Poética, cadenciosa, onírica y absolutamente moderna, Dead Man (1995), de Jim Jarmusch, es, junto a Down by Law, su película más redonda y brillante, y una de las cult movies más sugerentes de las últimas décadas.
Los hipnóticos acordes de la guitarra de Neil Young nos acompañan durante todo este western iniciático y místico, con ecos de Castaneda, Swedenborg y William Blake (reencarnado en un Johnny Depp en estado de gracia), que por momentos roza la genialidad.
Un viaje al corazón de las tinieblas y el frío, lleno de guiños a la literatura y al cine clásico (aunque al tiempo elegantemente vanguardista y experimental), que recrea un far west imprevisible y mugriento, por momentos absurdo, divertido y trágico a partes iguales.
Secundarios de lujo (Robert Mitchum, Iggy Pop, John Hurt, Alfred Molina), magnética fotografía y un guión milimétrico e ingeniosamente engarzado, hacen de esta película una obra maestra del séptimo arte.
De lo mejor, sin duda alguna, del cine de los 90.
Trailer in You Tube
No hay comentarios:
Publicar un comentario