Me ha enseñado como se usa
para utilizarlo yo
con la guitarra
con la que me pagó
un colega una deuda.
El afinador muestra en la pantalla
una aguja
y tal como un velocímetro
al tocar cada cuerda
se mueve de izquierda a derecha.
En el medio del arco,
digital como la aguja,
hay una marca,
si se para ahí
la pantalla destella en verde,
la cuerda esta afinada.
Ahí, ahí está afinada,
justo ahí.
Y esto es lo que hay que hacer
siempre antes de nada,
afinarla.
Eso intento hacer,
afinarla,
aunque en mis manos
la guitarra
apenas escupe notas.
Voy a buscar el afinador
y pienso:
que aunque como mi padre
no sea de oído,
no se me olvide
nunca
afinarla.
Alejandro Mallada, del blog Poesía Crónica.
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