La tres de la mañana es la barrera,
cuando tienes un problema.
Sudas en la cama y llega el miedo
aunque duerman a tu lado
(peor cuando estás solo)
algo se mete en tu pecho
y quieres aullar o golpear.
Duele y no va a parar
aunque siempre hay mañana, dicen.
Podrás huir con el tiempo,
como intento al escribir esto.
Sé que son las tres y diez
que me queda tanto por pensar
y ahora nadie me salvará.
http://ekaitzortega.blogspot.com
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