namaskar,
he entrado en la tienda de aceites e inciensos más alucinante del mundo. como de hace 150 años, de padres a hijos, en Laxmi Street. como irse al medievo. como en El perfume: armarios, vitrinas, frascos y fragancias... y he comprado aceite de pachuli puro, sin una gota de mezcla. y el hombre, de blanco, oscuro de piel y muy mayor, sacó un precioso frasco de cristal labrado con un tapón de espeso cristal también, y llenó con mucho tiento un pequeño frasquito, sin derramar ni una mínima gota, y lo etiquetó. ese lugar me transportó a otro mundo, con los armarios de madera oscura, de suelo a techo repletos de cajitas llenas de inciensos de olores y básculas de varios tamaños para pesar el incienso, y esos mostradores con el aroma, con las fragancias de tantos años...
esto sí que es pura vida. cuando regrese de este país, todo me parecerá soso, aburrido y tremendamente lento, sin vida y sin color....
el viernes salgo en tren nocturno hacia Jalgaon. ya tengo allí alojamiento. me quedaré un par de días y dejaré atrás esta ciudad, sedimentando las profundas y sabias enseñanzas que me llevo marcadas a sangre: la Intensidad con mayúscula, el entusiasmo, el conocimiento, la humildad y el deseo de seguir aprendiendo...
Besos para todos los Hijos de Satanás:
Silvi
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