En Olleir soñabas con el mar
y te perdías en las urces
creyéndote incansable: de ardua
materia se construyen los sueños.
creyéndote incansable: de ardua
materia se construyen los sueños.
Eras más joven,
casi un niño que sufre el encono
a veces de los otros y prohibía
la soledad, tan brusca y encomiable.
casi un niño que sufre el encono
a veces de los otros y prohibía
la soledad, tan brusca y encomiable.
Con la memoria de abuelos
que se han ido y pecados a solas, hoy
escribes un poema a la deriva
de aquel engaño hermoso.
que se han ido y pecados a solas, hoy
escribes un poema a la deriva
de aquel engaño hermoso.
No es perecedero cuanto olvidaste.
Sabes que allí se perpetúa
un renglón largo largo largo de tu vida
entrecortado, quizá, por unas gotas
de lluvia y tristeza.
Sabes que allí se perpetúa
un renglón largo largo largo de tu vida
entrecortado, quizá, por unas gotas
de lluvia y tristeza.
Luis Miguel Rabanal
Foto por Marlus Leon
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