Me encantan las fotografías antiguas, más aún si el lugar retratado es parte de mi vida. Hace un tiempo encontré este par de fotos en blanco y negro de mi barrio favorito en San Francisco: North Beach. Las encontré precisamente en una salón privado del barrio. Las tomé camufladamente, pero sólo hasta hoy recordé que las tenía. Me encanta imaginar cómo era la vida en ese entonces, y qué hubiese pasado si yo llegaba en aquel tiempo (tiempo en el que desde luego no existía ni en la más remota idea). Veo un Café, una carroza con caballo y gente elegante transitando por las calles vestida de negro. Imagino a Mark sentado en una de las mesas de North Beach Cafe tomando un africano y leyendo un libro, y de repente me veo a mí entrando con un vestido largo y ceñido al cuerpo, un sombrero de ala ancha, y mi diario bajo el brazo. Sonrío. No importa la época -me digo a mí misma- igual nos habríamos gustado desde el principio, igual nos habríamos enamorado como dementes, igual habríamos escrito, en blanco y negro, nuestra propia historia.
Carla Badillo Coronado, del blog Mujer en tierra firme.
Carla Badillo Coronado, del blog Mujer en tierra firme.
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