lunes, 3 de septiembre de 2007

La verdadera historia de Charles Bukowski

Siempre he sido de la opinión de la que la única persona a quien merece la pena admirar es a uno mismo. La biografía, objetiva, con datos verificables, que Barry Miles ha escrito sobre este hijo de...Satanás...nos pone al descubierto algunas historias sobre las que Bukowski no tuvo cojones suficientes para escribir o sobre las que escribió de manera cruel y despiadada, y encima mintiendo...En resumen: es triste reconocerlo, y más si se habla de un escritor al que uno personalmente admira y que ha sido referente ineludible de su propia escritura...Pero hasta los ídolos que uno creía intocables tienen los pies de barro...He de confesar que la lectura de esta biografía (objetiva, repito) ha hecho que Buk haya perdido unos cuantos puntos, bastantes, en lo que a mí
se refiere...Pero considero que cualquier admirador de Bukowski debe conocer la verdad, y la verdad, sin aditamentos, sobre la personalidad de Bukowski es la que sigue, y este es solo uno más de otros tantos ejemplos de similar índole:

Acabó Mujeres el 21 de septiembre de 1977 (...)Empezó a hacer cambios en cuanto envió el manuscrito a John Martin. Uno de los primeros fue pedir al editor que cambiara el nombre de Ruth Wantling por Cecilia Keesing. Habían surgido algunas desavenencias con ella, y Bukowski había sido muy grosero. William Wantling era uno de los poetas duros que mantuvieron correspondencia con Bukowski: era ex infante de Marina y había estado en la cárcel, una de las veces cinco años en San Quintín. Hank admiraba su obra fuerte e inflexible: poemas crudos y brutales sobre el tráfico de heroína, Corea, partirle el cráneo a la gente por calderilla. Wantling escribía sobre una vida mucho más dura que la que había conocido Hank, pero cuando al final se escapó y le ofrecieron dar clases de poesía en una escuela universitaria, Hank le acuso de venderse (pero Él, Bukowski, se pasó decenios protestando contra la tiranía de la jornada de nueve a cinco, pero trabajó siempre; en contra de su imagen pública, pocas veces estuvo sin empleo mucho tiempo, y en algunos aguantó años, incluso durante los llamados "diez años de borrachera", como se puede leer en la página 192 de esta biografía de Barry Miles). Teniendo en cuenta lo ofendido que se sentía cuando sus lectores le pedían que siguiera escribiendo sobre bares y prostitutas mucho después de que hubiese dejado atrás aquella vida, cabe preguntarse si se arrepentiría de haber tratado así a Wantling. Wantling organizó un recital de Hank en Illinois. Hank fue en avión. Se presentó ebrio y recitó muy mal. Los asistentes se sintieron estafados y le abuchearon. En la fiesta que siguió al recital, Hank fue grosero con todo el mundo, incluido Wantling, que lo idolatraba desde hacía años; luego regresó en avión a California.
Wantling lamentó haberle conocido; la imagen que tenía de él como persona se hizo añicos; se tomó muy a pecho sus desaires y empezó a beber en exceso. Mientras tanto, Hank hizo su virulenta crítica habitual. Igual que había atacado a John Bryan y a Jon Webb, publicó entonces una columna despiadada sobre Wantling en Los Ángeles Free Press, en la que era fácilmente reconocible como Howard Stantling, y en la que decía que había sido en tiempos uno de los grandes, pero que estaba acabado. Wantling se sumió en una depresión profunda y confesó a sus amigos que deseaba beber hasta matarse. Murió de un ataque al corazón unas dos semanas después de que se publicara la collumna de hank. Siempre había tenido una personalidad inestable, pero es casi seguro que la columna de Hank contribuyó a su muerte. Claro que lo peor estaba por llegar. Cuando Ruth Wantling pasó por Los Ángeles poco después de la muerte de su esposo, se alojó en casa de Hank, que esperaba que se acostara con él. Fue tan insistente y obsesivo que Brad Darby, que los acompañó con Tina a la playa, tuvo que advertirle que se contuviera. Al día siguiente, Hank se negó a hablar con Ruth. No es que la violara, pero ella le confesó a Howard Sounes, que había sido la experiencia más desagradable de su vida, que Hank se había comportado de una forma increíble. La versión de él, de Hank, en Mujeres lo exime de toda culpa por la muerte del marido de Ruth, y termina con este cruel comentario: No es extraño que Bill se muriera. Murió de inanición. Ella es un cardo." (páginas 306, 307 y 308).

Este es el escritor, la persona, y está bien que se sepa, al que 37 hijos de Satanás admiramos y vamos a rendir homenaje.Un escritor que se dedicaba a eliminar, a barrer de su propio camino a todos aquellos escritores que pudieran llegar a hacerle sombra, a superarlo, empezando por John Fante y siguiendo por William Wantling...Un homenaje, sin duda merecido, hacia un escritor, un hombre, del que el propio Satanás tendria mucho que aprender. Por cierto: las mujeres de Bukowski (salvo Linda) SÍ QUE ERAN UN PUTO CARDO, y a las fotografías de sus libros me remito.

Solo me queda pedirle disculpas, perdón, a Mada A. y decirle que tenía ella razón y que yo estaba equivocado. Ella sabe por qué lo digo.

Bukowski, también.

5 comentarios:

Hijos de Satanás dijo...

Está bien el comentario, todos sabíamos que Hank no era un bendito, esta antología no se hubiera hecho si lo fuera... Pero a lo que vamos: qué fue, como persona, Céline, qué fue Kerouac, Miller, Burroughs, Bernahard...? No sé, los escritores que admiro, mis referencias, lo son por su obra, hace tiempo, mucho, que llegué a esa conclusión... Y, como lector, es lo que valoro y me importa...Pero en cualquier caso, está bien el debate. Y la información. Es cuestión, como todo en la vida, del punto a través del cual se enfoque. Y el mío es la literatura. La vida personal de cada escritor es otra cosa. Y si nos ponemos a repasar, los ejemplos los tenemos mucho más cercanos. Pero mucho más cercanos...v.

Hijos de Satanás dijo...

Pensé que habíamos quedado en que este libro no iba a ser la típica antología chupapollas, por eso colgué este post...pero ya veo que los tiros van por otro lado...disculpad...no se va a repetir...

Hijos de Satanás dijo...

A mí personalmente esa entrada en el blog me ha gustado mucho, me ha interesado saber esas cosas de Buk. Llevo, de hecho, ya unos días esperando a que suelten el libro en la biblioteca para pillarlo. El libro, el nuestro, Hank Over, desde luego no es para chuparle la polla a Hank, la ha debido de meter en muchos sitios poco recomendables y a veces, por lo que parece, de muy malas maneras; en el fondo yo creo que el homenaje es una buena excusa para que los 37 hijos de Satanás nos divirtamos un poco. Y personalmente me gustaría que cualquiera pueda escribir lo que le apetezca sobre Bukowski o sobre lo que sea. Si no, apaga y vamonos...Yo admiro (bueno, no se si esa es la palabra) al viejo como escritor y como persona me la suda un poco, no voy a juzgarle, pero sí que me parece bien, me gusta estar informado, conocer todo sobre él.
Un abrazo a todos. Espero que la presentación del libro sea una fiesta inolvidable.

Patxi

Unknown dijo...

Muy buen post, aunque discrepo con su punto de vista, respeto lo que dice. hay que ponerse a pensar que muchos personajes, no solo escritores, llevan una doble y hasta una triple vida, con escenas peores que las de la vida de Bukowski, que por lo menos fue honesto.
Sobre que miente en sus relatos, pues claro, es ficción y cada autor es libre de tomar la realidad y manipularla a su antojo. acerca del poeta, creo que nadie deja su pasión y vocación por una crítica, aunque sea la de su ídolo.
Sobre las mujeres del viejo, pues cuestión de gustos, y ahí tambiñén hay tela que cortar.
por último creo que mucha gente olvida que fue un escritor y se debe juzgar su obra no sus actos personales, y está demasiado expuesto a la crítica, que le ha ubicado como escritor maldito, dejando "en paz" a muchos otros. En verdad lo que cada uno haga con su vida es tan íntimo que es difícil de juzgar, m´s a la distancia y por versiones.
Saludos.

Anónimo dijo...

Que inocente, que edad tenias cuando escribiste esto? no se puede creer ni en el diablo, novato. Y Bukowski era un escritor y uno de los derechos de ser escritor es que cambias, alteras la realidad a placer propio, y eso no le resta punto a bukowski, al contrario, lo hace mas grande, porque supo calcular sus movimientos, era listo el viejo.