Debió de ser la número Uno. La chica más guapa del baile antes de llegar a ser la preferida del Jefe de Jefes, mucho antes de llegar a ser la auténtica protagonista de esta historia. Antes de que Miss Curso 86 durmiera en ese oscuro cuarto de un hotel de moda con un cadáver distinto a su lado cada noche…
Y tú, impaciente sin saber porqué y entre ruidos intentando dormir.
Mismas víctimas distinta propina. Miss Curso 86 reposta dos calles más abajo, cerca de tu portal, justo antes de ese momento que tanto repudia y a la vez es tan inevitable y necesario. Como para ti, que ahora estas encogida, aunque destapada en tu calurosa habitación y sin poder dormir…
Imagínalo, tan cerca y a tantos kilómetros de aquí .Cada noche, ese momento en que no te puedes centrar y te sientes acorralada. Ese momento en que la memoria no es bienvenida y un escalofrío recorre tu sudoroso pecho.
A lo mejor ya llegaste a pensar que Tú también podrías recorrer los escasos metros que hay entre tu sueño y su pesadilla. A oscuras, tanteando el terreno hasta ese último disparo espiritual de licor que temple la habitación.
Pero sólo Miss Curso 86 sabe que antes de que salga el Sol lloverá la misma lluvia de cada noche, la que le cala hasta los huesos pero no termina de limpiar las calles de su ciudad frontera. Otro recuerdo pasado. Mantequilla de un solo uso la llamaban en su casa. Mientras Miss Curso 86 recoge su bolso y sale cabizbaja entre tejados que nunca la cubren del todo, Tú te aproximas a tu sueño. Ella reparte su mirada entre la gente que se cruza. La mayoría sonrientes, en su propio mundo debajo de sus paraguas, mientras ella busca cornisas en las que no haya goteras.
Como todas vosotras quiso un día ser princesa, echar a volar, construir un sueño al estilo de todas esas películas. Años dorados…Horizontes Lejanos.
El sueño de toda mujer…. Un sueño, una mujer. Repite en su mente…
Te estas quedando dormida. Y piensas: “No, no es un sueño” Ni es un blues lo que ahora suena en tu cabeza.
Y tú, impaciente sin saber porqué y entre ruidos intentando dormir.
Mismas víctimas distinta propina. Miss Curso 86 reposta dos calles más abajo, cerca de tu portal, justo antes de ese momento que tanto repudia y a la vez es tan inevitable y necesario. Como para ti, que ahora estas encogida, aunque destapada en tu calurosa habitación y sin poder dormir…
Imagínalo, tan cerca y a tantos kilómetros de aquí .Cada noche, ese momento en que no te puedes centrar y te sientes acorralada. Ese momento en que la memoria no es bienvenida y un escalofrío recorre tu sudoroso pecho.
A lo mejor ya llegaste a pensar que Tú también podrías recorrer los escasos metros que hay entre tu sueño y su pesadilla. A oscuras, tanteando el terreno hasta ese último disparo espiritual de licor que temple la habitación.
Pero sólo Miss Curso 86 sabe que antes de que salga el Sol lloverá la misma lluvia de cada noche, la que le cala hasta los huesos pero no termina de limpiar las calles de su ciudad frontera. Otro recuerdo pasado. Mantequilla de un solo uso la llamaban en su casa. Mientras Miss Curso 86 recoge su bolso y sale cabizbaja entre tejados que nunca la cubren del todo, Tú te aproximas a tu sueño. Ella reparte su mirada entre la gente que se cruza. La mayoría sonrientes, en su propio mundo debajo de sus paraguas, mientras ella busca cornisas en las que no haya goteras.
Como todas vosotras quiso un día ser princesa, echar a volar, construir un sueño al estilo de todas esas películas. Años dorados…Horizontes Lejanos.
El sueño de toda mujer…. Un sueño, una mujer. Repite en su mente…
Te estas quedando dormida. Y piensas: “No, no es un sueño” Ni es un blues lo que ahora suena en tu cabeza.
Tampoco es la pregunta que nos hicimos todos cuando la conocimos.
Es algo nuevo, algo distinto, algo frío y aterrador como lo es pensar.
¿Quién no se cambiaría una noche, tan solo una noche por ser Miss Curso 86?
Es algo nuevo, algo distinto, algo frío y aterrador como lo es pensar.
¿Quién no se cambiaría una noche, tan solo una noche por ser Miss Curso 86?
Iñaki Estévez Muñiz, del blog Here comes the Sun.
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