CONSEJOS, NADA MÁS...
A partir de cierto punto no hay retorno posible.
Ese es el punto al que hay que llegar.
Franz Kafka, Consideraciones acerca del pecado.
Dejate el pelo hasta los pies
y prendé esa maría.
Tocá un rock and roll
hasta las cuatro de la madrugada.
Caminá por el barrio chino
buscando la iluminación zen
sin presumir.
Y enamorate de todo
hasta perderte.
Llamala ahora
y recitale uno de Rimbaud
y si no lo entiende
no lo dudes:
tenés que dejarla.
Emborrachate con aristócratas y obreros
y, por las tardes,
sentite un dandi
caminando solo en un mundo
que se derrumba
cuando te manejás sin zapatos.
Y si ves a un vagabundo
extendele tu mano,
porque el reserva algo
que vos no podes darle.
Sabelo: hay personas
que no van a encontrar en vos
más que un montón de mierda,
pero hay otras
que van a verte como un guía.
Sin embargo, eso no es importante ahora.
Pensá en los berlineses
que construyeron el muro
y hacé uno alrededor tuyo.
Ya va a llegar alguien que te lo sacuda.
Y cuando tu mente esté distraída
no dejés que te atrape
esa sensación común de felicidad
que carcomió a los falsos talentos.
Y recorré todos los viejos moteles
y los viejos bares
donde gitanos y malditos
fueron dejando sus pieles.
Y cuando necesités una mano
acudí a un manco.
Él sabrá explicarte porqué
sólo es necesario tener corazón.
Pero por sobre todas las cosas
movete
como un nómada moderno
hasta que el absurdo
se haga estupidez.
Y sabé
que la razón
termina con la muerte
y que la muerte no termina con nada.
Y no tomes estos consejos como algo personal,
y no escribas poemas
si no estás muerto.
A Julián Galante, nuevo Kerouac oculto de una generación brutal
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