miércoles, 16 de septiembre de 2009

NIEVE by David Pérez Vega.


Montevideo era verde en mi infancia
absolutamente verde y con tranvía
(...) era tan diferente, era verde.

Mario Benedetti

Blanca, limpia sobre las capotas de los coches,
entre los dedos deshojados de los árboles,
leves puntadas amarillas en las copas
oscuras como un oro enlutado de tiempo
caído en el fango del invierno,
así ha caído esta noche la nieve de la infancia
sobre las capotas de los coches.

Parece ya una fotografía tan lejana,
coches antiguos, rojos desvaídos, camuflados por el esplendor
del blanco, resignados sobre el asfalto roto, enmohecido
sobre el que jugábamos al fútbol, cuando no había
tantos coches rojos cubiertos por la nieve.

Jugábamos en la calle. Veo la farola
escuálida que era un poste y el árbol
deshojado, descarnado, que era el otro, con nieve en sus horquillas
y la puerta verde que no estaba en mi infancia.

Yo era un Arconada de gomaespuma con mis guantes de gomaespuma
bajo los palos del mismísimo cielo;
a veces amanecía nevado, igual que hoy, 14 años atrás, y
nos lanzábamos bolas fulgurantes de risa, de latón y de agua
con la nieve recogida del capó de los coches
que hoy ha vuelto a caer entre los dedos huesudos
de los árboles, con pinceladas impresionistas de hojas
amarillas gastadas por el ladrido de los perros,
sobre el aparcamiento incesante de árboles marrones.
Cuando podaban esos árboles saltábamos sobre las
ramas apiladas, cavábamos túneles en ellas,
eran una cama elástica y un refugio de guerra.

Y ahora, estudiando Análisis Contable, esas ramas
vuelven a crecer igual que vuelve a caer la nieve.
Entre las nubes frías de la mañana lo observo
desde la terraza, esperanzado
de que así vuelva a crecer la infancia.


David Pérez Vega, de Móstoles era una fiesta (inédito).

http://www.desdelaciudadsincines.blogspot.com/

3 comentarios:

David Pérez Vega dijo...

Hola Vicente
Gracias por colgar el poema.

Como ves, ya puedo contestarte en la propia página de Hankover. En una semana frenética dejé la tecnología del siglo XX y me adentré en la del XXI: me hice un perfil en facebook, abrí un blog, dejé la cámara de carrete y compré una digital... una locura...

Encantado de estar de nuevo por aquí.
Un saludo a todos.

Estelle Talavera Baudet dijo...

Gracias... una delicia.

Estelle Talavera Baudet dijo...

Si "El hombre ajeno" sigue sin "dueño" editorial me gustaría estudiar la propuesta... ¿es posible?