sábado, 5 de abril de 2008

LA TIERRA MÁS ALLÁ DEL BOSQUE, por Toño Benavides.


Aulláis como lobos - Nos reprochan los pacíficos corderos: seres inocentes que financian matanzas al otro lado del mundo con sus impuestos.¡Claro, somos lobos joder! Y tú un puto cordero al que no protege la declaración universal de los derechos humanos. Así que ten mucho cuidado porque hay lobos que se ocultan en los jardines, y lo que comen no es verde. Si no sabes aullar no te cruces en nuestro camino. En el valle los jueces protegen al rebaño. Procuran favorecer las expectativas de vida de toda esa carne blanda de ideas blandas que alimenta su prole con historias de miedo sobre lobos resentidos que mastican su rabia acechando a los corderos desde de la oscuridad del bosque, que aúllan envidiando los mullidos corrales y su blanco pelaje. Pero nosotros no queremos el picante calor- sudor de la majada. Cuando llueve nos protege nuestro pelo, cuando llega el frío, la cueva y nadie se preocupa por nosotros cuando escuchamos la batida por los montes, porque son jueces los que vienen a matarnos.

El bosque es duro corderitos. Nadie vela por nosotros escondido tras una nube. Ninguno de los nuestros ha escrito un libro de leyes con el que protegerse de la lluvia. Aquí cada uno depende de sí mismo y la última vez que nos pusimos de acuerdo fue para despedazar al último que quiso proclamarse rey.

Ilustración y texto de Toño Benavides, de la novela inédita La tierra más allá del bosque.

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