CAIGO en picado como ojo de toro muerto,
me agarro a tus letras
en cartas que no tengo
y te escucho la voz del contestador,
noche profunda.
Camino atravesando la ciudad,
cruz mojada de ideas,
cruz mojada de ideas en medio de la tormenta,
gotas como el surtidor de tu flujo,
que me emborracha cuando no quiero peso
y me dejo llevar mientras me huelo la ropa
con el perfume que me sube de ti,
noche profunda como noche que se moja,
noche profunda como grito que sólo oigo yo
cuando me escapo de tu casa,
noche profunda sin ti, que no se puede vivir,
noche profunda como boca de lobo y dientes
que sangran como noche profunda,
como cruz que se moja.
David Castillo, de Bandera Negra. Antología personal ( Sial/Contrapunto, 2001 ).
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