EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
Fui de izquierdas, pero no comunista.
Nunca pude compartir el baño.
Woody Allen
Jesús, Karl Marx y Pablo Iglesias
sentados en la misma mesa
partiendo el pan
hablando del amor, del pueblo
y de la justicia social
Os veo. Os escucho
pero tampoco puedo creer en vosotros
porque abierta la vena mi sangre es roja
tan roja como siempre
y el hambre continúa siendo la misma
yo que solo soy un hombre, como tantos otros
de barro y hueso, de lágrimas y tripas revueltas
y acabado el almuerzo
ni miguillas quedan para esta boca
ni para el hermano de idéntica leche
Sois todo intención, nada más
cuando no
quimera
HOLLYWOOD
Ese bar, el de la esquina
Ese bar, el de la esquina
de más abajo
a los pies del cabezo de los locos
con su cartelazo de neones
medio fundidos
café de recuelo, anís sin mono, coñac de garrafa,
magra con demasiada historia, tortilla enferma
de sarna
y compadres como estrellas errantes
en el trago y la derrota diaria
demonios, esto es lo más cerca
que estuvimos
nunca
de los ángeles
LOS COMERCIOS DE LA CARNE
Hueso contra hueso
polillas entrechocando su oscuridad
sin más afecto que el del pellejo
esa constancia de tambores entregados
al tam-tam del sexo
produciendo una lujuria y sus músicas
abanderada por apátridas
que surcan mares de soledad
un réquiem enarbolado en los mástiles
flácidos, a media asta
entre las piernas
donde concluya la noche
y da comienzo
la realidad
Tomás Soler Borja, de Cash ((Versátiles, 2021)
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