lunes, 15 de noviembre de 2021

UNA VEZ, HACE TIEMPO... por RAFAEL LÓPEZ VILAS




CAFÉ, VERSOS, COSAS QUE PASAN POR MI CABEZA
Oh, sí, amigo
Puedo ver
cómo se desordenan
las palabras en mi cabeza
sin sentir nada
sin necesidad de hacer nada
simplemente dejando
que el azar se ocupe
de elegir el camino
Soy capaz de estar sentado durante horas
tomando café sin parar y vomitando versos
que florecen sin sentido
Puedo verlos
extendiéndose sobre el papel
Profanando las tierras conquistadas
de la hoja en blanco
atravesando el fuego y el resplandor de la muerte
que me espera y te espera
cuando el cielo tiña sus labios de carmín
y el sol se meta en las bragas del último ocaso
y mi frente se bañe de lágrimas
al contemplar mis dedos abordando las teclas
saltando y sin red sobre las letras
incapaz de contener las cenizas
el río que me lleva y se vierte
tan usual y espantoso
como las noticias de ayer que resuenan
en una radio apagada
y veo mis pasos ante mí
sin saber dónde acaba el camino
de los versos y la vida
que no he escrito todavía
Sin saber cuántos poemas
cuántas hojas
mujeres locas
lugares equivocados y ruido de cristales rotos
quedan por delante
Y recuerdo a veces
aquellos cuadros
tanto viaje aquél
y tanto camino
los años de duro trabajo
esbozando a duras penas
el poder de la fantasía
el gran asalto
en que todavía no ha sonado la campana
siempre fajándome
apoyando los pies
en las cuerdas que encontré
peleando a la contra
sin esperar la calma del aplauso
la tempestad y la gorda
las librería vacías
a las que no llegará mi nombre
el subsidio del paro
la decadencia
la decadencia
la decadencia

Y aquí sentado
entretengo mi verbo incontrolado
improvisando canciones
que ya no saben a amor
rescatando palabras
que pululan inertes y gastadas
olvidadas en el aire por la gente que pasa
tratando de obviar las conversaciones
de un aquelarre de mamarrachos
que viven resignados
en un mundo de ilusiones perdidas
mientras juego a la ruleta rusa con mis recuerdos
y me revuelco
en un albañal de lugares comunes y obviedades
dejando que la trivialidad más mezquina
fluya como la espuma
en esta marea de tinta
que no acaba
alejándome de las rimas cantarinas
y ese dulzor programado y métrico
que han formulado los químicos
de la poesía universal
poemas
en los que lloran y sufren y se duelen
cantándole a las musas
al amor y a los dioses griegos
enfatizando cada sílaba
agravando la riqueza
de cada palabra
sentados en su atalaya
de originalidad y estilo
tratando de capturar la gran ballena blanca
de todas las metáforas
que les reporte su minuto de fama
Que les haga ser
Que les haga estar
Figurar
Trascender en un cubalibre
de olvido y basura
y mientras
aquí sentado
contemplo el ocaso de este día
y las mesas del bar van quedándose
tristes y vacías
este poema y yo
cerramos las puertas
quizá solamente
por el día de hoy

Rafael López Vilas


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