Sé que ese hombre me necesita
más que yo:
no tiene a quién
maltratar.
Y se dedica a destrozarme.
Yo le daré patadas
en la conciencia,
en la memoria,
como él hizo.
Eso hizo:
darme una patada.
Una patada
por un par de caricias
a esta perra sola.
Pero ahora no tiene
a esta perra.
Sé que anda
dándole patadas
a la pared.
Eva Vaz, de Frágil. Antología 2001-2009 (Baile del sol, 2010).
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