martes, 10 de marzo de 2009

1 poema de Pepe Pereza


Según me fui quedando solo
caí en la cuenta que se me había olvidado vivir.
Dejé a los amigos a un lado,
las mujeres de mi vida pasaron sin volverse a mirar.
Aparté el dulce consuelo de tu compañía,
renuncié a todo, vacié las maletas
y me encerré en una concha de tortuga.
Busqué soledad y soledad encontré.
¡Maldito momento de egoísmo!
quedé atrapado en la turbia monotonía.
Perdí las fuerzas tumbado en el sofá,
me escondí del mundo,
dejé la jaula abierta y los días se escaparon.
No me quejo, me queda la compañía de una taza de café
en un rincón apartado de un bar apartado
y el humo engañoso de mi canuto de hachís.


Del poemario Poemas cansados y otras canciones de humo y soledad

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