Me miré las uñas de la mano izquierda.
Estaban largas y bien cuidadas.
Las vi del derecho y del revés.
Observé las lúnulas blanquecinas
asomando bajo la piel
y se me antojaron bocas perfectas,
sonrientes y sensuales
que me miraban todas a un tiempo.
Comencé a acariciar mis dedos
como quien toca una miniatura de vidrio.
Froté las palmas una contra otra
con los dedos abiertos como suaves abanicos.
Bajé a las muñecas, a la zona azulada de venas
donde la piel se vuelve fina y clara,
a los antebrazos, a los codos, al cuello.
Acaricié del lóbulo de la oreja hasta el hombro,
solté mi pelo y metí los dedos en él.
Lo peiné rizando mechones entre el índice
y el corazón.
Lo aparté hacia un lado y toqué mi boca.
Raspé levemente mi labio inferior.
Estaba grueso y húmedo y pasé la lengua por mi dedo.
Con la otra mano sentí mis pechos
redondos y fuertes como frutas sabrosas.
Acaricié mi vientre dibujando espirales en mi ombligo.
Y bajé
y bajé
y bajé más
y más aún,
aún más abajo…
Y subí
y observé las uñas de mi mano derecha.
Sonia San Román, de 23 Pandoras: Poesía alternativa española. Selección y prólogo de Vicente Muñoz Álvarez (Baile del sol, 2009).
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Estaban largas y bien cuidadas.
Las vi del derecho y del revés.
Observé las lúnulas blanquecinas
asomando bajo la piel
y se me antojaron bocas perfectas,
sonrientes y sensuales
que me miraban todas a un tiempo.
Comencé a acariciar mis dedos
como quien toca una miniatura de vidrio.
Froté las palmas una contra otra
con los dedos abiertos como suaves abanicos.
Bajé a las muñecas, a la zona azulada de venas
donde la piel se vuelve fina y clara,
a los antebrazos, a los codos, al cuello.
Acaricié del lóbulo de la oreja hasta el hombro,
solté mi pelo y metí los dedos en él.
Lo peiné rizando mechones entre el índice
y el corazón.
Lo aparté hacia un lado y toqué mi boca.
Raspé levemente mi labio inferior.
Estaba grueso y húmedo y pasé la lengua por mi dedo.
Con la otra mano sentí mis pechos
redondos y fuertes como frutas sabrosas.
Acaricié mi vientre dibujando espirales en mi ombligo.
Y bajé
y bajé
y bajé más
y más aún,
aún más abajo…
Y subí
y observé las uñas de mi mano derecha.
Sonia San Román, de 23 Pandoras: Poesía alternativa española. Selección y prólogo de Vicente Muñoz Álvarez (Baile del sol, 2009).
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2 comentarios:
Yujuuuuu!!
XD
Besazos resacosos
Me ha encantado Sonia!!
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