martes, 21 de diciembre de 2010

DOS PINTXOS DE '¡OH, JANIS, MI DULCE Y SUCIA JANIS!'


Hoy, Santo Tomás, día grande en Donosti, en el que corre la sidra y las panzas se llenan de txistorra y los corazones se calientan y laten entre las piernas, os dejamos con estos dos pintxos extraídos de la novela !Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! (Memorias de una estrella del porno -amateur-), de Patxi Irurzun, que dentro de tres meses publicará Eutelequia .


Yo ya no sabía, no discernía la realidad de los sueños, estaba en el puto séptimo cielo, y este era una fiesta de un pueblo de la Ribera de Navarra, lleno de chicas morenas, que se reían en voz muy alta, que se ponían brazos en jarras para cantar una jota y de la boca les salía un pajarico, mientras la falda blanca de tablas les hacía pinza justo en la raja del culo, un culo duro y respingón como un pan de pueblo, y en la blusa se les marcaban los pezones igual que nueces, aquellas chicas que te llevaban a lo oscuro y te daban besos con lengua que sabían a zurracapote, o te la cascaban, sin dejar nunca de reírse, mientras sus novios hacían recortes a las vacas, aquellas chicas que te hacían una mamada, sin sacarse la polla de la boca, y repitiendo despacito el nombre de su pueblo, Fustiñana, Cintruénigo, Ribaforada...

***

Mi polla era la polla de todos los muertos de hambre del mundo, de todos los enfermos y salidos, yo los alimentaba con fantasías, sanaba los carcinomas que habían hecho engordar la religión, la moral, el pudor, el rechazo, sí, mis películas interesaban a alguien, se convertían en objetos de culto, yo había nacido para eso, había nacido con ese don, aquella minga como una grúa, capaz de levantar todas la basura del mundo y arrojarla a la papelera –junto con unas cuantas servilletas de papel—.


Próximamente

!Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! (Memorias de una estrella del porno -amateur-)

Patxi Irurzun


En los años 80, Dick Grande, un barrendero “heavy” de Pamplona se convierte accidentalmente en estrella internacional del porno”. ¿El secreto de su éxito? Su privilegiada herramienta de trabajo (la “blakandeker”), sí, pero sobre todo su aspecto de hombre vulgar: tirillas y difícil de ver, cuando aparece en sus películas haciendo el amor con las mujeres más hermosas del mundo, los hombres solos, tristes y rotos creen que pueden ser como él.

Dick Grande recorre los santuarios secretos del porno “amateur” —La Habana, París, Bangkok, Manila, México DF…—, funda un movimiento musical (el porno-rock radikal vasco), financia involuntariamente con sus películas una guerrilla maoísta… Pero él también es un hombre insatisfecho, que solo persigue desesperadamente el corazón de la mujer que le introdujo en el mundo del porno: la dulce y sucia Janis.

Brutal y tierna, soez y poética, animal y, por ello, terriblemente humana, ¡Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! se convierte, bajo la apariencia de una novela de género (erótico) en un pimpapúm social que no deja títere con cabeza y un artefacto infalible para hacer reír a mandíbula batiente mientras una pantera resopla en nuestra entrepierna.

Por fin una novela atrevida (que antes fue novela-blog y recibió medio millón de visitas), escrita a tumba abierta por un autor valiente para lectores valientes cansados de leer solapas de libros que nunca cumplen lo que prometen.


El Patxi más furioso no deja títere con cabeza. Como en los buenos tiempos

(Esteban Gutiérrez)

Me he reído un montonazo pero además me ha interesado mucho la historia, que de trivial no tiene nada. Creo que es mucho más que una novela humorística (...) Tamaña irreverencia en la que no se adentrarían jamás unos cuantos de "nuestros irreverentes" profesionales.

(José Luis Moreno Ruiz)

¡OH, JANIS, MI DULCE Y SUCIA JANIS! Memorias de una estrella del porno (amateur) no necesita poster desplegable de la chica del mes. El escribidor se sobra con su facilidad para dibujar personajes de carne y hueso. Ahora es el turno de la piel tostada y los flujos corporales. De los besos húmedos y la carne caliente. Del semen y de la animalidad disparada. De la crítica descarnada. De la risa cabrona. Ese Patxi. Valiente.

(Josu Arteaga)



2 comentarios:

Enea dijo...

Que vaya bonito con este nuevo proyecto. Considerad uno de los brindis de ayer con olor a fritanga en su honor.

Generacion cochebomba dijo...

Me muero por leerla Patxi!!!

Mucha suerte con el nuevo hijo!!!!

Martin Roldan Ruiz