I hate myself for being a poet, but there’s nothing in the world I’d rather be.
Arañas blancas suben y bajan, recorren las paredes verdes
Mujeres que se comban sobre el piso
Alfombras persas
granas
negras
estrellas y arabescos
Los compuestos se derraman
-tubos de ensayo, probetas-
caen
bullendo
efervescentes
y volátiles
el sol, la lluvia
Arco iris
Espíritus de la media noche
Guías de regiones escondidas que en la cueva
Espías de la media luna
Crías de la monstruosa Hydra
La clepsidra, gira sola
Olas del mar llegan
Se van, dejan espuma
Se van las caracolas
Se va el mar, el rompeolas
La ventana, el geranio
Sobreexpuesto, luz del día
Y la luna que sale de debajo de la almohada
y grita:
Azul, blanco, amarillo
rielo junto a los navíos
en los puertos del más allá
Pero ahora es muy de día y estamos todos aquí.
I hate myself for being a poet, but there’s nothing in the world I’d rather be.
* I hate myself for being a poet, but there’s nothing in the world I’d rather be / Me odio a mí mismo/a por ser un/a poeta, pero no hay nada en el mundo que prefiera ser a cambio.
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Arriba, Hércules y la Hydra, óleo de Gustave Moreau.
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