ATRAVIESA EL MIEDO
Que el día se lleve
una sílaba enorme
una gota de luz
la voz de la luna
una sílaba enorme
una gota de luz
la voz de la luna
mis ojos y mi lengua
pero tú ven
atraviesa el miedo
las arenas
este páramo gris
lamido por las sombras.
Seres sordos se llaman
se nombran sin palabras
se reconocen
a destiempo van reuniéndose
invaden las plazas.
En la fecha acordada
regresan los amantes
de la noche.
ECONÓMICO EXCESO
Se prudente en el exceso
y de mi semen toma lo preciso,
una gota justa
que se pliegue a tu curva.
No consumas de mí lo innecesario.
Egoísta en el agotamiento,
no pongas derroche en mi escasez;
fíjate en las flores,
el vuelo de las aves,
el curso del agua,
cómo todo se acomoda
a su necesidad de tiempo.
Toma lo preciso que nos mantenga
en la abundancia disipada
de los que se aman pródigos.
He perdido el libro de instrucciones
los consejos recibidos
las lecciones de besos y arrumacos
y no sé amar más allá
de lo que me dicta mi antiquísima
memoria de reptil
y un leve regusto manual
que los hedonistas llaman habilidad
para el másturbo placer del solitario.
ESTIGMA
se abre roto
recoge en ella la llama blanca
de irisadas plumas ardiendo.
Se mece la luz fría
en el ojo glacial del pájaro.
En el nido queda una mancha
una huida olvidada
del pájaro inacabado.
POÉTICA
A veces nos equivocamos,
en la caja de herramientas
ni un solo clavo torcido.
Tomás Rivero
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