y te pasabas tres pueblos:
(tonto, gilipollas, inútil,
no vales para nada,
me cago en...)
Y me tocaba callar
para que aquello no fuese a más,
al poco me aprovechaba
de la programación de la tele,
para sin mirarte a la cara,
sin apartar los ojos de la pantalla,
tomarme revancha
y darte lo tuyo.
Tú lo sospechabas,
pero nunca pudiste demostrarlo
y mira que lo intentaste.
Hasta llegaste a preguntarme
el porqué le hablaba así
al Rey, al Papa, al Presidente,
a cualquier dictadorzuelo de aquellos
si nada me habían hecho.
Entonces yo, envalentonado,
fijando mis pupilas en tus pupilas,
te contestaba mi verdad:
Todos son iguales,
se saben con mando,
en situación ventajosa
y no gobiernan,
avasallan.
Sí, lo sé, mi defensa
era bien cobarde,
pero en aquellos tiempos
no tenía otra.
Aún ni me afeitaba.
Ts acróbata
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