la ciudad es un regalo a punto de lluvia.
quizá ya no nos miramos como antes,
pero nos miramos como ahora.
despierto. tú no estás.
hace frío. me acurruco.
huele al café que vendrá dentro de poco.
hubo un invierno en que no había calefacción posible,
pero ahora no necesito desconfiar de mi confianza.
las luces de la ciudad arreglarán la noche,
y yo sé que tú ni eres mi padre
ni ninguno de aquellos hombres normales
que no supieron ni amarme
ni escuchar estrellas en el pelo
ni conocer el color verde de las tardes.
ayer subiste a la cima de cualquier edificio,
observaste los contenedores de basura
y los rasguños mal disimulados
en las mejillas de los transeúntes
y me dijiste “mira”.
yo te entendí al instante.
despierto. vuelves.
me besas en el lugar en que latieron
todos los huecos y me preguntas
“¿qué quieres desayunar hoy?”.
la ciudad es un relámpago a punto de tú y de yo.
entonces es cuando reímos.
quizá ya no nos miramos como antes,
pero nos miramos como ahora.
despierto. tú no estás.
hace frío. me acurruco.
huele al café que vendrá dentro de poco.
hubo un invierno en que no había calefacción posible,
pero ahora no necesito desconfiar de mi confianza.
las luces de la ciudad arreglarán la noche,
y yo sé que tú ni eres mi padre
ni ninguno de aquellos hombres normales
que no supieron ni amarme
ni escuchar estrellas en el pelo
ni conocer el color verde de las tardes.
ayer subiste a la cima de cualquier edificio,
observaste los contenedores de basura
y los rasguños mal disimulados
en las mejillas de los transeúntes
y me dijiste “mira”.
yo te entendí al instante.
despierto. vuelves.
me besas en el lugar en que latieron
todos los huecos y me preguntas
“¿qué quieres desayunar hoy?”.
la ciudad es un relámpago a punto de tú y de yo.
entonces es cuando reímos.
Isabel García Mellado, inédito.
http://www.laotrapequenyita.blogspot.com/
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