la piel
es muy agradecida
y el tacto del agua
hizo
por unos momentos
que tomase conciencia
del lugar
la situación
e incluso
su aspecto
sabía
que la soledad del bosque
con el río
tajándolo por la mitad
estaba guardando sus espaldas
con todo ello
reunió
el ánimo preciso
para incorporarse
y llegar a casa
permitiendo
que una amalgama
de sensaciones
enjuagasen el paladar
mutándolo en desesperación
y desnudez
la misma
(digo la desnudez)
en la que tuvo que verse
mi padre
por culpa de tres malnacidos
que tras darle una tunda
lo arrojaron al río
y así
verse envuelto
en el plácido líquido
tan similar
al amniótico
que nos mece
en el vientre materno
antes
de cada nuevo nacimiento
es muy agradecida
y el tacto del agua
hizo
por unos momentos
que tomase conciencia
del lugar
la situación
e incluso
su aspecto
sabía
que la soledad del bosque
con el río
tajándolo por la mitad
estaba guardando sus espaldas
con todo ello
reunió
el ánimo preciso
para incorporarse
y llegar a casa
permitiendo
que una amalgama
de sensaciones
enjuagasen el paladar
mutándolo en desesperación
y desnudez
la misma
(digo la desnudez)
en la que tuvo que verse
mi padre
por culpa de tres malnacidos
que tras darle una tunda
lo arrojaron al río
y así
verse envuelto
en el plácido líquido
tan similar
al amniótico
que nos mece
en el vientre materno
antes
de cada nuevo nacimiento
Ángel Muñoz Rodríguez, Voltios, poema inédito.
3 comentarios:
gracias vic, muchas gracias bro.
Me gusta mucho.
Abrazos.
ya lo habia leido, y sigue gustandome, el poema, y sobre todo, el estilo de Voltios, tan especial y tan bueno.
Abrazos
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