………………….a David González
En otras familias los
padres legaban a sus hijos
relojes del diecinueve unos
gemelos de cuando la guerra
o un crucifijo amuleto con
el que vencer la tuberculosis
En la mía siempre fuimos distintos
y el único testamento digno
que pasó del bisabuelo
–al que mataron en la guerra–
al abuelo y de éste
–castrador de sueños–
a mi padre
fue la magnífica frase que les
otorgaba el poder
todo lo que hay bajo
este techo es mío
y si no te gusta
ya sabes donde tienes la puerta
supe dónde estaba la puerta
y me independicé con la rabia
sincera de los niños malos
Ahora, sobre la puerta de mi
casa hay un epitafio tallado a navaja
Bienvenidos a la república independiente
de mi casa
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