La vida a los 42 años
es el juguete roto
del sueño en nuestras manos.
¿ Qué no habremos visto
o reído o esperado
qué nos quedará
tanto de pena
qué podremos todavía
de la nada comprender ?
Ángeles cansados de ojos tristes
con restos de escarcha en la nariz
quizás tan sólo eso
la de amigos que enterramos
la de caras que ha volado el viento
cuantas voces no quisimos escuchar
quizás tan sólo eso
la erosión
el desgaste
la dinámica del tedio...
Y cuánto de engaño es el pasado
y cómo de grande nuestro miedo.
Vicente Muñoz Álvarez, de Poesía para bacterias (Cuerdos de atar, 2007).
Foto by Vuk.
No hay comentarios:
Publicar un comentario