sábado, 31 de enero de 2009
HE TENIDO EL VALOR, by G. Apollinaire.
viernes, 30 de enero de 2009
BETTIE PAGE Rock & Roll Party.
Será en el BAR MINER (Loiola), Donostia, y comunicaros que a partir de las 20:30 abren la cocina y podréis degustar exquisitos `bocatas´ antes del inicio del Show, que será a partir de las 22:00 horas.
No hay excusa…… la FIESTA EN EL MINER desde las 20:30!!!!!!!
THE BLACK DOGS! PHANTOM
( http://www.myspace.com/theblackdogsphantom )
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Artista invitado sorpresa:
PRIMAVERA EN KABUL (Acústico)
( http://www.myspace.com/iestevez )
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Sesión Rock and Roll:
POULIDOR & SR. CALAVERA
Tendremos imágenes de BETTIE PAGE y sorteo de regalos de BEASTO SHOP (A Coruña) http://elbeasto.com/shop
OS ESPERAMOS EL SABADO
ROCK ON!!!
CAPITALISMO FOR YOU by Lluis Pons Mora.
jueves, 29 de enero de 2009
RESACA en El chino lee.
LA CÁMARA DE NIEBLA by Xen Rabanal.
choose a good Blues
¿Cuántas veces has escuchado un buen Blues... ese que te entra, te retuerce, exprime de tu hígado hasta la primera gota de alcohol que todavía no has digerido?
¿Y cuántas veces te has preguntado de quién es?, ¿quién lo compuso?, ¿quién lo interpreta?Sabes que estás escuchando algo superior, quizá porque habla a esas partes de ti que consideras inferiores, y te doblas sobre la barra y tus uñas puntean sobre tus tripas... de tu boca surge un sonido extraño, tus neuronas se rinden ante la evidencia, y le cantas a una copa de ron que pudre tu hígado, brindas porque Lucifer está en ti, la Razón se relaja, el aura de los pelos que perdiste son zombies que saltan, se masturban y vomitan sobre tu calva...
… es un destello, lo ves todo... un puto momento... ahí está: es el cruce de los caminos en tu chota, y brilla entre la Niebla...
Y te dice que vayas, bebes, la guitarra ya son tus intestinos, conoces todos los caminos, es un instante, no dudas, en todos has tropezado cuando no has sido tú mismo, cuando has pasado de largo, sin querer saber quién canta, las putas prisas de la Razón, quién cojones es capaz de decir tantas verdades con una guitarra… con un gemido...
Y te das cuenta de que los vientos han manipulado tu deriva, perdido el timón en una copa que es un sistema que se autosostiene en el tiempo de incertidumbres, abono de lo que no ganas, excusa para el siguiente silencio... hacia el que te llevan...
… es así, que nadie se engañe...
… y si no la vives, muchach@, la pierdes...
Así es... Por eso voy, por eso me fui, buscando la música de unos ojos, el Blues que cantan unos labios con nombre... Por eso ahora elijo... aunque no lo buscase...y elijo un buen Blues…
miércoles, 28 de enero de 2009
100.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO
BUSCA EN TU INTERIOR by Jorge Barco.
NACHO ABAD entrevistado por Cristina Fanjul.
-”Hace algún tiempo estuve trabajando en un lugar similar al que describo en la novela y las condiciones de alienación son las mismas. Todo ese ambiente agobiante, de cámaras que te siguen mientras trabajas, ese control sofocante, la realidad de los trabajos basura es real. El resto de la obra es ficción.
-”Lo digo porque consigue plasmar ese ambiente hasta el punto de que a veces resulta sofocante.
-”Si, tal vez por eso decidí que fuera una novela breve, porque puede que de otra manera el lector se hubiera rendido antes de acabar de leer. Por eso utilizo un lenguaje tan neutro, siempre en presente y también por eso el protagonista tiene un rostro común. Lo que yo quería expresar era que estamos condenados a buscar un empleo aunque sea alienante, que somos tan sólo objetos, una parte pequeñísima de un engranaje que no nos tiene en cuenta.
-”Pinta un panorama desolador.
-”Puede, pero yo creo que cuando escribes es para provocar algo y puede que con esta novela haya tratado de mostrar hasta qué punto muchas veces lo único que hacemos es abrazarnos a un intento desesperado de avanzar que, al final, nos lleva al ridículo.
-”Uno de los capítulos de la novela es de hecho un ensayo sobre la sociedad y el consumo, sobre cómo se integran sus actores, como las mujeres, por ejemplo..
-”Sí, quería mostrar como es el consumo el que genera las dinámicas de la sociedad.
-”El capitalismo...
-”Si, pero no como una crítica. Creo firmemente que el capitalismo es el mejor sistema posible, el único que nos permite cierto grado de libertad. Es tan poderoso que ni siquiera le importa que pienses.
-”¿Por eso parte de la historia se desarrolla en las tripas de un gran centro comercial?
-”Si, aparte de por mi experiencia personal, claro. En el fondo, hoy en día todo empieza y acaba en loa grandes centros comerciales. El supermercado ha sustituido al templo.
-”¿Cuánto hay de realismo sucio en la novela?
-”Nada, cero absoluto. A los representantes del realismo sucio no les conocí hasta mucho después de terminar la historia.
-”Pues a mi me parece que está a medio camino entre Houellebecq y Bukowski.
-”Nada de Bukowski. Puedo decir que he plagiado a Coetze en el discurso novelístico y a Houellebecq en el filosófico.
-”Hay una novela de Émile Zola, «Au Bonheur des Dames» , que narra el desembarco de los grandes centros comerciales en París y de cómo trastocan la vida de la burguesía. También me ha recordado.
-”Tal vez. Durante la época en la que escribía El empleo leía mucha literatura francesa.
-”A pesar de que la rutina y la vulgaridad te hacen suspirar por un momento de respiro, la obra tiene mucho sentido del humor. El encuentro sexual con la camarera, la pesadilla del pene ametralladora o el personaje del enlace sindical son algunos ejemplos.
-”Si, me costaba demasiado mantener el mismo tono irrespirable, por eso acudí al humor negro, que al final es lo único que nos salva.
-”En la novela no se libra ningún personaje, pero con las mujeres resulta especialmente cruel.
-”Yo quería hacer una crítica al feminismo y a todos los movimientos de izquierdas que han pasado a convertirse en integrados. No quería ni héroes ni heroínas. Creo que si las mujeres han conquistado derechos ha sido tan sólo porque de esa manera se convertirían en consumidoras. Lo mismo ocurre con el sindicalismo, que no deja de ser una herramienta de unos para conseguir más privilegios a expensas de los demás.
-”¿Dónde queda nuestra capaciedad real de ser libres?
-”Podemos elegir vivir o no, y creo que eso es todo. La libertad real en la que se vertebra tu vida es demasiado pequeña. Incluso cuando das un cambio radical a tu existencia, ese giro dura demasiado poco porque las circunstancias vuelven a ser las mismas de manera muy rápida. Incluso a la hora de escribir tenemos poco espacio de indibidualidad. Estamos demasiado mediatizados. Escribimos lo que podemos.
-”La única mujer que parece salvarse es el producto de un sueño y ni siquiera tiene olor. ¿Qué quería expresar con esa ausencia de perfume?
-”Dicen que la memoria olfativa es la que con mayor intensidad pervive en el tiempo. Tal vez quisiera mostrar que esa mujer a la que buscamos no existe en realidad, es una ilusión.
martes, 27 de enero de 2009
RESACA/HANK OVER: 2ª Edición.
lunes, 26 de enero de 2009
A LA SALIDA DE LAS FÁBRICAS/ SAÍDA DAS FÁBRICAS por Tiago Gomes.
Allá vamos los dos
entre la multitud
al caer la tarde
saliendo de las fábricas
de camino a casa
hasta el fin de nuestro pedazo de tierra
donde empieza el abismo
que nos corroe la piel.
com a multidão
ao cair da tarde
saindo das fábricas
a caminho de casa
até ao fim do nosso pedaço de terra
onde começa o abismo
que nos corrói a pele.
domingo, 25 de enero de 2009
2 HIJOS DE SATANÁS 2 EN XL SEMANAL
El magazine XL Semanal, el semanario de mayor tirada en España, publica hoy dos reseñas de libros de hijos de Satanás: Lobería fina, de L.A. de Cuenca con las ilustraciones de Miguel Ángel Martín; y los relatos de Ajuste de cuentos de Patxi Irurzun (Eclipsados). ¡Seguimos on the road!
Lobería fina: Hola mi amor, yo soy el lobo... Selección de poemas y canciones de l.A. de Cuenca ilustrados por M.A. Martín. Formato mino; efectos maxi. Rey Lear.
Litera(dura): Ajuste de cuentos de Patxi Irurzun. Déjense llevar por los puñetazos de estos feroces relatos. Sin concesiones ni golpes bajos. Eclipsados.
INSEPARABLES
sábado, 24 de enero de 2009
TUDOR CITY PLACE by J.M.Fonollosa.
viernes, 23 de enero de 2009
El sumidero. Kutxi Romero.
el ¡horror!, programa de María Teresa Campos, y declamaba versos con una pretendida sensibilidad que en realidad sólo era un combate a muerte contra su estreñimiento.
Sin embargo, los caminos del demonio son inescrutables y en ellos terminan confluyendo las direcciones de todas las balas perdidas, así que un buen día se cruzaron en mi trayectoria, gracias a dios, o en este caso al diablo -pues en realidad uno aspiraba a hacer méritos beneméritos para subir dinamitado al cielo pestañí- poesías que me enseñaron que no habían aprendido sus versos en libros de texto como condenas, sino en otros lugares donde se pagaban bolas de verdad, como David González, en las cárceles de menores, Alimotxe, en manicomios y centros de desintoxicación...o Kutxi, en los andamios, las calles del barrio o bajeras de grupos de rocanrol...
A Kutxi lo conocía antes de conocerle, ciertamente; había visto su foto cuando ganó el concurso de cantautores del gobierno de Navarra y apareció en los periódicos, en una de esas entregas de premios casi insultantes en las que los políticos juntan en rebaño a todos los artistas premiados a lo largo del año y les arrojan los flecos de sus presupuestos como quien da de comer a los pollos, con ese desprecio garrulo hacia la cultura, sobre todo si es la propia cultura. En esa foto, entre todos los satisfechos premiados, aparecía él en un rincón, con una sonrisa marciana y una camiseta subversiva con la que quedaba como feo junto al presidente. Y mientras el resto de artistas, sonrientes y maqueados, parecían agradecidos, quizás domesticados, Kutxi maquinaba en qué transformar el pienso que, de mala gana, esparcían los políticos (gracias a aquel premio, de hecho, se grabaría "La patera", el primer disco de "Marea", grupo en el que Kutxi despelleja corazones con las zarzas de su voz).
Los versos de Kutxi, un gato callejero que se pone las botas zampándose ratones de biblioteca (devora glotón dos o tres libros cada semana) , van directos por "El sumidero" al corazón mismo de la poesía, a sus temas clásicos, universales e intemporales, como el sueño, o mejor dicho, el insomnio, la soledad, los abismos de la locura, a los que Kutxi no puede evitar asomarse -la mirada abismal de su admirado Leopoldo María Panero- aún sabiendo que "el fracaso es algo hipnótico/y absorbente/que da pie/a la magnificación/de los interrogantes"; como, la escatología en sus dos acepciones, como la muerte, inquietantemente omnipresente en estos poemas, como una novia enlutada a la que Kutxi mira de frente, tranquilo, con la cabeza alta, con la dignidad que quien aunque sabe que le arrastrará inevitablemente al sumidero, morirá matando; y la mierda, esa tormenta de excrementos, anémonas de barro y semen infecto que se merecen estos tiempos igualmente de mierda, de dioses en calzoncillos. En definitiva, hagamos pues la pregunta de otra manera: ¿qué otra cosa sino un poeta de mierda podía haber sido un tipo como Kutxi, que escribe sus versos con las tripas?
CALDO DE POLLO
jueves, 22 de enero de 2009
GOIKO in Md.
presenta
Tres en uno. El camión de la poesía
VIERNES 23 de Enero a las 20.00
GOIKO; buscador incansable del lenguaje común a la especie humana, volteador incansable de calcetines buscando reveses; polipoeta libertador de tesoros líricos, concretos y cósmicos; trabajador incansable que se enfunda el buzo y su casco de obrero no importándole bregar para grupos minúsculos o para multitudes. Su escenario puede ser un tren, una grúa o un bar… la vida al fin y al cabo.
arrebato libros
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28004 Madrid.
(34) 91 282 11 11
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EN HOLLYWOOD QUEDA MUY BIEN, por Javier Das.
Me gustaría tener la voz ronca
como los dueños de los bares
de mala muerte
que salen en las películas.
varios paquetes de tabaco al día,
beber mucho, whisky por ejemplo,
o vino, y pasar las noches trasnochando.
de mala muerte
que salen en las películas,
o los tipos duros,
los que en las peleas
acaban con la nariz sangrando
pero con la cabeza bien alta,
los que mantienen el cigarrillo
en la boca mientras insultan
al proyecto de pelea
que tiene la voz
como yo,
por ejemplo.
Esos tipos,
ligan mucho.
te sientas al piano
y rasgas el aire
al más puro estilo Tom Waits,
o te sientas en tu mesa,
y machacando tu máquina de escribir
fulminas varios poemas,
porque no lo neguemos,
un poema no suena igual
en dos voces distintas.
que me gustaría tener la voz ronca
como los dueños de los bares
de mala muerte
que salen en las películas.
en la barra,
esas que beben solas,
y decirles algo ingenioso
que las haga llamar su atención.
miércoles, 21 de enero de 2009
Las cenizas. Pepe Pereza
Santiago tenía una urna donde guardaba las cenizas de su difunta esposa. Cada vez que la echaba de menos, cogía la urna, la abría y con una tarjeta de crédito, extraía un pequeño montoncito que después, machacaba y trituraba con la tarjeta. Finalmente, distribuía el montoncito en una fina línea y a través de un cilindro de titanio esnifaba a su mujer. Esto le ayudaba a seguir adelante. Aliviaba sus penas y añoranza. Santiago consideraba su hábito, no un hecho extraño, sino una intima y estrecha comunión con su esposa. Solo era un acto de amor, uno más de los tantos con los que se habían correspondido a lo largo de su relación. La muerte prematura de ella los había separado para siempre, pero mientras le quedasen sus cenizas, seguiría comulgando con ella. Todos sus amigos le disculpaban, sabiendo que lo suyo era un inútil intento de acercamiento a su difunta mujer producido por el dolor. Pero no había posibles acercamientos después de la muerte. La muerte no dejaba fronteras que se pudieran cruzar. Solo dejaba un vacío infinito y ahí no había acercamiento posible. Santiago aseguraba que cuando esnifaba las cenizas de su mujer la sentía dentro de él, que escuchaba su voz y que notaba sus caricias. Ante tales afirmaciones, sus amigos y familiares no podían hacer nada. Santiago fue abusando de su “vicio”, consumiendo su droga cada vez con más frecuencia y en mayores dosis. Las cenizas eran cada vez más escasas. Santiago, cual yonki, calculaba mentalmente las dosis que le quedaban y se atormentaba solo con pensar que un día se acabarían. Como era de esperar, ése día llegó. Santiago dejó de sentir a su mujer. Entonces llenó con agua caliente la bañera y cogió una cuchilla de afeitar...
Del libro de relatos inédito Momentos Extraños.
(Inédito, esperemos que por poco: los relatos de un viejo amigo de los hijos de Satanás, un hijo de Satanás en toda regla y una gran persona, que es lo que en el fondo queremos ser todos de mayores, se encadenan unos con otros, como los fotogramas de una película; en realidad todo lo que escribe Pepe parece cine cine cine, más cine por favor, lo lleva en la sangre, y sus dos ojos son dos cámaras que filman, enfocan al lugar preciso, en cada momento. En cada uno de esos grandes Momentos extraños. P)
CLARO QUE HAY ALGO INÉDITO, le dije, desviando la mirada, mintiendo, por Inma Luna.
El teléfono cerrado, las bocas muertas.
La esclavitud de pies en nuestros respectivos puestos.
La foto de portada que nos recuerda cómo corre la sangre,
corre que se las pela
y duele, y duele mucho.
No tomamos café
porque tenemos el hambre descosida
y mejor nos vendría un atracón de droga de caricias
y no nos atrevemos porque es una vergüenza quererse así.
Yo también me doy asco
y me tengo manía
y me falto al respeto.
Luego, no digo nada de lo que hay que decir.
Me tapo la nariz al pasar por las calles desnutridas.
Me saco brillo y ya no sé cuál soy
si la que era o la que se parece a cualquier otra
y no sabe qué hacer por aclarar su voz.
Poco entra, no sale casi nada ni estrujando.
Puede que esté metida
en un cubo transparente
haciéndome la viva
o puede simplemente
que ya no necesite decir nada
o ya no sueñe.
Todo son copias,
todo arte necesita un folleto explicativo,
como si me llegase por un canal quebrado.
Y esta noche reiré,
estoy segura,
y comeré una tarta y fumaré un cigarro de regalo
como si no pasara nada,
y veré muchas fotos de mis amigos, lejos, en la playa.
Y yo, que estoy varada,
haré como que tuve vacaciones,
como que buceé, me divertí, algo me sorprendió.
Todo es mentira.
Mis amigos, mis queridos amigos,
hablando de Kandinsky, de Malevich
mientras yo me limito a contemplar
los hielos entre mi cocacola
y no les digo rojo ni monocromo
y acaban discutiendo por el fútbol
y les pago una ronda por idiotas,
por parecerse a mí,
por agacharse hasta volverse tontos a mi lado
porque es reconfortante verles tan burros.
Pero dura un instante esta satisfacción
porque tampoco aplaca la sospecha
de estarme haciendo piedra.
Se me ha roto una uña,
por eso estoy llorando.
martes, 20 de enero de 2009
HOMO SAMPLER
EXTRAÑOS EXTREMEÑOS
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http://silberia.blogspot.com/
Elia Maqueda
http://myclownworld.blogspot.com/
Batania
http://neorrabioso.blogspot.com/
Juanse Chacón
y
Gsús Bonilla.
http://amoremachine.blogspot.com/
os esperamos
lunes, 19 de enero de 2009
ÁRBOLES CON SUEÑO. NACHO ABAD
La dentadura perfecta de la periodista me hace pensar en lo difícil que es encontrar ciertas metáforas, dar al texto la plasticidad necesaria. Pensé en no ir hoy por la mañana. Había salido por la noche y me apetecía más bien poco madrugar. Además, el tema del programa no me atraía lo más mínimo. Era algo así como escritores de fuera en Madrid. Quiero decir, que tenía un título que apestaba a provincianismo. Llegué puntual, por lo cual me hicieron esperar. Al rato fueron llegando los otros colegas. Ya dentro del estudio, frente a los micrófonos no tardó en salir el discurso de siempre, la retahíla de los que no son leídos, las oraciones de tertulia de escritores de medio pelo: la culpa de todo es de editores, distribuidores, libreros, críticos, topógrafos. Fuego cruzado. Y yo, claro, callado. Aburrido. Porque últimamente me faltan las palabras a la vez que las ganas. Pero casi al acabar la locutora me mira. En sus ojos negros aún flotan los residuos del sueño. Su boca sonríe tras el micrófono cromado que la oculta –si digo que sonríe es por que lo intuyo, claro, en el tono de su voz. Así es la radio-. Con un gesto me invita. Y yo le digo que la culpa de todo la tienen los árboles del parque, las cervecerías irlandesas y los restaurantes italianos. La culpa es de los teléfonos móviles, de los mensajes de texto, de las botas negras de mujer. Y que estamos llenos de lágrimas, que cristalizan en el corazón redondas, como gotas de mercurio. Que nos horadan. Que parecemos la carrocería del coche de los malos, como un colador tras el tiroteo. Que todo lo que hacemos nos derrota. Que todo nos cansa, nos aburre, nos harta. La tristeza es un bisturí por dentro de tórax, una mujer que ve por vez primera nevar, un semáforo en ámbar. Entonces la periodista me interrumpe porque tiene que dar paso a la publicidad. Se levanta. Nos mira. Me mira. Por fin veo su sonrisa entera. El rostro. La sonrisa. Ahora tengo que irme a trabajar. Aun sin metáfora, sin boca, sin tiempo. Ah, la tristeza.
Extraído del blog Beatitud de Nacho Abad.
HwebRA 7 - Una de cine.
después de un prolongado descanso, tras un largo alumbramiento, y con un retraso menor (en todo caso) que en Iberia,
HUEBRA, la revista Huebra vuelve a la red y al funambulismo literario dedicado al 7ª arte. De película.
.
Raúl Quinto,
Rafael Guillén,
Luis Alberto de Cuenca,
Manuel Garrido Palacios,
Ángel Olgoso,
Daniel Lebrato,
Mercedes Escolano,
Medardo Fraile,
Miguel Olid,
Vicente Luis Mora,
José Luis Argüelles,
Carmen Camacho,
Miguel Cane,
Rafael Suárez,
José Luna Borge,
Dante Medina,
Vicente Muñoz,
Dani Salguero,
Elvira Navarro,
Julio César JIménez,
Miguel Barrero...
Como ves, canela fina.
-- manuel moya
EL SILENCIO DEL TIRANO, por José Ángel Barrueco.
en la cocina, para solidarizarnos
conversar y permitir un flujo de humor:
mi hermano
mi hermana
muchacho, aquello fluía
ya sabes: camaradería, buenas vibraciones, relax
minutos después de habernos reunido
se oía la llave en la cerradura,
seguida de un portazo violento
y la sensación de un nudo en la garganta:
una presencia incómoda
entrando por la puerta,
el marido y padre irrumpiendo en casa,
llenando las paredes
de mala vibración,
de enfado, de rabia, de odio, de tensiones
y un silencio espeso y terrible
se abría con su llegada
abreviatura de su saludo cotidiano
nadie hablaba
nadie estaba cómodo
daba cuenta de la cena,
huíamos sin hacer mucho ruido
a otras habitaciones, a leer, mirar la tele
o, simplemente,
a reunirnos de nuevo los cuatro,
como si aquello fuera una conspiración
contra el tirano y su silencio autoritario.
sábado, 17 de enero de 2009
UNAS CERVEZAS CON BUKOWSKI by Miquel Silvestre.
No me detengo. No tengo nada que hacer en esta interminable autopista llamada L. A. Sólo freno el tiempo justo para hacerme una foto que enviaré a Sabino Méndez: «Va por ti, maestro». Continúo hasta Hollywood metido en un atasco que se estira como un lagarto infinito. ¿Qué quedará de Bukowski?. Ya me ha dado cuenta de que en este país se dan dos fenómenos: el ansia metafísica de fabricar dólares y la pudibundez del fundamentalismo religioso. Bukowski era obsceno y un marginado. Pero también una lucrativa marca comercial. ¿Cómo estará resuelto el dilema?
En Hollywood Boulevard el pavimento está grabado con nombres de actores olvidados. Es la arteria principal. Sin encanto, llena de turistas haciendo fotos al Kodak Theather y de tipos disfrazados de personajes de la Guerra de las Galaxias que posan por unos dólares. Vinieron hasta aquí por la misma razón que la mayoría de los camareros: para ser estrellas del celuloide. Sunset Boulevard. Nombre bonito y realidad vulgar. Escenario de tienda barata. Gente triste y cabizbaja. Multitud de vagabundos. Tremendismo norteamericano al por mayor.
En el motel Saharan reclamo la habitación más barata. 75 dólares. Cuando regreso a la recepción, oigo que le dicen a una prostituta que son 70. Me pongo de mala leche. La resaca de tequila no combina bien con el timo. Exijo la devolución de los cinco pavos. Se niegan. Tampoco tienen libro de quejas. Me llaman estúpido y loco. Me voy a cenar algo de basura rápida. De regreso, compro un paquete de cervezas en una licorería. Un mendigo en la entrada me pide 25 centavos. Casi le piso; no le había visto.
En la habitación siento el fantasma de Bukowski rondando. Salvo unos pocos años de vagabundeo juvenil, fue un vecino más del barrio, regular cumplidor con su trabajo en Correos y nocturno bebedor solitario. Su antihéroe, Chinaski, es una idealización exagerada; el verdadero ser humano mantuvo toda su vida una modesta cuenta corriente en el banco. Nacido en Alemania, su familia emigró para subsistir en un EE.UU. deprimido. La historia de su adolescencia la contaría en Ham on Rye (jamón sobre centeno). El título original es un escupitajo sobre la novela The Catcher in the Rye (El Guardián en el centeno) y sobre el pedante protagonista Holden Caulfield.
Al otro lado de la ventana, los neones anuncian mujeres desnudas. Desprecio la idea de visitar el local. No quiero deprimirme más. Desde la cama oigo el eructo de las cañerías, el tam tam de la música de los bares, la rabia de los coches circulando a toda velocidad, las discusiones de los borrachos. No hay amigos en Hollywood. Siento de un golpe seco la soledad de treinta noches de moteles. Es una tristeza especial. Tristeza de motel. Melancolía típicamente americana. Después de 7.000 millas en motocicleta, esto es todo lo que hay. Has llegado a la última factoría de sueños. Si aquí no encuentras el tuyo, es que quizá nunca haya existido.
Al día siguiente, llueve sobre Hollywood. Busco comida en un supermercado. En un estante están los productos a punto de caducar. A mitad de precio. No hay nadie en la caja. Yo soy el cajero. Es la perfección de la soledad americana. Voy pasando los ítems por el escaner y pago con tarjeta. No tengo que tratar con nadie, nadie me desea buen día. Pronto yo también seré sustituido por una máquina. Un holograma más guapo que yo querrá a mi novia y odiará a mis adversarios. Incluso es posible que escriba mejor y que sea más feliz.
En Normadie Avenue tuerzo hasta Longpre Avenue. Aquí residió Charles Bukowski de 1963 a 1972. Los años de escritor profesional gracias a John Martin, dueño de la editorial Black Sparrow Press. Aquí escribió Post Office (Cartero), su novela sobre sus veinte años en correos. Los propietarios querían derribar el conjunto de viejos bungalows de 1922 para levantar un edificio de apartamentos. Una joven, Laurent Everett, se enteró por un anuncio y trató de impedirlo. La dueña, una tal Victoria Gureyeva, alegó asombrada por el revuelo que Bukowski era un nazi y que no se debía proteger el edificio. El concejal Garcetti reconoció que el escritor no era un santo, ni siquiera alguien que uno quisiera como amigo, pero que había hecho mucho para publicitar la ciudad.
Si el infierno existe, las carcajadas de Bukowski deben resonar allí después de que el ayuntamiento declaró Marca Histórica Cultural todo el complejo. Sin embargo, a pesar de tan importante reconocimiento, el lugar está cerrado. No será un museo. Las ventanas son nuevas, están renovando las cañerías. Hoy ninguno de los vecinos sabe quién fue el escritor, pero muy pronto se ofertarán en alquiler coquetos «bungalows Bukowski». Tal vez entonces acudan al reclamo letraheridos de todo el mundo buscando la energía visceral con la que matar su bloqueo ante el folio en blanco y escribir otra gran obra maestra del realismo sucio. El negocio está a punto de comenzar. Chinaski acabará dando pingües beneficios a la ciudad de Los Ángeles. Dios bendiga América.
viernes, 16 de enero de 2009
La virgen puta. Capítulo 15: Aníbal el caníbal visita la morgue (fragmento)
Picio se había adelantado unos metros y sacaba fotos a quienes se calentaban al calor de la hoguera en el porche.
-Felisín, ven- susurró, y me hizo gestos para que me acercara sigilosamente.
Alrededor de un tonel metálico en el que ardían periódicos viejos y bolsas de basura varios vagabundos sostenían sobre el fuego, pinchados en palos de madera, trozos de carne. Eran media docena, todos hombres y su aspecto resultaba salvaje y a la vez repulsivo. Incluso entre los vagabundos había clases y aquellos constituían la más ínfima. Pieles ennegrecidas por la roña, los cardenales, los sabañones, las marañas de venitas palpitando vino peleón...; dientes amarillos, marrones, como el teclado de un piano viejo arrojado a un vertedero; manos trémulas aguijoneadas por chutonas de cuarta mano; cuerpos escuchimizados, mal alimentados, con enormes barrigas rellenas de aire, de espuma de cerveza, de sangre...; mentes enloquecidas, mareas negras de neuronas, pobladas por tupidas selvas grises de plantas muertas... ratas salidas de las cloacas, de lo más profundo de las barriadas chabolistas del sur de Jamerdana, allá donde no llegaban las luces de la ciudad, ni las miradas de sus habitantes, ni siquiera las de sus verdugos, la policía, que no necesitaba entrar a sus agujeros, sólo esperar a que el hambre, el aburrimiento, la locura, los hiciera salir y activar la trampa fatal.
Aquello, en definitiva, fue como asomarse al infierno. Incluso había uno de los vagabundos que parecía la encarnación del mismo diablo, un enano con el pelo revuelto (llevaba dos mechoncitos sujetos con un par de horquillas a cada lado de la cabeza, como cuernecitos), la cara de color rojo y que no paraba de eructar. Nosotros nos encontrábamos a unos veinte metros pero incluso hasta allí llegaban las vaharadas mefíticas de su aliento, hediendo a ajo, a colillas recogidas en las aceras, a lefa corrompida... No pude evitar imaginármelo chupándosela a un sifilítico, lamiéndole los chancros purulentos, y tal vez por eso no tuve que vomitar cuando se llevó el trozo de carne que calentaba en el fuego a la boca y comprobé que se trataba de ¡UNA PANTORRILLA HUMANA! Sólo sentí cómo me roían los pezones el horror de los instintos humanos más crueles, el hombre devorando al hombre, aquella maldita ciudad, en la que te podías columpiar del infierno al cielo sin notar la diferencia, aquel demonio chuperreteando una tibia y los empleados de las funerarias encargando por el teléfono móvil una lápida de mármol... ¿Quiénes eran los verdaderos carroñeros?