miércoles, 4 de mayo de 2011

2 POEMAS DEL SUBURBIO. Gloria Fuertes


TODO ASUSTA

Asusta que la flor se pase pronto.
Asusta querer mucho y que te quieran.
Asusta ver a un niño cara de hombre,
asusta que la noche…
que se tiemble por nada,
que se ría por nada asusta mucho.
Asusta que la paz por los jardines
asome sus orejas de colores,
asusta porque es mayo y es buen tiempo,
asusta por si pasas sobre todo,
asusta lo completo, lo posible,
la demasiada luz, la cobardía,
la gente que se casa, la tormenta.
los aires que se forman y la lluvia.
Los ruidos que en la noche nadie hace
–la silla vacía siempre cruje–,
asusta la maldad y la alegría,
el dolor, la serpiente, el mar, el libro,
asusta ser feliz, asusta el fuego,
sobrecoge la paz, se teme algo,
asusta todo trigo, todo pobre,
lo mejor no sentarse en una silla.

ES INÚTIL

Inútil que a estas fechas
nos empiece a dar pena de la rosa y el pájaro,
inútil que encendamos velas por los pasillos,
inútil que nos prohiban nada,
no hablar por ejemplo,
comer carne,
beber libros,
bajarnos sin pagar del tranvía,
querer a varios seres,
fumar yerbas
decir verdades,
amar al enemigo
inútil es que nos prohiban nada.
En los diarios vienen circulares,
papeles hay pegados en la esquina
que prohiben comer pájaros fritos;
¡y no prohiben comer hombres asados,
con dientes de metralla comer hombres desnudos!

¿Por qué prohiben pájaros los mismos que consienten
ejecutar el séptimo y el quinto mandamiento?
Tampoco han prohibido los niños en Corea
y se los sigue el hombre comiendo en salsa blanca.
La "Protectora de Animales" está haciendo el ridículo
Tampoco han prohibido comer inocentes pescadillas,
los tiernos y purísimos corderos,
las melancólicas lubinas,
las perdices,
y qué me dices
de Mariquita Pérez
que la compran abrigos de trescientas pesetas
habiendo tanta niña sin muñeca ni ropa,
los enfermos trabajan,
los ancianos ejercen,
el opio en tal café puede comprarse
la juventud se vende,
todo esto está oficialmente permitido,
comprended y pensad nada se arregla con tener buenos sentimientos,
hay que tener arranque y ganas de gritar:
¡Mientras haya guerras comeré pájaros fritos!


Poemas del suburbio. Todo asusta. Gloria Fuertes. Ediciones Torremozas, 2005

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asusta que vivamos tan acojonados de palabra y de acto.Que digamos sí a la mierda con tal de que entre en nómina. Asusta que nos vendamos.