miércoles, 20 de febrero de 2019

UN HOMBRE DE OTRO TIEMPO: Max Benítez.




No es una simple casualidad que ya no se lea poesía. Hablo de la poesía de verdad, hablo de versos eternos. Se lee poesía de amor romántico como un sustituto del verdadero amor pero no leemos versos que nos arranquen de la comodidad de nuestro sofá. No leemos nada que altere nuestro apetito por lo intrascendente. Las lecturas importantes parecen haber quedado relegadas a simples exámenes de bachillerato. Leemos, sí, pero leemos muy mal. "El saber no ocupa lugar". Vaya tontería! Claro que ocupa lugar! Y precisamente por eso hemos de ser selectivos, cuidadosamente selectivos. Hay que saber con qué ocupamos nuestra maltratadísima mente! En la actualidad no ocupamos nuestra mente, para eso están los ordenadores que nos facilitan la tarea de rellenar nuestras neuronas con vastas carpetas de material inocuo. Nuestro cerebro es un simple puente y nuestro cuerpo, su vehículo. En eso nos estamos convirtiendo.

Max Benítez, 
de Un hombre de otro tiempo 
(Ediciones Camelot, 2018)


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