sábado, 25 de abril de 2009

ANTROPOMETRÍA DE CULO HUEVOS & POLLA o cómo se pinta un cuadro by Velpister.

Hay momentos en los que los artistas nos tenemos que dejar de vanidades absurdas, de secretismos en cuanto a la técnica empleada en la elaboración de nuestras obras de arte.
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De algunas obras, por su transcendencia y por su gran espiritualidad, escondemos como un tesoro el método y la técnica empleadas. Pensamos que de ninguna manera otros colegas artistas puedan enterarse de las técnicas exclusivas que creemos utilizar. Seguimos teniendo la esperanza de que algún día podamos vivir, nosotros y nuestra descendencia, con la venta de un solo cuadro. Muchas veces me han preguntado cómo hice algunas obras, sobre todo la técnica del óleo plastificado, pero con gran insistencia en la de "antropometría de culo huevos y polla". Pues bien, se trata de una obra homenaje al gran Ives kleyn, y diré de entrada que en ningún momento mis órganos genitales (porque son los mios, no como Warhol, por ejemplo, que utilizaba a sus empleados para diferentes funciones físicas o fisiológicas) se mancharon con óleo ni con trementina ni aceite de linaza. No tuve que embadurnarme, qué fácil hubiese sido. Yves klein embadurnaba a sus modelos (otro ejemplo claro de egoísmo y falta de sacrificio personal) que, en algunas ocasiones, se estampaban contra los lienzos en público, a la vista de multitud de personas. A estas obras las llamó antropometrías, y se conocen como antropometrías de la época azul.
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Mi procedimiento fue el siguiente. La idea era la de sentarme sobre la tabla y presionar con mi pene y testículos al mismo tiempo. Prontísimo pensé que iba a ser difícil que algo se notase así, de modo que decidí sentarme con el pene erecto. Este tipo de cuadros se han de realizar de un tirón, ya que una espera excesiva puede estropear el resultado final. Preparé las dos tablas. En una coloqué el plástico y pinté de blanco con bastante aceite de linaza. La otra tabla la pinté de azul celeste (creo recordar) en cantidad considerable. Se trata de que al sentarme se provoque la mezcla con mucha pintura y sienta mullida la obra de arte. Cuando las dos tablas estuvieron preparadas, las junté y solté el plástico de manera que quedó el blanco por el interior del plástico y a su vez sobre la tabla azul. Ahora llega la parte física.


Me convierto en brocha humana, en verga pintora, en huevos gestuales, en nalgas azules. Tenía una cerveza en una mano, un canuto en la otra y la pinté con la polla, como hubiese dicho Vincent (Van), aunque él habría añadido “con la polla del diablo”. Cuando estaba la tabla preparada para sentarme en ella, me desvestí, como es natural, y comencé la tarea de ereccionar mi miembro. Era de mañana y hacía frío, además siempre que pinto me estreso, así que no conseguía más que una penosa y mínima tiesura, mas bien lo llamaría una ligera elevación, un pequeño empinamiento. Comencé a sudar, por el evidente meneo y por la urgencia de mi espíritu siempre que pinto, repito, estresado, ansioso, pero no empalmado. Llegó Susana de la calle, me pareció que estaba todo arreglado, así que la llamé. Me la encontré en el pasillo,- hola, aquí me tienes, soy tuyo-, le expliqué rápidamente y le pedí ayuda. –Oye, que tal si…- Ella no se extraña ya de nada desde hace tiempo, pero me mandó a hacer puñetas sin posibilidad de acuerdo: –¡quita guarro!. –No, no, no estoy manchado ni nada, venga, que yo no puedo-, le repetía persiguiéndola con la polla medio tiesa. De modo y manera que me las arreglé como pude y cuando ya estaba sudado y cansado, con la polla apenas en condiciones, decidí que me sentaría de todos modos y apretaría con fuerza para que se notase el prensado. Así fue, me senté, apreté con sacrificio mis huevos, los apreté hasta que me dolieron, y lo mismo hice con la polla. Pensaba que en el momento en que la apretara contra la tabla, mi amor por la pintura me la pondría dura, pero en esa ocasión no fue así.


Por eso el aspecto final del cuadro es de una picha penosa, salchichonera y morcillona.
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Velpister, artista multidisciplinar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

desde luego susana, ya se podía haber marcado un tanto para el arte, cómo son las tías