a la taladradora, Janis entonces giró la cabeza y también vio a aquel pervertido, pero no se cortó un pelo, al contrario, comenzó a menearse más deprisa, mirándole directamente a los ojos , "no te pares ahora, papi, umm que rico", decía, más alto todavía, y no sabía si se refería a mí o al otro.
-Fuerte, papito, fuerte- gritaba Janis.
Puse la palma de la mano en su boca, "calla, loca", le dije, y me giré hacia el otro lado, para ver si había algún otro pajillero, y fue entonces cuando la vi, a la guiri, una nórdica de unos 40 años, alta, rellenita, haciéndose un dedo, ella sin apartar la vista del superpollón del negro, y por detrás cómo llegaba otro negro y comenzaba a sobarle las tetas, que eran redondas, abundantes, con unos pezones como fresas, "joder, ¿qué era aquello, una orgía sin fin?", me pregunté y recuerdo que me imaginé que la cadena continuaba y continuaba, , como una gran ola, o una descarga de electricidad, que sacudía al mundo entero, una especie de orgasmo universal, y por un momento me alegró, me hizo sentir importante saber que nosotros, Janis y yo, éramos el epicentro, y cerré los ojos, sentílos labios, la lengua de Janis, chupando mis dedos, y ya no me pudé contener más, me corrí larga y abundantemente, y al hacerlo grité como un animal, y oí el eco de aquel aullido, repitiéndose, alejándose, hasta que no lo reconocí como propio...
Todo muy jipi, la verdad.
Creo que después me quedé sobado.
-¿Eh, gallego, quieres que te cuente ese bisnes que tenemos a medias?- me despertó la voz de Janis.
-¿Bisnes, qué bisnes?
-Mira, tu templas muy rico, eso que tienes entre las piernas no es una pinga cualquiera, es una blakandeker, y ya has visto que la gente se excita mirándote... Pues resulta que yo conozco a unos yumas que hacen películas, porno, ya tú sabes, y pagan tremendo, quizás podría interesarte.
Por un momento me quedé desconcertado. ¿Seguía dormido y todo aquello era un sueño? Bueno, el sueño de muchos es ese, ¿no?ser actor porno, no para de follarte a tías buenas y que te paguen por ello. Pero a mí, en aquel momento me dio un bajón terrible.
Yo me estaba enamorando de Janis, joder, pero ella sólo seguía jineteando, esta vez no me había pedido dinero, había sido peor, había estado probándome, haciéndome un puto casting. Yo solo era un pedazo de carne para ella, una polla dura que en vez de lefa escupía billetes de dolar.
Eso si, el bajón no me duró mucho, la verdad, pensándolo bien, aquella era una oferta cojonuda.
-Mañana te voy a presentar a una amiga, y podemos ensayar un poco. ¿Te parece bien?
Me parecía de puta madre.
1 POEMA de Sofía Castañón.
es todo arena.
EL TRIGO DEL LOCO, por Arturo Méndez Cons.
una pesadilla de sepias borrosas
No había logro pero tampoco opciones
diminutos y frágiles como cáscaras deshidratadas en el hoyo
Es innecesario decirlo
con destreza alfa de tulipán salvaje
Y nos deseaban sólo las mujeres que no amábamos
pero era posible jugarse la vida por una tontería
y nos importaba bien poco si tú
o ella
preguntábamos con lengua ciega a la hora de las rosas mudas
Sin tiempo apenas para pensar en nada
El mío, sigo buscando aún
Sólo tú no me odiabas
Pero yo escribo a diario
y ni hay olvido
EL MERODEADOR según J.A.Barrueco.
[Pincha aquí para leer el prólogo y el primer relato]
jueves, 21 de febrero de 2008
POEMA by Jack Kerouac
LA TUMBA ABIERTA DEL BORRACHO, por Toño Benavides.
Yo he visto cómo me llamaban, he oído cómo se quejaba el hierro envenenado por el tiempo y el agua, intentando liberarse de su encía obstinada. Las paredes gimen a través de sus ventanas, cada cristal roto corroe las venas abiertas del sueño industrial.
Milagrosamente algunos resisten enteros tratando de ocultar su transparencia tras una antigua capa de suciedad melancólica.
Al pie de los edificios más viejos se extiende una intersección generadora de pequeños desechos y plantas que nadie encontrará en un jardín. El borracho que cayó muerto lo sabe: el cemento y su infección de hierbas de plomo lo acogieron y ahora forma parte del suelo. Nadie encontrará su esqueleto ni su reloj parado hace años, ni la botella que rodó discreta lejos de allí. Este lugar sabe enterrar a los desesperados y no envidia el sol.
Texto e ilustración por Toño Benavides, del libro inédito Paraíso.
BAISE-MOI by José Manuel Vara.
Usando la batidora Moulinex (…) Esto es literatura. Literatura Caníbal"
Oriol Rossell
Rossell habla de una suerte de brutal realism, "un realismo paroxístico, lindante con lo hiperbólico, marrullero y de malos modales".
Cita, entre otros, a Carlos Chernov, Iceberg Slim, Aldo Nove, Poppy Z. Brite, Enrico Brizzi, Jane Owen, Isabella Santacroce y VIRGINIE DESPENTES. (Como dato anecdótico del artículo, cabe reseñar que cuando Rossell habla de literatura killer en España cita a dos autores: David González y José Manuel Vara , dos escritores que casualmente aparecerán años después en la antología Resaca/Hank Over).
Pero, básicamente, me gustaría incidir en la escritora Virginie Despentes, que ha sido definida por la crítica francesa como "la hermana pequeña de Charles Bukowski y James Ellroy". Ella escribió en el 98 un libro titulado Fóllame (Grijalbo-Mondadori), del que luego se rodaría una película del mismo título, dirigida por la propia Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi (actriz porno y escritora).
"Lo que Fóllame expone es el desarraigo de dos mujeres asqueadas del mundo en el que viven, sucio no sólo por el machismo, sino por un odio omnipresente, que es el que las destruye como personas y el que las sitúa en otro estado del ser, absolutamente infrecuente y en cierto modo superior, y basado en el sexo y la violencia extrema. Rodada en vídeo, lenta en su planteamiento y, si se soporta, interesante, afronta su historia con una técnica concienzudamente provocadora, construida a partir de elementos acertados o fallidos, pero siempre radicales: una banda sonora con temas de rock duro y punk, escenas de sexo en formato tranquilamente pornográfico, una cámara que se mueve a veces a ritmo de corriente Dogma y una violencia sin tapujos, digna de la exageración de filmes como, por ejemplo, Asesinos natos. Una road movie de vidas más allá del límite, y que se empapa del odio y el extremismo de lo que cuenta hasta convertirse en una película desagradable pero con sentido, pornográfica pero rotunda, y con la virtud o el defecto cinematográfico de ser libre a costa de la provocación al espectador"
Fóllame se estrenó en el 2000. Sus protagonistas principales son Raffaela Anderson y Karen Bach, dos actrices reclutadas del cine porno. Karen Bach se suicidó en el 2005.
Rescato la noticia tal como apareció en el Mundo.es:
ELMUNDO.ES
Nacida en una familia acomodada de Lyon, hizo estudios de comercio y llegó al cine porno por amor. Asfixiado por las deudas, el hombre con el que se había casado le propuso rodar algunas películas juntos y ella aceptó. La pareja terminó divorciándose, pero ella continuo su carrera ante las cámaras. Entre 1996 y 1999, con nombres como Karen Lancaume o Angel Paris, rodó unas 30 cintas X con títulos como ’El castillo de los deseos’, ’Una americana en París’, ’La mantis religiosa’ o ’World Sex Tour’.
Para rodar la versión cinematográfica de su novela ’Fóllame’, una especie de Thelma y Louise en versión porno, ultraviolento, y anarco-punk, la realizadora Virginie Despentes buscaba a una profesional del X que además supiera actuar. "Tenía una dulzura, una feminidad increíble y al mismo tiempo se la sentía dispuesta a coger un hacha y destrozar una pared", dijo de Bach la directora, que desde la realización de la película mantenía el contacto con ella y decía encontrarla siempre "de buen humor".
Cuando le propusieron protagonizar ’Fóllame’ junto a Raffaëla Anderson, la actriz acababa de dejar el X, asqueada por un mundo donde "una vez que has rodado tu escena, ya no vales nada". Pero no quiso perderse la ocasión de hacer una especie de porno al revés, que suscitó vivos debates en Francia por su forma desenfrenada y su clasificación como X.
El filme, de apenas 77 minutos, narra la historia de estas dos mujeres, Nadine y Manu en la ficción, que se encuentran una noche y, en plena huida, en un frenesí de armas y alcohol, asesinan a hombres por placer. La película, "un manifiesto feminista" según la autora de la historia, incluía escenas de violación brutales que nunca se habían visto en una película originalmente pensada para su explotación en salas comerciales.
El fin de semana pasado, unos amigos le prestaron un piso en el sur de París, donde puso fin a sus días con medicamentos después de dejar una nota para sus padres.
A veces, es curioso cómo todo acontece. Cómo la vida gira y se tuerce hacia el lado oscuro. Por eso, en esta incierta noche de febrero y con las neuronas cargadas de Jack Daniela, me gustaría lanzar un brindis silencioso por Karen Bach, esa malograda actriz que dio lo mejor de sí en esta agria, sucia y visceral película. Por ella y por Virginia Despentes y por Coralie Trinh Thi. Y por Oriol Rossell, que de alguna forma premonitoria, -que aún no alcanzo a comprender-, nos unió a todos bajo la sombra de la literatura killer.
15 de febrero
23.40