viernes, 29 de enero de 2010

J.D. SALINGER (1919-2010). por Jose Ángel Barrueco.


Terrible noticia, sin duda. ¿Qué puedo decir de este autor que no haya escrito ya en artículos, exámenes, comentarios y reseñas? El guardián entre el centeno es, probablemente, el libro que más veces he leído en mi vida. Mantuve con esa novela una relación de amor/odio. Dado que cursé 3 veces 2º de BUP (entonces era un malísimo estudiante; luego me reformé), 3 veces me obligaron a leerla. La primera vez la odié. La segunda, me pareció que su protagonista no estaba muy alejado de lo que a mí me ocurría, en mi lucha particular contra el mundo y lo establecido. La tercera, adoré la novela. No sé cuántas siguieron después. La releo cada pocos años. Incluso tengo varias ediciones, la mejor de las cuales es la que reeditaron hace poco (contenía revisiones de la traducción). Pero luego está la maestría de los Nueves cuentos, que también he releído con cierta asiduidad. Y puedo decir otro tanto de esa breve maravilla titulada Franny y Zooey. Sin embargo, tardé en leer Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción, que son fascinantes. Y tengo por ahí, en fotocopias, algunos cuentos traducidos por Javier Marías; dichos textos jamás se publicaron en un libro. También guardo el manuscrito pirata, en inglés y bajado de la red, de Hapworth 16, 1924. A mi chica le regalé 2 o 3 obras de Salinger un tiempo después de conocerla. Yo aún tenía la esperanza de que el viejo Jerome David recapacitara y diese a la imprenta nuevos libros antes de su muerte. No ha sido así. Salvo que tuviera pretensiones de publicar póstumamente. Siempre vivió rodeado de enigmas.

Extraído de Escrito en el viento

Además, en The New York Times publican una infografía con algunas de las frases (en inglés) de El guardían entre el centeno, situándolas en diferentes puntos de Manhattan.

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