¿sabes, Bo? Campan a sus anchas. Se creen que lo han hecho bien, por eso han dejado de disimular. Supongo que no esperaban encontrarse con este panorama de adocenados. Podían haberse ahorrado los cursos de "gestión de masas" impartidos a las policías municipales de todo el pañal... perdón: país. Ya no se cortan, algo les dice que ya todo cuela y se hinchan en su prepotencia.
Yo les llamo los Dodotis. Son como burbujitas vacías que, al absorber el meado, se hinchan y se hinchan, así los ves en la tele, en las barras de los bares, rodando y rodando con esa cara de satisfacción, sintiendo cómo los borregos escuálidos intentan asirse a ellos, conseguir un trocito de orina retenida en gel, con restos de talco de farla y mierda que algo alimentará... Y no dejan de adoctrinar, se sienten a gusto con el masaje de lenguas ajenas que recogen sus babas, la ducha de esencias de digestiones de estraperlo en los bares sin niebla, los chorros de miradas frías y calientes que se alternan (las que quieren ser como él, las que a él se venden), la sauna en la que las gambas cocidas se pelan ante el chasqueo de sus dedos... en este spa cutre en el que se saben con derecho a pernada.
Pero ellos no me dan lacha, Bo. Ellos interpretan su papel. Les conozco, llevan ulcerado el litro de lefa que han tragao a lo largo de su vida, así es su esencia revenida, y sólo buscan el momento que les justifique, soltar un poco del lastre que les hunde... Pues intuyen que el pañal ya está usado, Bo, que lo único que se ha democratizado es la mierda en este país-pañal, a ella se aferran... saben que el destino de los dodotis hinchados es la basura.
Aun así se creen que todos son como ellos. Y se lo creen porque su público es la mayoría adocenada de donde viene. Esa mayoría que traga y traga sin reaccionar, sin romper su mundo de ficción y crecer. Esa que cada vez me da más asco... Son como las fichas de dominó en ristras que, al caer, muestran el culo y lo abren, lo regalan.
Lo que no entienden es que todavía exista gente que defienda sus derechos y, al hacerlo, defienda también los que ellos saldan. Gente que no se sienta identificada con ese pañal lleno de excrementos y, aún así, gente que cree y lucha por un mundo sin burbujas hinchadas de mierda.
Sí, Bo... esa gente existe. Son las rosas que nacen del estiercol necesario. De él se alejan y defienden su distancia con espinas. Son las flores que busco.
No estabas esa noche de diarreas, de miradas que se apagan... Y, quizá, me alegró no ver tus rizos rubios... Tú, Bo, en ese spa de alcantarilla... te hubieses vendido.
Alfonso Xen Rabanal, del blog Crónicas para decorar un Vacío.
2 comentarios:
aplausos.
y un abrazo*
Esos blues de Xen rabanal que tanto adoramos. Ay.
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