Los sanitarios, los operarios,
los camareros, las secretarias,
los mecánicos, los obreros,
las prostitutas y los administrativos,
son material fungible.
Los alicates, los cacahuetes, las espinacas,
el tequila, las balas y los ventiladores,
también lo son.
Prácticamente todo:
las excusas, las promesas, las sandalias,
los toros, y los estados aunque menos;
todo, todos, somos material fungible.
Lo único que no parece ser perecedero
es el hondo espíritu del egoísmo,
del poder y la codicia de cada gobernante,
y nuestra firme convicción
de las necesidades más necias.
Eso a un lado de la vida.
Al otro lo demás, lo contrario, si quieres.
En lucha constante, quizás,
en derrota asequible, como todo aquello
que se ha de romper o debe morir.
Material fungible.
Lluis Pons Mora, inédito.
los camareros, las secretarias,
los mecánicos, los obreros,
las prostitutas y los administrativos,
son material fungible.
Los alicates, los cacahuetes, las espinacas,
el tequila, las balas y los ventiladores,
también lo son.
Prácticamente todo:
las excusas, las promesas, las sandalias,
los toros, y los estados aunque menos;
todo, todos, somos material fungible.
Lo único que no parece ser perecedero
es el hondo espíritu del egoísmo,
del poder y la codicia de cada gobernante,
y nuestra firme convicción
de las necesidades más necias.
Eso a un lado de la vida.
Al otro lo demás, lo contrario, si quieres.
En lucha constante, quizás,
en derrota asequible, como todo aquello
que se ha de romper o debe morir.
Material fungible.
Lluis Pons Mora, inédito.
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