lunes, 23 de junio de 2008

DOLOR DE NIÑA MADRE, por Lucía Fraga.


He sido una madre silenciosa de mi propia niñez.
Me he acunado sola
cuando las manos de la madrastra
me tiraban por el suelo
y la luz era una nube mortal.
Cuando el amor era una bofetada,
cuando el amor era una paliza y yo
una niña que lloraba con las piernas meadas.

Hoy respiro el olor de mi propio cuerpo,
estrujo los pechos de mujer
que coronan una madurez rancia
iniciada en los ojos de antesdeayer.
Desnuda ante el espejo
revivo el dolor de la carne.
ME muerdo los brazos,
me abofeteo la cara
y golpeo los puños contra el duro cristal
que separa los continentes helados.

Soy la sombra perpetua.


Lucía Fraga, de Nostalgia del acero ( Follas Novas, 2006 ).

Ilustración: La mujer que tenía un regazo, by Leticia Vera. Extraída del blog Mi sonrisa sangra

Día tras día seguimos descubriendo para este blog resacoso voces intensas y palabras que nos perforan y abrasan por dentro... Recién llegada a casa, Lucía Fraga nos regala este impresionante, oscurísimo y demoledor poema, visceral y rotundo como un martillazo en la sien, que transcribo aquí y ahora para vuestro personal disfrute. Ilustra Leticia Vera, tripulante ya habitual en la nave, que desde su blog Mi sonrisa sangra, sigue ofreciendo a diario poemas e imágenes difícilmente olvidables. Gracias Lucía, gracias Leticia: continuamos on the road !!! v.

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