mi padre solía anticiparme
que muy pronto me pondría
al corriente de la pérfida
naturaleza femenina
"¡ya te hablaré de esas
'lagartas'!"
–me repetía,frunciendo
su repugnante ceño
psicopático
no sé si es que olvidó
la futura lección
o que –sencillamente–
no sabía de qué iba el
asunto…
lo cierto es que quedé
ignorante respecto a las
mujeres… y hasta hoy
lo que si puedo asegurar
es que
gracias a mi papá
supe que algunos hombres
pueden asesinar
impunemente
la inocencia de un niño
Pablo G.Bao.
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