Ella discute por teléfono con Eva,
nuestra futura compañera de piso.
Su pasada compañera de piso de hecho.
Estoy en mi mesa intentando seguir
el relato que empecé hace cinco días.
He escrito a diario, trabajado a fondo.
Pero ella lleva diez minutos gritando
y me resulta imposible centrarme ahí.
Me estoy alejando y lo odio.
Hemos hablado del tema todo el día.
Me ha dicho que por qué la atacaba
en lugar de apoyarla sin pensarlo.
Le he dicho que no la atacaba.
Lo que le dije fue que para entenderse no levantaran la voz,
que si realmente querían acercarse una vez más
que no se insultaran, que se dejaran hablar,
que si no estaba dispuesta a hacerlo
era mejor que no quedaran.
También dije que eran iguales, y explotó.
Quise decir que se comportaban igual.
No puedo entender cómo está la cosa así
y ni siquiera hemos empezado.
Se supone que ellas decidieron vivir juntas,
que se conocen, y se admitían.
Imagino que las dos tienen razón
o que las dos se equivocan.
Imagino que incluso hay motivos
que escapan a mi conocimiento.
Compartir piso es complicado. Todos lo sabemos,
son muchos años ya en muchos lugares.
Aunque todo indica que no adquirimos experiencia,
no nos queda otra para sobrevivir a solas
[sobrevivir a solas, qué contradicción].
Le dije que se tranquilizara,
que si de verdad deseaba hablar y no discutir
que diera el paso con firmeza y sin alboroto;
Parece que está a punto de llorar.
Está sacando trapos sucios.
No sé cómo acabará esto.
Más tarde le diré que la quiero.
nuestra futura compañera de piso.
Su pasada compañera de piso de hecho.
Estoy en mi mesa intentando seguir
el relato que empecé hace cinco días.
He escrito a diario, trabajado a fondo.
Pero ella lleva diez minutos gritando
y me resulta imposible centrarme ahí.
Me estoy alejando y lo odio.
Hemos hablado del tema todo el día.
Me ha dicho que por qué la atacaba
en lugar de apoyarla sin pensarlo.
Le he dicho que no la atacaba.
Lo que le dije fue que para entenderse no levantaran la voz,
que si realmente querían acercarse una vez más
que no se insultaran, que se dejaran hablar,
que si no estaba dispuesta a hacerlo
era mejor que no quedaran.
También dije que eran iguales, y explotó.
Quise decir que se comportaban igual.
No puedo entender cómo está la cosa así
y ni siquiera hemos empezado.
Se supone que ellas decidieron vivir juntas,
que se conocen, y se admitían.
Imagino que las dos tienen razón
o que las dos se equivocan.
Imagino que incluso hay motivos
que escapan a mi conocimiento.
Compartir piso es complicado. Todos lo sabemos,
son muchos años ya en muchos lugares.
Aunque todo indica que no adquirimos experiencia,
no nos queda otra para sobrevivir a solas
[sobrevivir a solas, qué contradicción].
Le dije que se tranquilizara,
que si de verdad deseaba hablar y no discutir
que diera el paso con firmeza y sin alboroto;
Parece que está a punto de llorar.
Está sacando trapos sucios.
No sé cómo acabará esto.
Más tarde le diré que la quiero.
Lluis Pons Mora, inédito.
Ilustración by Velpister.
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