La deriva de Ícaro
Gente que vive en la calle. On the road. Gente que viene y va. Hippies urbanos, pies negros, equilibristas, excéntricos, nómadas. Algunos ejercen actividades creativas para ganar unos euros, y son artistas en distintos campos: artesanía, pintura, magia, teatro, música... Venden o intercambian mercancías. Se buscan la vida con trabajos ocasionales o recurren a la picaresca, como sucede en todos los sectores sociales. Otros fueron escaladores, charlatanes, abogados, crupiers, tragasables o jugadores de ajedrez como Bobby Fisher. Hay quien elige esa forma de vida: de transeunte, okupa, peregrino, autoestopista, ciudadano del mundo, espigador, rey del reciclaje. Los hay náufragos, derrotados, vagabundos, inmigrantes, yonkis, alcohólicos, deshauciados, pobres...
No siempre se elige. Y no siempre resulta fácil aceptar el lugar en el que la vida te coloca, o encontrar las alas para salir del laberinto, como Ícaro, sin que la fascinación por volar alto te lleve a perderlas y caer al mar. La vida nos empuja a veces al borde del abismo. Un revés de fortuna, una estupidez, la adversidad… “Cualquier cosa le puede suceder a cualquier persona en cualquier momento” (Paul Bowles). “Sé que un día doblaré una esquina y no estaré preparado para lo que me encuentre” (graffiti de Basquiat).
El pasado fin de semana un hombre tuvo en vilo a los viandantes y no dio tregua a los bomberos en dos días. Primero se subió a la Catedral y recorrió sus arbotantes y pináculos, trepando como un mono sobre la mirada perdida de las gárgolas. Horas más tarde trepó a una gigantesca grúa, de la que a su vez fue “rescatado”. Respiraban los bomberos cuando alguien alertó de nuevo: esta vez se había subido al edificio de correos, dispuesto a desplegar el vuelo cual mensajero de los dioses. Pero no se trataba del famoso spiderman francés, no, sino de alguien que buscaba sus alas.
Hay muchos Ícaros asociales, espíritus libres que buscan la salida del laberinto. Como Bukowski, pionero del ‘realismo sucio’. Mañana viernes se pondrá a la venta en librerías ‘Resaca/Hank Over. Un homenaje a Bukowski’. Caballo de Troya, el sello imprescindible que dirige Constantino Bértolo, ha apostado por esta antología de 37 autores, 37 voces jóvenes que reclaman un lugar y quieren ser oídas, seleccionadas por el leonés Vicente Múñoz (‘Canciones de la gran deriva’) y Patxi Irurzun, con portada del dibujante Miguel Angel Martín. 37 náufragos... ¿a la deriva?
http://islacocotero.blogsome.com/
Gente que vive en la calle. On the road. Gente que viene y va. Hippies urbanos, pies negros, equilibristas, excéntricos, nómadas. Algunos ejercen actividades creativas para ganar unos euros, y son artistas en distintos campos: artesanía, pintura, magia, teatro, música... Venden o intercambian mercancías. Se buscan la vida con trabajos ocasionales o recurren a la picaresca, como sucede en todos los sectores sociales. Otros fueron escaladores, charlatanes, abogados, crupiers, tragasables o jugadores de ajedrez como Bobby Fisher. Hay quien elige esa forma de vida: de transeunte, okupa, peregrino, autoestopista, ciudadano del mundo, espigador, rey del reciclaje. Los hay náufragos, derrotados, vagabundos, inmigrantes, yonkis, alcohólicos, deshauciados, pobres...
No siempre se elige. Y no siempre resulta fácil aceptar el lugar en el que la vida te coloca, o encontrar las alas para salir del laberinto, como Ícaro, sin que la fascinación por volar alto te lleve a perderlas y caer al mar. La vida nos empuja a veces al borde del abismo. Un revés de fortuna, una estupidez, la adversidad… “Cualquier cosa le puede suceder a cualquier persona en cualquier momento” (Paul Bowles). “Sé que un día doblaré una esquina y no estaré preparado para lo que me encuentre” (graffiti de Basquiat).
El pasado fin de semana un hombre tuvo en vilo a los viandantes y no dio tregua a los bomberos en dos días. Primero se subió a la Catedral y recorrió sus arbotantes y pináculos, trepando como un mono sobre la mirada perdida de las gárgolas. Horas más tarde trepó a una gigantesca grúa, de la que a su vez fue “rescatado”. Respiraban los bomberos cuando alguien alertó de nuevo: esta vez se había subido al edificio de correos, dispuesto a desplegar el vuelo cual mensajero de los dioses. Pero no se trataba del famoso spiderman francés, no, sino de alguien que buscaba sus alas.
Hay muchos Ícaros asociales, espíritus libres que buscan la salida del laberinto. Como Bukowski, pionero del ‘realismo sucio’. Mañana viernes se pondrá a la venta en librerías ‘Resaca/Hank Over. Un homenaje a Bukowski’. Caballo de Troya, el sello imprescindible que dirige Constantino Bértolo, ha apostado por esta antología de 37 autores, 37 voces jóvenes que reclaman un lugar y quieren ser oídas, seleccionadas por el leonés Vicente Múñoz (‘Canciones de la gran deriva’) y Patxi Irurzun, con portada del dibujante Miguel Angel Martín. 37 náufragos... ¿a la deriva?
http://islacocotero.blogsome.com/
.
[Esta columna aparece hoy en la edición de El Mundo - La Crónica de León, pero el link a la web no funciona. También se puede leer en el blog linkado encima de estas líneas]
2 comentarios:
Desde el pasado 1 de abril, El Mundo y La Crónica son dos periódicos distintos, dos empresas distintas, dos cabeceras distintas. Se han separado. Por eso ya no se puede acceder a la página de lo que fue El Mundo-La Crónica de León.
La columna se publicó en El Mundo de León, nada que ver con La Crónica, como ha quedado dicho. Y, de momento, el Mundo de León tampoco se puede leer en internet, salvo aquellas noticias que por su interés o relevancia saltan a la edición de Castilla y León, que sí es accesible por la red.
Saludos a todos los hijos de Stns...! Y... ¡viva la república!
gracias por la aclaración, Elo, y por la reseña... y... Viva la Res Pública, of course... v.
Publicar un comentario