viernes, 27 de mayo de 2022

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS. La huella de los 90 en la cooltura contemporánea: Nacho Escuín.



El nuevo modelo de hiperexposición del individuo a través de las redes sociales arroja una ingente información que, bien utilizada, permite elaborar algoritmos que invitan a adquirir lo que sea al individuo antes, incluso, de que este haya podido formular de forma consciente el pensamiento de necesitar exactamente ese algo. De alguna manera, podría decirse, son capaces a través de esta información de generar la necesidad de algo, lo que sea, a través de la información que emana de nuestras redes, de nuestras búsquedas en cualquier buscador, de nuestros gustos personales e incluso aquellos que pertenecen a la faceta más privada de la propia vida.

Asistimos a la representación del teatro permanente de la vida en directo, pero no solo como espectadores, ahora a través de los citados mecanismos también interactuamos, también participamos de forma activa o somos susceptibles de ser aquellos individuos que son observados y por lo tanto lo hacemos de manera pasiva.

El espectador es también objeto de la representación y desea mostrarse, enseñar lo que es, enseñar, mejo dicho, lo que quiere parecer que es. La época que debería destacar por estar más cerca de la verdad, por poder atesorar los mayores niveles de información y que podría ser santo y seña de la de la realidad se ha convertido en la época en que reina aquello que se ve tras una pantalla, tras una aplicación, tras el tamiz de aquello que deja ver el simulacro tras de sí.

Nacho Escuín, 
de Aquellos Maravillosos años. La huella de los 90 en la cooltura contemporánea 
(Universidad de León & Valladolid, 2022)


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