1. Me lavo la cara en una palangana.
2. Saco de mis bolsillos las letras que componen la palabra POESÍA (están hechas de papel).
3. Las deposito en el suelo de cara al público, separadas entre sí.
4. Alternativamente quemo y riego cada una de las letras: P-quemar, O-regar, E-quemar, S-regar, I-quemar, A-respetar (no hacerle nada).
Hay que intentar que, al quemar las letras, las cenizas caigan en el lugar que ocupaban las mismas en el suelo.
5. Ahora puede leerse: O S A.
Poema e imagen by Sergi Quiñonero, del libro Sota les Muntanyes (Bajo las Montañas).
2 comentarios:
la poesía es el mejor abono, es muy plástica e ingeniosa esta acción
Viva la vita maestro
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