lunes, 2 de junio de 2008

Más allá de la fragua, de Eduardo Iriarte



El pamplonés Eduardo Iriarte Goñi, presentó ayer en la Feria del libro de su ciudad natal la novela Más allá de la fragua, ganadora del premio Francisco Umbral. Eduardo, además de autor galardonado (también ganó el premio de novela corta Gabriel Sijé, con Sombras lentas que caen), es traductor al castellano de buena parte de las obras de Bukowski, además de otros autores como Kerouac, Auden o Gore Vidal. Aquí va la nota que sacó sobre su novela Diario de Noticias:

La Feria del Libro celebró ayer la presentación de la novela Más allá de la fragua , del escritor navarro Eduardo Iriarte y ganadora de la 11ª Edición del Premio Francisco Umbral. La obra transporta al lector al pasado opresivo y receloso de Martín, el protagonista de la novela que con la muerte de sus padres regresa a un mundo rural casi ya perdido, en el que las relaciones no son lo que parecen, los vecinos ocultan algunos hechos y los fatales acontecimiento que se suceden lo sitúan en el centro de las sospechas. Foto: iñaki porto

Y aquí Diario de Navarra:

El miedo líquido de "Más allá de la fragua", en la Feria del Libro

MICHELLE UNZUÉ . PAMPLONA

¿En qué nos convierte el miedo? Esta inquietante pregunta es el punto de partida de Más allá de la fragua, la tercera novela del escritor pamplonés Eduardo Iriarte. La Feria del Libro acogió ayer la presentación de esta obra de misterio, XI Premio Francisco Umbral, en una soleada tregua de la lluvia por la mañana.

El también escritor pamplonés Javier Mina fue el encargado de desgranar algunas de las claves de una novelas salpicada con varias muertes que transcurre en un pueblecito navarro, durante los rigores invernales de 1908. "La novela casi se ha constituido en un homenaje al paisaje de mi infancia. No es un tributo nostálgico, sino una vuelta a los temores de la niñez, cuando todo era promesa y al mismo tiempo escondía amenaza", apuntó el autor de la novela. La fragua que da título al libro es el ámbito metafórico por excelencia, según Iriarte, el lugar donde las cosas adquieren su forma, se van transformando y el protagonista de la obra, Martín, experimenta hasta encontrar lo que estaba buscando.

"Martín ha viajado y regresa a su pueblo derrotado, con una sensación de fracaso y pérdida. Intenta por evocación infantil poner en marcha la fragua de su padre, y el fuego le sirve para quemar los malos recuerdos y el pasado que pesa sobre él. También intenta crear con ella, hacer algo positivo para sentirse más acogido por los vecinos del pueblo, porque le consideran sospechoso de lo que está pasando", explicó Javier Mina sobre la novela, "magnífica y que se lee de un tirón".

Sobre el pueblo se cierne la sospecha y el temor ante unos sucesos que provocan extrañeza e indefensión. Y este "ambiente precopernicano", según Mina, es el marco para difuminar la frontera que que ue hay entre víctima y agresor.

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